El Comité Olímpico Brasileño (COB) elevó este martes a cinco años la suspensión del voleibolista Wallace Leandro de Souza, tras "incumplir" la sanción de 90 días por haber incitado a la violencia en Instagram contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El campeón olímpico con Brasil en Rio de Janeiro-2016, de 35 años, había publicado a fines de enero pasado una historia con una fotografía suya en un club de tiro, consultando a sus más de 350.000 seguidores si le dispararían al presidente, con la herramienta de preguntas de la red social.
La publicación desató un escándalo y el laureado voleibolista fue suspendido de las canchas por el COB por un plazo de 90 días desde el 3 de febrero.
Sin embargo, Wallace consiguió interponer un recurso del Tribunal Superior de Justicia Deportiva del Voleibol (STJDV) que supuestamente lo habilitó a disputar la final de la Superliga masculina el 30 de abril.
En ese partido, Wallace ingresó a la cancha como refuerzo de su equipo, el Sada Cruzeiro de Belo Horizonte, que se consagró campeón.
Pero el COB deslegitimó la autorización y consideró que tanto el atleta como la Confederación Brasileña de Voleibol (CBV) desobedecieron la suspensión.
El jugador "actuó libremente en la cancha cuando se encontraba suspendido de sus actividades a raíz de un acto antiético (...) consistente en incitar a la violencia por medio de redes sociales sugiriendo tiros contra el presidente", dice la resolución publicada por el Comité de Ética del COB en su sitio web.
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Por ello, decidió agravar la suspensión "de 90 días para 5 años" aplicada a Wallace, "manteniéndolo alejado por ese período de todo evento" de la federación, confederación o comité olímpico.
También incrementó de uno a cinco años el plazo por el cual el jugador está impedido de representar a la selección de Brasil, de la que Wallace se retiró en 2022.
La CBV, que permitió la participación de Wallace el domingo, fue igualmente sancionada este martes y suspendida del COB.
Ante las repercusiones de su posteo, el jugador, un reconocido seguidor del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, borró la historia y se disculpó públicamente.
Pero el gobierno de Lula pidió inmediatamente sanciones y una investigación contra el deportista.