TOMAR EL sol, la acción que se volvió “materia prima” de la obra que presenta Quinaya Qumir en el proyecto “In situ, Interior/exterior” del Banco de la República, el cual invitó a 130 artistas colombianos a realizar un intercambio artístico para reflexionar durante la pandemia e inició el mes anterior.
Cuando a Quinaya Qumir, una artista plástica de Pereira, la invitaron a participar del proyecto, pensó en todas las veces que se vio a sí misma haciendo piruetas en su balcón para pescar un rayo de sol con su cuerpo, una acción que también repetían sus vecinos, que salían en grupo o solos a tomar el sol en los jardines interiores de la unidad residencial en donde viven.
Pero, ¿qué tiene de especial la luz del sol? ¿Por qué se asocia con el bienestar del cuerpo y hasta con la felicidad? Interesada por las cualidades de la luz decidió hacer de esta la esencia de la obra que presentó como parte de este proyecto, el cual propone una forma atípica de exhibir arte: sobre las fachadas de las casas o los sitios de residencia de los artistas participantes.
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“Mi obra se montó en una de las zonas comunes de la unidad residencial en la que vivo, donde mis vecinos salen a tomar el sol. Imprimí con la técnica de cianotipia sobre una roca la frase “la vida es una exuberancia planetaria, un fenómeno solar”, que tomé del libro “¿Qué es la vida?”, de Lynn Margulis y Dorion Sagan en la que, precisamente, los autores reflexionan sobre cómo los seres humanos dependemos de la luz para existir. A unos metros de ese lugar, en uno de los balcones, se podía leer la inscripción “Tomen baños de sol””, afirmó Quinaya.
Además de la obra “In situ, Interior/Exterior” se compone de una segunda parte, el intercambio artístico en sí, en la que cada artista transforma en instrucciones su obra y se la envía a otro artista de otra región de Colombia, para que él o ella a su manera las reinterprete, cree una obra nueva y la exhiba para sus vecinos.
“Para mí esta metodología cumple el sueño de “lo contemporáneo”, de las nuevas estéticas de la recepción que buscan formas distintas de mediar el arte con públicos diversos y en espacios no convencionales. Durante la cuarentena muchas instituciones de arte y cultura se volcaron a lo digital y solucionaron el tema de la comunicación con transmisiones y videollamadas y eso ya se volvió un cliché. Lo original de esta propuesta del Banco es que nos invita a mirar con atención el lugar en el que estamos, a las personas que tememos cerca y junto a ellas, o para ellas, pensar una propuesta artística”, afirma la artista.
Las instrucciones que Quinaya preparó para el otro artista con el que “conversará” durante el intercambio, tienen un objetivo que a simple vista parece una desmesura: llevar el exterior al interior. ¿Y cómo? A través de la luz.
“El ejercicio que propongo consiste en aislar toda la luz que entra a una habitación hasta que esta quede en total oscuridad; después por la ventana o por donde entra la luz del exterior hacer un orificio de máximo tres centímetros que permita que esta se cuele al interior y así convertir el espacio en una gran cámara estenopeica, que permita que lo que está afuera se proyecte adentro”, explicó la artista.
Las instrucciones de Quinaya también invitan al otro artista, o a cualquier persona que quiera seguir sus instrucciones y crear a su manera esta obra de arte, a tomar baños de sol y a, mientras lo hace, reflexione sobre cómo de esta absorción de energía depende la vida.
Este intercambio artístico se completará hasta septiembre, cuando los participantes hayan realizado su propia obra, además de reinterpretar las instrucciones hechas por otro artista; en ese momento todas las instrucciones y los registros de las obras estarán disponibles en la página web de la actividad cultural del Banco “www.banrepcultural.org”, para que cualquier colombiano pueda consultarlas, reinterpretarlas y exhibirlas en su propia casa o a través de las redes sociales, a través del hashtag “#CambalacheDeArte”.