EL MANEJO del espacio, la relación entre la forma y la superficie o el soporte sobre el cual se ejecutan las imágenes, son los pilares más importantes de las obras de cuatro artistas que abordan -a su manera- el ser humano en “Navegando espacios”, una exposición virtual que ofrece la galería Beatriz Esguerra Arte (BEA) desde esta semana hasta el próximo 9 de agosto en su página web, donde se podrá hacer un recorrido por las instalaciones de cada pieza.
La figura humana es uno de esos temas atemporales en el arte y actualmente, nos encontramos con varios artistas que la trabajan de formas distintas. Esta exposición colectiva recopila el trabajo de Pablo Arrázola, Armando Castro, Carlos Alarcón y Mario Arroyave, cuyas expresiones plásticas son muy distintas, pero que trabajan y exploran la figura humana, cada uno a su estilo.
En los casos de Pablo Arrázola y Armando Castro, los sujetos ocupan un espacio delimitado, aunque significativo, dispersándose en el plano de manera que tanto la superficie como los sujetos mantengan su importancia.
Las figuras de Arrázola interactúan en un espacio que es limitado, pero a su vez infinito. Quisieran trascender de ese espacio, pero no pueden. Los soportes como el papel y el cartón son utilizados con el propósito de resaltar sus características particulares, volviéndolos también protagonistas en la obra.
Castro por su parte, utiliza e interviene el soporte para darle sentido al espacio vacío que rodea a sus figuras. Ellas, dibujadas detalladamente sobre el cartón crudo, interactúan con intervenciones al soporte hechas por el artista.
Carlos Alarcón maneja la figura humana de una manera mucho más íntima, pues el artista recurre a la técnica del retrato para trabajarla. Sus dibujos detallados como extraños pertenecen a la serie “Angustias mudas”, y plasman la potencia con la que esta técnica logra capturar emociones. Los sujetos están rodeados de un vacío que ayuda al espectador a concentrarse exclusivamente en ellos, y es un vacío que además es recurrente en las obras de los otros artistas que participan en la exposición.
Por otro lado, los sujetos de Mario Arroyave se despliegan a manera de patrón. Hay cierto ritmo dentro de sus espacios atemporales que los hace dinámicos y casi surreales. Aunque Arroyave trabaja un medio más digital y menos análogo que el de Castro y Arrázola, su interés por la figura humana y por su comportamiento en el entorno es igual de latente. La muestra consistirá de aproximadamente 15 obras.
Mario Arroyave
Este artista, nacido en Espinal, inició su camino hacia la fotografía desde los 13 años, pero fue hasta el 2010 cuando se dio a conocer como artista plástico con la inauguración de, en ese tiempo, The Warehouse Art Gallery, lo que hoy se conoce como SGR Gallery.
Sus obras han sido expuestas en exposiciones individuales y colectivas en galerías e instituciones en Bogotá, Medellín, Lima, Sao Paulo, Miami, Dallas, Nueva York, Tokio, entre otras más.
Carlos Alarcón
El bogotano se formó en artes visuales en la Universidad Javeriana y arquitectura efímera en la Politécnica de Cataluña en Barcelona.
Ha expuesto individual y colectivamente en Colombia, Chile, Cuba, España y Francia, y además ha participado en ferias de arte internacionales en los Estados Unidos, Lisboa, Bruselas, Luxemburgo y Colombia.
“El dibujo es su canal de comunicación y ancla en el mundo. Su estudio rebosa de miles de dibujos, personajes extraños, animales, objetos y lugares desconocidos que componen sus historias. Nos habla de lo común y lo absurdo de nuestras vidas”, afirma Adrián Ibáñez Galería en su página web.
Armando Castro
Según BEA, El arte que se entiende a simple vista tiene la capacidad de afectarnos y llevarnos a un viaje misterioso que nos dirige a cuestionar, sentir y comprender las cosas de una manera que quizás no habíamos hecho antes.
Armando Castro juega con estos temas usando el cartón como su medio de elección, destruyendo a propósito ciertas partes para recordarnos que este papel, aunque fuerte y utilizado para fines industriales, es en realidad un elemento delicado. Luego, en su característico punto de vista de pájaro, representa temas relacionados con la vida urbana y rural, presentando una preocupación por cómo interactuamos con los elementos de nuestro entorno.
Pablo Arrazola
La filosofía de Arrazola está basada en que “Los seres humanos y su entorno coexisten en una relación de construcción mutua. La identidad está formada por la apropiación del hombre de su paisaje circundante y el paisaje, a su vez, es el resultado de cómo la humanidad coexiste en él. Esta relación simbiótica crea un terreno fértil para la transformación del espacio y los seres humanos. Las obras de arte de Arrázola se inspiran en este concepto”, señaló la galería BEA.