Una nueva generación de jugadores suramericanos estará en las canchas de la MLS cuando la temporada 2018 del fútbol de liga estadounidense se inicie este fin de semana, dando brillo a un torneo que se ha transformado en destino de talentos emergentes.
Más de una década después de que la llegada de David Beckham a Los Ángeles fuera seguida por el arribo de estrellas europeas en sus últimos años de carrera, los clubes de la MLS apuntan sus baterías al fútbol sudamericano para reforzar sus planteles.
Más de sesenta jugadores de esta región estarán desperdigados en los equipos de la MLS, muchos de ellos en los primeros años de sus carreras profesionales, con la esperanza de que sea un trampolín para llegar a ligas de mayor nivel.
Miguel Almirón, delantero paraguayo de 24 años, se prepara para jugar por segundo año en el Atlanta United, tras su exitoso debut en este equipo en 2017.
Almirón, que anotó nueve goles en treinta partidos, ha atraído el interés de varios clubes europeos, entre ellos Inter de Milán, Arsenal y Newcastle United.
El atacante guaraní no escondió su intención de utilizar a la MLS como plataforma para llegar al fútbol del viejo continente.
Trampolín
“Es un puente a Europa”, dijo a medios de prensa días atrás en Los Ángeles.
“La MLS es observada alrededor del mundo. Mi objetivo desde que estaba en Lanús (club de Argentina) es ir a Europa”, admitió.
Su compañero de ataque en Atlanta, el venezolano de 24 años Josef Martínez, concuerda con él.
“Si uno juega bien acá tiene una chance de llegar a Europa, así que bienvenida sea la oportunidad”, dijo Martínez.
Almirón y Martínez son dirigidos por el ex técnicos de las selecciones de Argentina y Paraguay y del Barcelona, el argentino Gerardo 'Tata' Martino, que codujo a Atlanta a los playoffs en su primer año en la MLS.
Martino fue clave para asegurar los servicios de otra naciente estrella sudamericana, el argentino Ezequiel Barco, de 18 años.
Barco, que defendió ocho ocasiones a la selección argentina Sub-20, llegó a Atlanta desde Independiente de Avellaneda en una cifra récord para la MLS de quince millones de dólares.
La llegada de Barco supone un golpe sobre la mesa tanto de Atlanta como de la MLS. En el pasado los jóvenes talentos argentinos saltaban directamente al fútbol europeo antes de recalar en Estados Unidos.
Bob Bradley, ex DT de Estados Unidos y el Swansea quien dirigirá a Los Ángeles FC que debuta este año en la MLS, dijo que la presencia de sudamericanos es el camino correcto que debe seguir la Liga norteamericana.
Los Ángeles FC tienen la esperanza de haber conseguido su propia gema sudamericana al contratar al delantero uruguayo de 19 años Diego Rossi, que viene de ser campeón nacional de su país con Peñarol.
“Como la MLS ha crecido, creo que estos jóvenes jugadores se dan cuenta de que es una oportunidad excelente para venir a construirse un nombre, en algunos casos también para después pasar a otra liga más poderosa”, dijo Bradley.
“O puede ser simplemente porque es donde quieren estar. Cualquiera que ha pasado tiempo en Sudamérica sabe que hay mucho talento allí. No es ningún secreto”, afirmó.
Federico Higuaín, el hermano mayor del goleador de la Juventus Gonzalo Higuain, dice que la llegada de jóvenes talentos como Barco refleja la madurez de la MLS, donde Atlanta atrajo un promedio de 48.200 personas por partido la temporada pasada.
“Alrededor del mundo el público está observando como esta liga está creciendo rápidamente”, dijo Higuaín, que ha jugado para Columbus Crew desde 2012.
Otra de las jóvenes promesas que llegó a la MLS es el colombiano Santiago Mosquera, revelación con Millonarios y campeón en diciembre pasado con el club azul, recomendado por el técnico Oscar Pareja.