Perspectiva. El enfoque estético del curador Inti Guerrero | El Nuevo Siglo
Guerrero es miembro del comité asesor de Cisneros Fontanals Art Foundation (Miami).
Alejandro Avendaño
Domingo, 30 de Octubre de 2022
Redacción Cultura

Inti Guerrero es un curador de arte que ve más allá de lo obvio. Con tan solo 39 años, este bogotano ha desarrollado un distinguido olfato en la investigación artística, condición que lo ha llevado a casi todos los continentes.

Sus curadurías han sido exhibidas en museos y centros de arte alrededor del mundo, incluyendo la Tate Modern en Londres, el Museo de Arte Moderno de São Paulo, el Minsheng Museum en Shanghai, el Museo Carrillo Gil en Ciudad de México, la Fundación Kadist en San Francisco, el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo, la Fondazione Sandretto Re Rebaudengo en Turín y el Museo de Arte de Río en Río de Janeiro.

Sin mencionar que ha escrito innumerables textos, los cuales han sido publicados en libros, catálogos y revistas como Afterall, Ramona, TheExhibitionist, ArtNexus, Manifesta Journal y Art Asia Pacific.

Con semejante currículo cualquiera pensaría que es uno de esos personajes altivos, que se engrandecen con las historias de sus viajes y reconocimientos recibidos, que muestran un perfil arrogante. Al contrario, es diferente, un poco desobediente con lo tradicional, pero sí muy jovial, sencillo y natural. Se le vio en la inauguración de la Feria de Arte de Bogotá (ArtBo), realizada en Corferias, conversando y disfrutando de todas las obras como un crítico y visitante más, sin dejar a un lado su maestría en el arte y su capacidad de análisis. Para él no hay apariencias; es objetivo y fiel a sus preceptos.

“Ser un curador es un arte. Cuando un curador relaciona una obra con otra y con otra, está creando algo nuevo. Está haciendo una composición que antes no existía, con nuevo enfoque y miradas. Un buen montaje expositivo debe resultar hermoso y atrayente. Para mí, ser un curador es encontrar otra forma de expresión de algo, es una técnica artística más parecida al collage, porque cuando ves todo en un conjunto: varias imágenes, periódicos, objetos, pinturas, fotos, todas esas piezas están asociadas una con la otra y es allí cuando empiezas a ver otras cosas que antes no existían, ves su pasado, su referencia, su intención. Ves cómo las piezas se expresan y cuentan cada una su historia”, refiere el crítico de arte a EL NUEVO SIGLO, en Corferias, donde desde el pasado miércoles participa en ArtBo con la muestra “Proyectos”, en la que reúne vocabularios visuales y sonoros que no solo revelan las secuelas de proyectos de nación fallidos, sino que también celebran el deseo, el humor y el goce como resguardos críticos ante la sombra de un inminente futuro apocalíptico.



Leer las colecciones

Actualmente Guerrero se encuentra radicado en Berlín, Alemania. Se desempeña como tutor del programa de Estudios Curatoriales de la Royal Academy of Fine Arts-KASK, Ghent. Previamente, fue director artístico del Bellas Artes Project, Manila (2018-2022), curador de la 38° EVA International, Bienal de Irlanda, Limerick (2018), director artístico de TEOR/éTica, San José (2011-2014).

El crítico de arte considera que una exposición bien curada es aquella que habla más allá de lo que se ve a simple vista. “Los curadores ‘leen’ las colecciones, los fondos y los acervos de una manera distinta a como lo hace el común de la gente; establecen relaciones, juntan lo inesperado, ponen a dialogar a las obras más opuestas y, en vez de hablar, como los demás mortales, de lo bonito que está ese cuadrito, piensan en contextos, geopolítica y juegos históricos”.

Guerrero se formó como artista con énfasis en Historia y Teoría del Arte y la Arquitectura en la Universidad de los Andes (Colombia) y en la Universidad de São Paulo (Brasil). Luego cursó el Programa Curatorial de Appel en Ámsterdam.

En junio de 2022 fue nombrado, junto a Cosmin Costinas, cocurador de la próxima XXIV Bienal de Sídney, que tendrá lugar del 9 de marzo al 10 de junio de 2024.

Asimismo, es miembro del comité asesor de Cisneros Fontanals Art Foundation (Miami) y miembro del equipo curatorial del 44 Salón Nacional de Artistas.

“Me siento muy afortunado, y agradecido a la vez, por disfrutar y compartir con tantas experiencias en diferentes comunidades distintas en las que he tenido la oportunidad de trabajar de esta manera más transnacional. Creo que ha sido eso lo que ha caracterizado mi práctica curatorial, trabajando en diferentes contextos y continentes. En mis viajes he descubierto que hay muchos mundos dentro de un mundo y el arte y la práctica artística nos hacen entender esa diversidad”, expresa el experto.

Su proeza en el campo curatorial también se lo debe a sus primeros maestros, como él mismo afirma: “Gracias a profesores que fueron muy influyentes en la universidad, como José Alejandro Restrepo, Lucas Ospina y muchos otros artistas que no solamente eran profesores sino bastante activos en el campo artístico y críticos ante las realidades locales, ante cuestiones estéticas de mirar el campo visual. Ellos me hicieron descubrir la forma en que podemos analizar los fenómenos sociales y ver que siempre hay un contexto que te pone a pensar más allá de los intereses profesionales o intelectuales”.

A Inti Guerrero la idea de una exposición lo emociona. El poder descubrir qué hay más allá de una obra de arte, escudriñar en su pasado e indagar su historia es una pasión que brota desde sus poros.

“Cada vez es más claro mi interés por la curaduría, el poder entender el contexto del mundo es fascinante.  El campo curatorial no tiene límites, es un lugar en donde la creatividad conceptual es amplia. Uno se hace varias preguntas y a lo mejor se tiene una gran idea, quizás entra la duda de si la investigación puede quedar en un libro, en un documental o puede llevarse a una obra de teatro. Lo cierto es que hay unos formatos para poder generar, no solo un pensamiento crítico, sino cómo devolverle al espectador la historia de una pieza. A mí lo que más me interesa de una exposición es lo que esta pueda generar en quien la mira. Es una forma de entender las relaciones simbólicas, de mirar más allá de lo que se muestra visualmente y entender la forma de entender esos diálogos”, expone.

 Canibalismo cultural

Hay muchas exposiciones que han marcado la vida de este bogotano. Sin embargo, hay una que tuvo una gran influencia en lo personal y lo profesional: “Una que se realizó en Sao Paulo, en 1998, que fue conocida como la Bienal de la Antropofagia y el Canibalismo, hecha por un curador brasilero que hablaba no del canibalismo literal sino de un canibalismo cultural, de cómo el arte y la historia del arte tienen varios momentos, en donde los artistas ‘canibalizan’ las ideologías culturales; entonces fue una forma de entender la metáfora de canibalizar una curaduría”.

Inti Guerrero no tiene una regla o una fórmula para realizar el proceso de curación, pero sí es importante para él que cada pieza tenga un placer estético, que haya un efecto corporal: “Cuando las personas se aproximan a las obras deben encontrar una experiencia que no sea únicamente cerebral, sino que se sientan presionadas por entender intelectualmente la pieza y se cuestionen más allá de lo que sus ojos ven”.

Así, con total minuciosidad, Inti Guerreo se ha dado a conocer en el mundo artístico. Esa misma capacidad de ver más allá también lo ha consagrado como curador de peso mayor y ser ganador, en el 2009, del III Premio Marco de Vigo/FRAC Lorraine.