Sube el telón para ver el mejor teatro en Bogotá | El Nuevo Siglo
Miércoles, 14 de Agosto de 2013

Los autores materiales

La Maldita Vanidad vuelve a presentar una de sus obras insignia: Los autores materiales. La puesta en escena dirigida  por Jorge Hugo Marín  y catalogada por muchos como Una delicia para las mentes... perversas está en doble función los sábados y domingos.

Los autores materiales es una obra de suspenso  donde el público entra a la cocina real de un apartamento en un  barrio típico de Bogotá, en el cual  Sebas, Julián y el Negro deben decidir qué hacer con el cadáver del propietario del inmueble el cual tienen en la casa.  Desde el inicio, el espectador se da cuenta que hay un muerto  y quién es el culpable, el verdadero misterio está en qué momento se va a descubrir el asesinato.

Esta pieza se desarrolla en el aquí y ahora de la situación: el viejo dueño del apartamento está  muerto y encerrado en el baño; a partir de ahí comienzan a suceder eventos que agravan la situación, los personajes  interpretados por los actores Ella Margarita Becerra, Daniel Diaza,  Juan Manuel Lenis,  Ricardo  Mejía, Diego Peláez,  María Soledad,  Juan Pablo Urrego  y Rafael Zea nos muestran realidades parecidas a las nuestras y fluctúan entre las decisiones que deben tomar y sus construcciones morales.

Tres obras para “morir de risa”

La compañía teatral Gimnasio Actoral presenta por estos días tres obras llenas de humor negro y reflexiones. Esta vez el público se reirá hasta no poder más con Loquito por Ti,  una tragicomedia  interpretada por Anderson Balsero quien cuenta la vida  de Marcos  Melo,  un hombre a quien la muerte lo visita con cierta frecuencia para quitarle sus  seres queridos. Marcos nos demuestra una vez más que en la guerra como en el amor, todo se vale.

Por otro lado, en El Amante, otra de las obras, el público será testigo de  la historia de Sarah y Richard, quienes preocupados por encontrar la felicidad y el éxito en su relación, inventan una figura lejana a ellos llamada El Amante, con la que consiguen crear ingeniosos momentos de catarsis para poder expresar mutuamente sus puntos de vista acerca de las falencias y logros que han tenido en su relación con el pasar del tiempo.

Finalmente, en Con-Su-Lado-Colombiano un Cónsul es enviado a participar en la jornada de visado, planteamiento, desarrollo y solución de problemáticas nacionales. Cuando él se enfrenta con varios dilemas de algunos desempleados en busca de una oportunidad, empieza a ser víctima de pesadillas, confundiendo todas las problemáticas entre sí y provocando una comedia de enredo, que solo puede ser resuelta por el público presente, es decir, sus compatriotas.

Esperando a Godot

El Teatro Varasanta presenta Esperando a Godot de Samuel Beckett, dirigida por Everett Dixon y con  la actuación de Gadiel López, Camilo Carvajal, Edward Gómez, Leonardo Villa y Alexánder Betancur. Esta versión de Godot, fue invitada al Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá. “La experiencia con Esperando a Godot es maravillosa. Cómo es de difícil ver una obra de Samuel Beckett bien parada en un escenario, y cómo lo agradece un espectador cuando, luego de tres horas, uno no quiere que se acabe. Esperando a Godot de Dixon, con los actores del grupo ‘El Anhelo del Salmón’, llega a estas altas cumbres”, así se refirió a la obra el reconocido crítico y director colombiano, Sandro Romero Rey. La puesta en escena es de jueves a sábado a las 8 de la noche.

¿No tiene más sencillo?

Para Ricardo Quevedo nada es sencillo en la vida, pues comprar una hamburguesa, abrir un perfil en Facebook, decidir cuánto dinero dar en una lluvia de sobres y hasta ver una paloma sin sospechar de ella, requiere una actitud defensiva que pone el dedo en la llaga de las paranoias y desconfianzas de cualquier persona. Con su singular estilo, el Comediante de la noche estará en Hard Rock Café desde hoy para contarle al público sus experiencias, que lo catalogan como un de malas. Durante 45 minutos este comediante deja claro que si se miran dos veces todas las cosas de la vida pueden ser apabullantes, ilógicas, indescifrables y principalmente, inevitables.