La Corte Constitucional de Colombia resolvió el prolongado conflicto de competencias entre la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), determinando que la primera es la única competente para decidir sobre el caso del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso.
La decisión no solo aclara el panorama legal en torno a Salvatore Mancuso, sino que también resuelve una cuestión que había generado gran incertidumbre en el ámbito judicial colombiano. Mancuso, quien fue extraditado desde Estados Unidos tras cumplir una condena por narcotráfico, quedó en libertad el pasado 10 de julio, generando una serie de debates sobre la jurisdicción adecuada para su caso.
La Corte, con una votación de 8-1, determinó que la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá debe encargarse del proceso de Mancuso. Esta jurisdicción fue creada específicamente para manejar los casos relacionados con los paramilitares desmovilizados y es la encargada de gestionar la justicia para estos actores del conflicto armado.
La decisión ha sido recibida con diversas reacciones. Mientras que la Sala de Justicia y Paz había mostrado una postura favorable a la libertad de Mancuso, argumentando que no existían pendientes judiciales que justificaran su detención, la JEP había expresado reservas sobre su competencia en el caso.
La Sala de Definición de Situaciones Jurídicas (SDSJ) de la JEP, por su parte, había señalado anteriormente que el conflicto de competencias se encontraba en estudio, lo que llevó a la situación actual. Según la JEP, el proceso de Mancuso había sido excepcionalmente aceptado bajo la figura de "sujeto incorporado material y funcionalmente a la Fuerza Pública", pero su competencia quedó cuestionada tras la resolución de la Corte Constitucional.
La Corte, al decidir a favor de Justicia y Paz, ha establecido un precedente importante para futuros conflictos de competencias entre estas dos jurisdicciones. Este fallo proporciona claridad sobre el tratamiento judicial de casos similares y refuerza el papel de Justicia y Paz en el proceso de justicia transicional para los paramilitares.