El atleta recordó que en los días de uniformado en la General Santander, para entrenar, se levantaba a las 3:00 a.m.

____________________

Las pistas de atletismo en Colombia han visto cómo miles de personas a través del tiempo han intentado sobresalir y no lo logran. Han sido pocos los casos de los que han logrado cumplir el sueño de triunfar, casos contados. El primero, y quizá uno de los más recordados, es el de Ximena Restrepo, la primera medalla olímpica del deporte base nacional.

Luego, vino una sequía de atletas de alto de rendimiento, muchos lo intentaron pero pocos realmente alcanzaron la gran meta. Apareció Caterine Ibarguen y volvimos a soñar, pero detrás de la gran figura de Caterine hay varios atletas que intentan sobresalir y lo están haciendo.

2019 sin lugar a dudas fue el año de la posta de 4 x 400, fueron campeones panamericanos, tuvieron una gran actuación en el mundial de atletismo en Doha, Catar, inclusive uno de los integrantes logró un segundo lugar en los 400 metros planos, Anthony Zambrano. Pero la historia de la posta de los 4 x 400 no empieza ni termina con Zambrano, que sin lugar a dudas, va a tener un capítulo muy importante en la historia del atletismo colombiano. Pero la historia de hoy no es la de él.

La historia de hoy tiene como protagonista a Diego Armando Palomeque Echavarría, el hombre de 26 años nacido en Apartadó, Antioquia, cuna de los grandes representantes del atletismo colombiano. Sin embargo, esta es otra historia, para otro momento.

Diego es un tipo jovial, buena gente, amable y divertido, siempre busca sacar una carcajada a la gente, aunque él dice que es muy serio, además de ser corredor hizo parte de la Policía Nacional durante un tiempo. Al igual que varios de sus colegas atletas, la intención de ser Policía se desvaneció luego del atentado que sufrió la Escuela General Santander, en la cual se encontraba él hace unos años, pero nos estamos adelantando mucho en el tiempo, ya tendremos espacio de que el mismo Palomeque cuente esa historia. Vamos al principio.

Diego Armando Palomeque fue el primer colombiano que vi correr en las grandes ligas del atletismo mundial, desde 2011 pintaba como alguien promisorio cuando se coronó campeón suramericano juvenil en los 200 metros, en ese mismo campeonato obtuvo 3 preseas de plata una en los 100 metros planos, otra en los 4x100 y la última, en los 4x400. De ahí en más, obtuvo varios e importantes títulos a nivel suramericano, inclusive es el hombre más rápido de Colombia en los 100 metros, un título que va a tener que defender contra su amigo y compañero Anthony Zambrano, quien se lo quiere quitar, pero esa es otra historia.

Diego empezó a hacer historia en una disciplina en donde Colombia no aparecía, el gran problema es que al no tener una tradición en estos deportes, poco se sabe de ellos y siempre van a ser comparados con los grandes exponentes en donde evidentemente las diferencias siempre serán amplísimas, pero aún y con eso en contra, Diego puede jactarse de ser el único colombiano que corrió contra el ‘Hijo del Viento’, Usaín Bolt y lo hizo en el mundial en donde Bolt le dijo adiós a las pistas.

Historias hay muchas por contar y seguramente, esta entrega tendrá que alargarse para poder develar todo lo que tiene por decir Palomeque, quien en plena cuarentena recibió a EL NUEVO SIGLO, con la intención de despejarse un rato, pero sobretodo, entretener a los lectores con sus historias.

Diego es un tipo que entrena a diario, la verdad es raro verlo en la casa, y no es que sea callejero pero no es natural verlo tanto tiempo en casa, es por eso que estos días de cuarentena se le pueden hacer un poco más largos.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo va la cuarentena?

DIEGO PALOMEQUE: (Risas) Tienes razón mi Pana, callejero no soy, pero hasta ahora, la tomo de la mejor manera, pasándola con la familia, entrenando un poco en casa, recuperando el tiempo familiar, porque me hacía mucha falta, este año empecé muy bien, estuve mucho tiempo lejos de casa pensando en un objetivo claro: Tokio 2020, que este año lastimosamente no se pudo ejecutar pero Dios tiene todo el tiempo estipulado para cada uno, entonces, la verdad ahora estoy mentalizado en 2021.

ENS: El año pasado le fue muy bien y traía usted gran nivel para Tokio 2020, ¿cómo se estaba preparando para estas justas que pintaban para ser históricas en el atletismo colombiano?

DP: El año pasado, que aún estaba en la Policía, el entrenamiento me costó muchísimo. Tenía que hacer muchas cosas en paralelo con el deporte, entonces me costó mucho, mejor dicho se lo pongo así la preparación que tuve no fue la mejor, pero aun así pude ser campeón panamericano y cuarto a nivel del mundo.

ENS: Pero espere, usted estaba en la Policía e igual le dio para ser campeón de los 4 x 400, cuéntenos un poco cómo era ese entrenamiento que le dio para estar en forma, ¿qué lo ponían a hacer, perseguir ladrones a toda velocidad?

DP: (Risas) No, no, mi hermano tampoco, pero pues nos levantábamos muy temprano, a las 3 de la mañana a trotar 40 minutos, teníamos que hacer el aseo, el desayuno a las 4:30, a las 6:00 iba a estudiar, a las 12:00 almorzaba, hacía aseo hasta las dos de la tarde, luego clase y si había tiempo, después de clases a las 4:00 podía entrenar, pero a esa hora yo ya estaba cansado, luego llamaban a formar y siempre en esas formaciones se demora uno, como una hora esperando a que llegue el comandante. Entonces, si haces cuentas claras el único entreno que yo realizaba y podía hacer era a las 3:00 a.m., de 3 a 4, luego el tema de la recuperación era nula, porque a las 11:00 p.m. te acostaban y a las 3:00 despierto. Era muy difícil recuperarse como se debe, mejor dicho, logré lo de los Panamericanos, primero por mi equipo, por mi país, pero sobre todo por las ganas, las ganas de tener esa medalla en el pecho, de no quedarle mal a mi familia, a mis compañeros, ni al país. Salí a correr con todo lo que tenía.

ENS: De haber seguido en la Policía, ¿en qué grado estaría ahora?

DP: Ahora sería Cadete antiguo, este año me estaría graduando y sería Alférez, pero pues yo decidí correr, esta es mi pasión, es lo que yo hago sin quejarme, aunque duela, es lo que me motiva a levantarme todos los días en la mañana, así que decidí correr hasta que mis piernas me digan que ya no puedo más.

ENS: ¿De dónde nace ese amor por el atletismo?

DP: Todo esto nace en Carepa, Antioquia, con el entrenador Jhon Lemos Mosquera; él, ahora mismo  entrena en el Valle, a mí siempre me gustó correr, pero no sabía que mi talento podía ser este, lo que pasó con Jhon es que él tiene un ojo clínico para sacar corredores. La historia es que él me vio corriendo un día en el estadio y no le voy a decir mentiras, cuando eso pasó yo no quería correr, porque la verdad eso cansa mucho, pero él iba todos los días no le miento, todos los días en la mañana a tocarme la puerta de la casa y se asomaba a la ventana, mi mamá me levantaba y me echaba de la casa para que dejaran la bulla que hacia el profesor tocando en la puerta hasta que me iba a entrenar.

Espere la próxima semana la segunda y última entrega del especial con Diego Armando Palomeque en dónde contará la rivalidad que tiene con su amigo y compañero de equipo Anthony Zambrano, además de sus sueños olímpicos y más.