Muerte danza al ritmo de 'Un amor brujo' | El Nuevo Siglo
Lunes, 13 de Febrero de 2012

En un ambiente de superstición y brujería y con música de Manuel de Falla y coreografía de Thierry Malandain, El Amor Brujo se desarrolla entre gitanos de Andalucía. Sin despojar totalmente a esta obra de su pintoresco carácter andaluz, Malandain se aferra al ciclo perpetuo de la muerte y de la vida. El escenario queda recubierto de pétalos color ceniza de rosas negras de las cuales huye el amor antes de que vuelva el día.

La obra es representada por Malandain Ballet Biarritz, dándole su lugar a la fragilidad y a la fuerza del cuerpo danzante, el cual sirve como medio de expresión de los sentimientos humanos más profundos.

Esta compañía francesa se ha consolidado internacionalmente gracias a su estilo, que si bien tiene una formación clásica, también está impregnado de modernismo.

Este ballet, conformado por un cuerpo de 20 bailarines y bailarinas permanentes, llega a Bogotá con un espectáculo que tiene una duración de 70 minutos compuesto por tres coreografías: Mozart à 2, L’Amour sorcier y Bolero.

La presentación será del 24 al 26 de este mes en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.

Mozart à 2: con música de Wolfang Amadeus Mozart, fue creada el 2 de junio de 1997 en el Teatro de la Ópera de Saint Ettiene y tiene una duración de 10 minutos. Esta coreografía busca plasmar la fisonomía cambiante de un sentimiento, que se mide a veces a través de la amplitud de su ausencia.

Bolero: con música de Maurice Ravel, la coreografía se desarrolla en un espacio cerrado y pequeño, en donde doce bailarines actúan casi sin alma, sometidos a la repetición obsesiva del tema orquestal de Ravel. Finalmente, cuando de forma liberadora se pone fin a la música, los bailarines se escapan chocando contra el silencio.

Ballet:Nacido el 13 de abril de 1959 en Petit-Quevilly, Thierry Malandain ha seguido el recorrido natural de un bailarín clásico, pero con una marcada afición por los márgenes y una tenacidad fuera de lo común. Por ello en lugar de seguir las grandes formaciones reconocidas, pasa por las manos de Jacques Chaurand, Monique Le Dily, René Bon, Daniel Franck, Gilbert Mayer y Raymond Franchetti, todos ellos eminentes profesores con una personalidad tan fuerte como pintoresca.

Tras su paso por la Ópera de París, el Ballet del Rhin o el Ballet del Teatro Francés de Nancy recibe un gran número de galardones gracias a sus apuestas coreográficas. En 1986, Thierry Malandain y otros ocho bailarines fundan la Compañía Temps Présent, con la que recibe inmejorables críticas y realiza una gran labor creadora.

En 1997 el coreógrafo recibió la propuesta de crear el primer Centro Coreográfico Contemporáneo de estilo clásico. Así, en 1998 nace el Centro Coreográfico Nacional-Ballet Biarritz y tras varios años de un duro trabajo, en 2003, con Les Créatures, el Ballet Biarritz alcanzó su madurez y un gran reconocimiento internacional.

En 2008, Thierry Malandain, tras una temporada más centrado en otras labores artísticas, retoma su actividad al frente del CCN- Ballet Biarritz, comenzando una nueva época ya con su nueva denominación Malandain Ballet Biarritz.