"No hay literatura que no se oponga al poder" | El Nuevo Siglo
Foto cortesía Señal Colombia
Lunes, 29 de Abril de 2019
Plantarse frente al poder y combatirlo mediante la palabra ha sido la más grande lucha de esta maestra de la narrativa

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LA ESCRITORA colombiana Laura Restrepo, reconocida por su amplia obra habló con EL NUEVO SIGLO sobre su vida y el documental que Señal Colombia transmitirá hoy a las 7:00 p.m., como tributo a su larga trayectoria artística

ENS: ¿En su opinión qué tanta dosis de rebeldía necesita un periodista o un escritor?

LR: Toda. Cualquier gota de complacencia para agacharse frente al poder los destruye a ambos. Yo creo que la tarea es plantarse frente al poder y estar cuestionando y estar contando una verdad que no sea la oficial. Estar investigando lo que está debajo de los hechos oficiales, que es desde luego todo un abismo inexplorado en donde debemos aprender a movernos.

ENS: ¿Hasta dónde cree que la literatura y el periodismo pueden cambiar la realidad de los colombianos?

LR: Yo creo que el único cambio viene por ese medio. Necesitamos como seres humanos entender que el planeta está en un colapso total. Se necesita renovar la visión moral, la manera de vivir y las formas de relacionarnos entre todos. A esto último, se le llama cultura, y eso debe ser abordado desde todas las artes.

ENS: ¿Cuál es su visión del éxito y el fracaso?

LR: No existe ni en la literatura, ni en el periodismo, ni en ningún renglón de la vida. Medir por esos estándares es una gran barbaridad ¿A que llamamos éxito? Nos hacen montar en ese balancín y nos ponen a sufrir terriblemente, hay que bajarse de ahí. Uno debe hacer lo mejor que puede, con toda la honestidad, con toda la dedicación, con toda la intensidad y con toda la disciplina. Si hay éxito o fracaso eso no es problema tuyo, usted está cumpliendo con la mayor pasión de su vida, lo demás puede venir después.

ENS: ¿Usted alguna vez se planteó en ser la mejor escritora de Colombia?

LR: No mido las cosas mediante el paradigma de lo mejor o lo peor. Yo siempre hui de ser escritora e hice muchas cosas antes. El que estaba empeñado en que lo fuera era mi padre, que me dio una máquina de escribir Ibel eléctrica. Yo tenía 12 años y siempre me acompañaba a las clases de caligrafía como para darme empeño.

Escribí tarde mi primer libro, fui maestra, periodista, entré a la política y a la literatura más bien, le escurrí el bulto por mucho tiempo.

ENS: Jean Paul Sartre afirmó que toda literatura tiene un compromiso político, ¿usted qué piensa sobre esa afirmación?

LR: Absolutamente, lo que no creo es que tenga que ser dogmática. Es decir, lo que no creo es que tenga que plantear tesis, respuestas. La política en la literatura está en la libertad con la que se escriba, en la medida en que se haga con toda honestidad y es política porque es contestataria. No hay literatura que no sea contestaría o que de alguna manera no se oponga a las ruedas del poder.

ENS: ¿Qué lectura hace del proceso de paz con las Farc?

LR: Recuerdo que cuando participé en aquel proceso de paz de los 80 con el M19, casi que nombrar la palabra paz era un delito que te ponía en la mira de los odios de mucha gente y hablar con el enemigo parecía la mejor blasfemia. Hoy en día esta generación ha crecido conociendo la necesidad de paz y tratando de conseguir las herramientas necesarias para construirla.

Por otra parte, no cabe duda que los altibajos son tremendos y los riesgos son enormes. Estamos viviendo circunstancias en donde todo lo que logramos avanzar se puede ir al demonio.

En este punto, es mi deber recordarle al país que cuando tú estas por fuera sientes la enorme admiración de las gentes, porque en la mayoría de los conflictos eternos en el mundo, los implicados no han sido capaces de ponerse de acuerdo porque las partes no  han tenido el coraje de sentarse a conversar o a tratar de entender las razones del otro y por eso desde el exterior ven con admiración que haya un país en el mundo capaz de sentarse a conversar y cambiar los tiros por el diálogo.

 

ENS: ¿Cómo fue la construcción de su libro ‘Los Divinos’, inspirado en el caso de Yuliana Samboní?

LR: La novela es de ficción, los personajes son inventados por mí, pero desde luego lo que suscitó el asesinato de esa chiquita, la violación y el sufrimiento aterrador de su historia me inspiraron a escribir esa novela.

Es difícil creer que una persona que lo tiene todo le pueda hacer eso a una criatura que no tiene nada. Para el país y en los lugares del mundo donde presenté el libro fue muy estremecedor y creo que la reflexión alrededor de este hecho debe servir para preguntarnos sobre el tipo de sociedad que estamos construyendo y debe plantear también una respuesta concreta para disminuir la enorme violencia del patriarcado en la sociedad contemporánea.

ENS: ¿Cómo fue el proceso de grabación del documental ‘Laura, vida y rebeldía’?

LR: Ellos me contactaron y me hicieron esta propuesta a la cual era muy difícil negarse. Averiguaron también que a mí me gustaba hacer viajes con Médicos sin Fronteras para realizar reportajes, entonces me propusieron acompañarme a uno de esos recorridos y a partir de ahí comenzaron las grabaciones. Allá yo hacía de periodista, entonces no me sentía filmada sino haciendo mi labor de reportaría. Eso sirvió para romper el hielo y empezar el documental suavecito.

ENS: ¿Qué tanto de su vida privada y artística devela el documental?

LR: El equipo de trabajo de la producción manejó muy bien el balance narrativo de estos dos factores. Normalmente a la hora de realizar este tipo de programas, considero que hay una tendencia nefasta de parte de los escritores con los medios y de los medios con los escritores, la cual es dar más importancia a la vida del escritor, que a la contundencia de su obra. Los planos de interés se enfocaron en mi familia, mis perros, mis montañas, mi escritorio y mis rutinas en mi casa campestre en Cataluña.