Argentina y Chile disputan el partido que nadie quiere jugar | El Nuevo Siglo
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Sábado, 6 de Julio de 2019

El azar ha querido que la Argentina de Lionel Messi y el Chile de los ‘Cuatro Fantásticos’ vuelvan a cruzarse hoy en la Copa América, pero esta vez no será por el título como en las ediciones de 2015 y 2016, sino por el tercer puesto, el partido que nadie quiere jugar.

Una cosa en común tienen estos días la Albiceste y la Roja: son fieras heridas.

Los de Lionel Scaloni cayeron el martes por 2-0 en semis con Brasil, en su mejor partido del torneo y, seguramente, de la era del joven estratega, pero eso no oculta que es un nuevo fracaso para Messi, que solo gana títulos con el Barça, y para la selección, muy presionada para dejar atrás la sequía de títulos que arrastra desde la Copa América de 1993.

Descontenta, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se quejó a la Conmebol por los “graves y groseros errores arbitrales”, entre ellos la omisión en el uso del VAR “en por lo menos dos jugadas concretas que claramente influyeron en el resultado final del partido”.

Los del técnico colombiano Reinaldo Rueda, por su lado, vieron el miércoles esfumarse su sueño de coronarse por tercera vez consecutiva en Copa América al caer por sorpresa contra Perú. En 2015 y 2016, ganaron precisamente a Argentina en ambas finales por penales, y en esta edición eran uno de los grandes favoritos.

El partido por el tercer puesto “no tiene ninguna importancia”, aseguró el ‘Rey Arturo’ Vidal tras caer contra los incas, y añadió que “habrá que jugar para cumplir”.

No obstante, Vidal admitió que “siempre es lindo” jugar contra Argentina, porque tiene al mejor del mundo, su compañero en el Barcelona Lionel Messi.

“Quieren jugar todos”

En el Arena Corinthinas de Sao Paulo (2:00 p.m.) poco más que el honor se jugarán dos equipos que querían más en esta Copa.

Pese a ello, ambos seleccionados querrán despedirse dando una buena imagen. Por ello se ha dicho que Messi y compañía pretenden decir adiós al torneo en el césped: “Quieren jugar todos”.

La Albiceleste fue de menos a más en este torneo, dejó un muy buen sabor de boca en el partido contra Brasil, y ahora está obligada a mantenerlo para despejar los negros nubarrones que se ciernen sobre el equipo.

Scaloni, que fue ratificado en el banquillo argentino como mínimo hasta esta Copa América, no podrá contar con sus dos principales apuestas, el volante Marcos Acuña y el delantero revelación Lautaro Martínez, pues ambos han llegado al límite de tarjetas amarillas. Para sustituir al Toro podría echar mano de Matías Suárez o Paulo Dybala.

También Rueda tendrá que esmerarse en este partido. La decepción por no luchar por el tricampeonato ha llevado a la prensa y la afición a preguntarse si la 'generación dorada' de la Roja, con una media de edad que supera los 30 años de edad, no está llegando a su fin.

El técnico colombiano, que asumió el cargo tras la no clasificación de Chile para Rusia-2018, necesita buenos resultados para ganar crédito al frente de una Roja que a corto y medio plazo tendrá que asumir una profunda renovación.

Frustrados

Esta Copa América no ha sido la mejor de Argentina. Comenzó mal contra Colombia, con una derrota de 2-0 que desnudó todas las verdades que se trataban de ocultar desde el interior del seleccionado. Y frente a Brasil, en la polémica semifinal, hizo su mejor partido, incluso un escalón arriba de lo que ofreció la Canarinha, pero terminó perdiendo.

Es en esos vaivenes de rendimiento en los que Argentina se ha movido.

Por un lado esperando los goles mágicos de ‘La Pulga’ o la versión ‘Messi Barcelona’, pero también los hinchas se han quedado con el corazón en la boca cuando los rivales se animan a atacarla, dejando al descubierto sus falencias a la hora de defender.

Y es que las dos caras de la selección se vieron claramente contra los cafeteros y la Seleçao. En el debut todo le salió mal. Ni Messi apareció. Un partido que marcó la pauta de lo que iba a ser su diario vivir en la Copa.

Con Paraguay empató (1-1) sufriendo, y se pudo permitir un respiro ante Catar con una victoria (2-0) que la puso en los cuartos de final. Siguió Venezuela, y con Messi en su peor partido, salió airosa (2-0) para citarse con el anfitrión en las semifinales.

Y en el clásico de clásicos, Argentina volvió a mostrar esa doble personalidad preocupante, con una muy buena producción de media cancha hacia adelante pero con grandes interrogantes atrás.

Un 2-0 que pudo tener otro desenlace de no ser por los evidentes errores arbitrales y la omisión del VAR, lo que provocó la furia del astro y una carta de protesta de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) a la Conmebol.

Se acabó el sueño

De otro lado, el sueño del tricampeonato de América se esfumó tras la desastrosa presentación de la generación dorada del fútbol chileno ante Perú en las semifinales, un equipo ya entrado en años que parece necesitar una cura de rejuvenecimiento.

La goleada 3-0 que le propinó Perú fue un golpe duro para La Roja, más aún cuando el equipo tuvo una meteórica participación superando la primera fase y al favorito Colombia exhibiendo pinceladas del fútbol que le permitió consagrarse campeón en la Copa América-2015 y la Copa América Centenario 2016, sus dos primeros títulos continentales en 100 años.

En Chile los hinchas empezaron a soñar con un tricampeonato pero el triste juego exhibido ante Perú hizo recordar al equipo que no clasificó al Mundial de Rusia, y el pobre juego que demostró en los partidos amistosos previos a su llegada a Brasil, que incluso pusieron en duda la permanencia del técnico colombiano Reinaldo Rueda al frente del seleccionado.

Esta última duda la despejó la Asociación Nacional de Fútbol (ANFP) a finales de la semana pasada al confirmar a Rueda al frente de la Roja, independientemente de los resultados en Brasil