Brasil-Argentina: se adelantó la madre de todas las batallas | El Nuevo Siglo
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Martes, 2 de Julio de 2019
El superclásico de la Copa América definirá hoy al primer finalista, en un estadio de ingrata recordación para el anfitrión

 

Pudo haber sido la final perfecta, pero el destino ha puesto a Brasil y Argentina a pelear hoy por primera vez en la historia de la Copa América por un pase a la final, en el duelo de gigantes suramericanos.

El escenario de combate: El Mineirao de Belo Horizonte, un coliseo en donde Brasil ya ha derramado sangre al caer 7-1 con Alemania en semifinales de ‘su’ Mundial de 2014. Pero donde también ejecutó 3-0 a su archirrival en las eliminatorias a Rusia-2018.

La Canarinha nunca ha perdido la Copa América como local y su hinchada le exige mantener la estadística. La Albiceleste, que no gana el torneo desde Ecuador-1993, puede golpear duramente a su eterno rival, si es que su estrella Lionel Messi, por fin, despierta.

Un poco de historia

En 105 años de rivalidad, Brasil ha tenido a Pelé y Argentina a Maradona. Ambas superpotencias continentales han chocado en 110 partidos, aunque cinco de ellos no los reconoce la FIFA.

Y están a la par: 42 victorias para cada equipo y 26 empates; con 176 goles para Argentina por 171 de Brasil.

Según la FIFA serían 105 clásicos, con 41 victorias para Brasil, 38 para la Albiceleste y 26 igualdades.

Argentina tiene 14 trofeos continentales frente a 8 de Brasil, que a su vez ostenta cinco títulos mundiales por dos de la Albiceleste.

¿Hay favoritos?

“Es difícil decir quien es favorito cuando se juega un Brasil y Argentina, ellos son los locales, los que tienen que salir a mostrar a su gente, los que hace más tiempo vienen con su proyecto, son jugadores que vienen con el mismo técnico, la misma idea, es un partido igualado”, dijo Messi.

La Canarinha llega a semifinales sin haber recibido un gol en contra en sus cuatro partidos.

Brasil ha ido de menos a más con un tridente ofensivo que atropelló 5-0 a Perú pero al que le cuesta vulnerar defensas cerradas. El choque con Paraguay en cuartos de final acabó con victoria 4-3 en penales.

Argentina por su parte, empezó a los tropezones: perdió 2-0 contra Colombia, se enredó 1-1 con Paraguay, resucitó 2-0 ante Catar y venció después en cuartos de final por igual marcador a Venezuela.

A falta de Neymar, fuera por lesión, ha surgido la figura de Everton, atacante del Gremio. La alineación de Tite no traería sorpresas y Firmino y Gabriel Jesús lo acompañarían en la ofensiva.

Casemiro retorna en el mediocampo tras su suspensión por amarillas, y la única duda en la lateral es Filipe Luis, aquejado de un dolor en la pierna y quien podría ser reemplazado por Alex Sandro.

Lionel por partida doble

Y si a Brasil le falta Neymar, en Argentina, el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, aún no deja sentir su presencia en el terreno de juego.

Él responsabiliza, en parte, al mal estado de los gramados, que impide hacer jugadas en dos toque y hace que la pelota brinque “como un conejo”. Sin embargo, admite que no está en su mejor condición.

En su “ausencia”, quien ha destacado es el atacante del Inter italiano Lautaro Martínez, y el artillero del Mánchester City, Sergio Agüero.

“Estamos demostrando que en cada partido entregamos todo”, ha dicho Lautaro. Pero nadie subestima a ‘Lio’.

“Es claro que todo cuidado es poco para un equipo con el mejor jugador del mundo”, reconoce el zaguero Thiago Silva.

Otro que también tiene un desafío es el DT de Argentina, Lionel Scaloni, a quien ganarle a Brasil le significaría un “upgrade” en su currículo de principiante.

“Creo que va a ser un juego bonito, queremos crear dificultades y ganar”, comentó.

Hasta ahora ha preferido mantener a Paulo Dybala como carta de recambio. Tal vez podría sorprender.

Hoy, cuando el árbitro ecuatoriano Roddy Zambrano pite el inicio del juego a las 7:30 p.m., los brasileños esperan una Argentina al ataque, en un torneo donde han faltado los goles durante los 90 minutos en cuartos de final y ha destacado una casi exagerada posición defensiva.

“No creo que Argentina llegue para defenderse, porque tiene jugadores de calidad, que atacan mucho, creo que van a venir encima de nosotros”, dijo el delantero Gabriel Jesús.

Ingrato recuerdo

El 7 de julio de 2014 pasó a los anales de la historia del fútbol por el ‘Mineirazo’, la mayor goleada sufrida por Brasil en un Mundial (en semifinales, 7-1 contra Alemania), en el Estadio Mineirao de Belo Horizonte, donde hoy la Seleçao volverá a jugar unas ‘semis’ de un gran torneo, esta vez contra Argentina y en la Copa América.

Brasil soñaba con un sexto título mundial y además en casa para espantar definitivamente el fantasma del ‘Maracanazo’ en 1950 y se encontró con un equipo germano que le arrolló hasta endosarle la derrota más humillante de la historia de la Vedeamarela.

Ante más de 58.000 espectadores atónitos que llenaban el Estadio Mineirao de Belo Horizonte, la ‘Mannschaft’ pasó como un huracán, con cuatro goles en seis minutos para sentenciar el pase a la final antes de la media hora de juego.

En una primera parte extraordinaria de los alemanes, Thomas Müller abrió el marcador a los 11 minutos y el rodillo germano continuó con los tantos de Miroslav Klose (23), Toni Kroos (24 y 26) y Sami Khedira (29) antes del intervalo.

En la segunda mitad completó la goleada Andre Schürrle con un doblete (69 y 79) y Oscar hizo el tanto del honor de Brasil en el 90.

Aún quedan en la memoria las imágenes de hinchas brasileños llorando en las gradas del estadio incluso antes del descanso, incrédulos ante el espectáculo que estaban presenciando. Otros muchos lo derramaron lágrimas ante el televisor por todo el país.

Julio Cesar, el golero que encajó los siete goles, trató de ofrecer respuestas a lo ocurrido aquella noche, pero acabó admitiendo que “explicar lo inexplicable es muy complicado”.

“Nadie aquí tiene amnesia ni va a olvidar lo que ocurrió, pero la vida es así, no podemos quedarnos pensando en las cosas malas que pasamos. Tenemos que pensar en las cosas buenas”, dijo el zaguero Thiago Silva, quien no jugó ese partido.

No será la primera vez que Brasil vuelva a jugar en el Mineirao. En noviembre de 2016, recibió precisamente a la Argentina de Messi y la derrotó por 3-0 en las eliminatorias suramericanas para Rusia-2018.

Pero sí será la primera vez que ese estadio vuelva a ser escenario de una semifinal de un gran torneo.