Solo un mes después del arranque de sus torneos internacionales, la organización que rige el fútbol en la región enumeró el miércoles a ocho equipos brasileños, seis chilenos, cinco paraguayos y dos venezolanos como susceptibles de ser eliminados por inscribir fuera de plazo las listas de buena fe de us jugadores, infringiendo así el reglamento de la competición.
Y mientras algunos -los señalados- tiemblan, otros -sus rivales- se frotan las manos y preparan una cascada de reclamos.
"La presentación en tiempo y forma de las listas de jugadores es exclusiva responsabilidad de los clubes y asociaciones miembro, y en ningún caso atribuible a la Conmebol", advirtió la entidad en un comunicado que corrió como reguero de pólvora por los despachos de los clubes participantes.
Algunos, como Sao Paulo y Chapecoense o la Universidad de Chile, ya habían quedado eliminados en la cancha, pero el nuevo frente legal abierto amenaza con alterar sensiblemente la Libertadores como la Copa Sudamericana.
De la primera podrían verse apartados Atlético Mineiro, Palestino de Chile y Libertad de Paraguay, aparte de Sao Paulo y la U. de Chile.
En la Sudamericana los brasileños investigados son Botafogo, Santos, Bahía, Fluminense, Corinthians y Chapecoense, y les acompañan los chilenos Colo Colo, Antofagasta, Unión La Calera y Unión Española, los paraguayos Sol de América, Independiente, Deportivo Santaní y Guaraní, y los venezolanos Estudiantes de Mérida y Zulia.
La Conmebol aclaró que su Tribunal Disciplinario estudia la inscripción fuera de plazo de los implicados, que por ahora seguirán participando "con normalidad" en los torneos hasta conocer el dictamen definitivo.
El 2018 fue el mejor y el peor de los tiempos para la Libertadores, que se congratuló primero con una final de ensueño entre River Plate y Boca Juniors y lamentó después que esa esperada gran gala se tuviera que exiliar a Madrid por culpa de la violencia de los 'barrasbravas' en Buenos Aires.
El objetivo prioritario en 2019 era mejorar la imagen internacional para la Conmebol, que inició la temporada con un listón relativamente bajo y aún así no evitó un nuevo tropiezo nada más comenzar a andar.
Ya en la segunda ronda de la Libertadores, el ecuatoriano Barcelona incurrió en alineación indebida del colombiano Sebastián Pérez ante el uruguayo Defensor Sporting, que reclamó y ganó por la vía administrativa 3-0 el partido de ida en su feudo, que había perdido 2-1 en la cancha.
En el choque de vuelta en Guayaquil el Barcelona se impuso por 1-0 pero ya no logró revertir una eliminatoria cuya suerte se definió en los despachos.
Si lo de Sebastián Pérez fue un mal presagio, en la tercera fase de la Libertadores saltó la alarma al notificar la Conmebol del error burocrático que salpicó también la primera ronda de la Sudamericana.
Según el ente rector del fútbol regional, "los reglamentos fueron entregados y aceptados por los clubes participantes en la carta de conformidad y compromiso" firmada en diciembre del pasado año.
Pese a la inquietud reinante y el panorama cambiante, desde el Cono Sur se aprestaron a llamar a la calma.
La Asociación Nacional del Fútbol Profesional de Chile (ANFP) afirmó el mismo miércoles que el error "en ningún caso implicaría pérdida de puntos ni de partidos para los clubes chilenos que ya jugaron en la Copa Sudamericana y Libertadores