Viernes, 14 de Octubre de 2011
La obra contará con la participación de los actores colombianos Carlos Gómez y Juan Manuel Combariza.
Si los indígenas tienen alma o no, o si son animales o personas, son los principales cuestionamientos en torno a los que gira La controversia de Valladolid, pieza teatral que estará el 19 de este mes, a las 7 p.m., en el Teatro Delia Zapata Olivella.
La función, de entrada libre, a la que se podrá acceder mediante inscripción previa, es organizada por la Alianza Francesa de Bogotá, con el apoyo del Ministerio de Cultura, el Museo Colonial, el Museo Santa Clara y la Embajada de Francia en Colombia.
La obra es dirigida por el francés Daniel Soulier y contará con la participación de los actores colombianos Carlos Gómez, David Osorio y Juan Manuel Combariza. Miguel Ángel Pazos es el director asistente y Zarys Falcon la asistente de producción.
Escrita en 1992 por Jean Claude Carrière, La controversia de Valladolid plantea una de las mayores polémicas teológicas que suscitó la conquista de América: el saber si los indígenas tienen alma o no, sin son seres humanos o simples animales.
La historia se desarrolla a partir del momento en que un delegado papal enviado a Valladolid tiene que decidir sobre si los indígenas son seres humanos e hijos de Dios o, por el contrario, son criaturas salvajes susceptibles de ser domesticadas. En su toma de decisión le asesoran dos consejeros de perspectivas opuestas: Ginés de Sepúlveda (promotor de una evangelización radical, filósofo, defensor de la clasificación aristotélica de los seres humanos y autor del célebre Tratado de las justas causas de la guerra contra los indios) y Fray Bartolomé de las Casas (recién llegado del Nuevo Mundo y acérrimo defensor de la causa indígena).
A partir de ahí, el escenario se convierte en un ring de boxeo-dialéctico en el que cada contrincante expondrá y justificará argumentos perfectamente válidos a través de ideas éticas, filosóficas y religiosas.
El texto original de Carrière plantea la colonización de las culturas de manera que el espectador se involucre en una reflexión dinámica y personalizada que, a medida que evoluciona, acerca posturas.
Las ideas, que "bien podría mantener cualquier dictador de nuestros días", se convierten en pensamientos "y en necesidades, como forma de autojustificación", como añadió su autor en relación a su obra. “Las posiciones de los personajes son muy estáticas”, refiriéndose al triángulo entre el juez, el fiscal y el tribunal que podía encontrar de espaldas el espectador.
Jean-Claude Carrière sitúa la acción y los personajes en el pasado, lógicamente en el momento histórico en el que se celebran las Juntas de Valladolid de 1551; sin embargo, las consecuencias emanadas de las decisiones tomadas entonces han condicionado la evolución de la historia de una buena parte del mundo occidental.
El autor
Jean-Claude Carrière nació el 17 de septiembre de 1931 en Colombières-sur-Orb, Hérault, Francia. Es guionista y actor. Fue alumno de la École Normale Supérieure de Saint-Cloud y frecuente colaborador de Luis Buñuel. Fue presidente de La Fémis, la escuela estatal de cine francés.
Su colaboración con Buñuel comenzó con la película Diario de una camarera (1964), para la cual él coescribió el guión (con Buñuel) y también representó el papel de un sacerdote de la aldea. Carrière y el director pudieron colaborar en los guiones de casi todas las últimas películas de Buñuel, como Belle de Jour (1967), El discreto encanto de la burguesía (1972), El fantasma de la libertad (1974), Ese oscuro objeto del deseo (1977) y Vía Láctea (1969).