Afrodita para los griegos, Venus para los romanos. La diosa del amor en todo caso. El mito reza que nadie se resistía a su belleza, de la cual dan cuenta esculturas y otras figuras antiguas que la personifican como la primera femme fatale del arte occidental.
Un conocido ejemplo es la Afrodita Cnidea. Modelada por Praxiteles, el famoso artista griego del Siglo IV antes de Cristo, esta estatua captura a la deidad en los instantes previos al baño: desnuda, con la mano izquierda sosteniendo su túnica y con la diestra tapando parcialmente su pubis.