El estadio olímpico de Berlín, escenario de la 24ª edición de los Campeonatos de Europa de atletismo del 6 al 12 de agosto, es un templo del deporte que permanecerá para siempre asociado a los Juegos Olímpicos de 1936, evento que fue explotado por la Alemania nazi con fines propagandísticos.
Bajo la mirada de Adolf Hitler y de otros dirigentes nazis, los atletas negros, por primera vez convocados para representar a la selección de Estados Unidos, acumularon triunfos en esta cita.
Particularmente, el esprínter negro estadounidense Jesse Owens infringió a la supuesta superioridad aria una tremenda humillación colgándose cuatro medallas de oro (100 metros, 200 metros, relevo 4x100 metros y longitud).
Y, 82 años después, la sombra de aquellos Juegos todavía planea sobre el estadio. Hay que decir que la arquitectura de este recinto monumental, con su piedra gris, sus columnas y estatuas de gigantes, aún recuerda inevitablemente que fue construido por el régimen nazi.
. Algunas fechas:
Agosto 1936. El 3 de agosto, Jesse Owens se impone en los 100 metros con un tiempo de 10 segundos y 3 décimas. Al día siguiente, vence el concurso de salto de longitud. El 5, no encuentra rival en los 200 metros y luego completa su cosecha el 9 de agosto en compañía de sus compañeros del 4x100 metros. Sus hazañas supusieron una mordaz negación de la supuesta superioridad de la "raza aria".
26 agosto 1977. Alrededor de la 19h00, Rosemarie Ackerman, representando a Alemania del Este, se convierte en la primera mujer en el mundo en superar los 2,00 metros de altura, techo de una serie de siete saltos, que se inició con el listón en 1,75 metros, todos válidos en el primer intento.
9 julio 2006. La noche berlinesa otorga la 4ª estrella a la Squadra Azzurra en la final de la Copa del mundo de fútbol, a la conclusión de la final contra Francia, resuelta con una tanda de penales y después de la expulsión de Zinedine Zidane, que agredió al defensa Marco Materazzi propinándole un cabezazo en el pecho.
16 y 20 de agosto 2009. Durante los Mundiales de atletismo, el mejor Usain Bolt de la historia mejoró sus récords del mundo de los 100 metros (9.58) y 200 metros (19.19) sobre la pista azul. Al término de la fantástica cabalgada en los 100 metros, el estadio contuvo la respiración durante dos o tres segundos. El tiempo necesario para descargar una emoción tan fuerte. Cuatro días más tarde, en los 200 metros, Bolt voló, relegando al segundo clasificado, el panameño Alonso Edward, a 69 centésimas... De otro planeta.