Siete herramientas útiles para manejar las emociones | El Nuevo Siglo
Se recomienda  llevar un estilo de vida saludable y hacer ejercicios.
Cortesía Colsanitas
Lunes, 1 de Agosto de 2022
Redacción Cultura

Las personas que padecen trastornos emocionales sufren periodos de tristeza e irritabilidad, modificando de manera sustancial su estado de ánimo. Se calcula que una de cada 10 personas adultas padece algún trastorno relacionado con sus emociones.

Uno de los efectos más graves evidenciados después de la pandemia es el de los altos índices de enfermedades mentales en la población mundial, precisamente a causa de estas alteraciones emocionales.

La doctora Lucía del Pilar Rivera, médica psiquiatra de Colsanitas con enfoque en terapia sistémica, expone que “en términos generales, las estrategias de manejo de las enfermedades mentales van encaminadas a bajar el sufrimiento emocional, favorecer que la persona mantenga o mejore su funcionalidad y facilitar que pueda hacer los cambios necesarios en su ambiente laboral, familiar y social para mantenerse bien y protegida”.

En este sentido, la doctora Rivera brinda, a continuación, siete herramientas que, si bien no reemplazan un proceso psiquiátrico o una psicoterapia, ayudan a manejar las crisis mentales, siempre y cuando la persona que presenta un episodio depresivo o de ansiedad esté en capacidad de seguirlas bien y la situación lo permita.

  1. Cuestionamiento y flexibilización de las creencias. Intentar cuestionar los pensamientos e interpretaciones ante distintas situaciones. No se trata de tener pensamientos positivos siempre, pero sí de analizar lo negativo desde otras perspectivas, preguntándose: ¿cuál podría ser más útil?, ¿de qué otra manera podría ver esto?
  1. Activación conductual. Es normal que en los episodios depresivos se pierda el interés en aquello que normalmente produce placer. La invitación es a hacer paulatinamente las actividades favoritas, de acuerdo con las capacidades. Esto puede ayudar a subir poco a poco el ánimo.
  1. Estrategia de exposición. Crear una lista de actividades que se teme realizar y en un cuaderno hacer dos columnas: una con el nivel de agrado y otra con el nivel de dominio. La idea es que, de manera progresiva, se incluya estas actividades en la rutina y, después de realizarlas, determinar en una escala de 1 a 10 cuánto gustó y qué tanto costó dominarla.
  1. Plan de crisis. Este plan está pensado para la prevención de la conducta suicida debido a que son momentos de alta desregulación emocional, lo que impide pensar con claridad. Para ello se recomienda preguntarse cuál es la motivación para vivir y recordar los sueños, metas y  las personas que motivan a querer seguir vivos.


Adicionalmente, sumergir las manos en hielo o tomar una ducha caliente y hacer ejercicio físico o de respiración, permitirá el enfoque en otras cosas y disipar este tipo de pensamientos.

  1. Establecer una red de apoyo. Es importante tener un conjunto de relaciones que integren el entorno social: personas empáticas, comprensivas y con capacidad de escucha para el acompañamiento.
  1. Prevención de recaídas. Identificar las cosas que llevan a una crisis y cuestionar: ¿cómo afrontarlas?, y ¿qué se puede hacer para que el estado mental y emocional no se degrade? Recurrir siempre a las herramientas aprendidas en terapia o a la red de apoyo; en caso de que no funcione ninguna de las anteriores opciones, no dudar en acudir al servicio de urgencias.
  1. Caja de la esperanza. Guardar en una caja objetos que recuerda lo que motiva: fotos, cartas, flores, texturas, olores, entre otros, para apelar a los buenos momentos de la vida y conectar con el entorno.

Por último, la doctora Rivera argumenta que algunos trastornos se pueden prevenir con acciones como llevar un estilo de vida saludable, buscar formas adecuadas y adaptativas de manejar el estrés y centrándose en sostener vínculos emocionales sanos. Si bien existe evidencia científica que comprueba los beneficios de lo anterior, no olvidar que también hay factores genéticos o biológicos que influyen en la aparición de estas condiciones, por ello no se debe dudar en buscar ayuda profesional cuando se necesite.