El marcador del tiempo reglamentario terminó 1-1 y en el primer alargue de esta segunda ronda no se modificó para nada y la suerte de la ruleta rusa de los penales le dio el tiquete de llegada a los cuartos de final al conjunto local, que puso a gritar toda la noche a los 78.011 aficionado que asistieron a Luzhnild Stadium y los millones de seguidores que vieron el partido desde el confort de sus hogares y al final los desfiles por las calles no se hicieron esperar.
El juego fue un concierto de buen fútbol de España, tocó el balón por todos los sectores del campo, hizo que los rusos fueran y vinieran cuando ellos quisieron, la precisión en los pases en la mitad del campo fue realmente un espectáculo, pareciera que solo había un equipo en la cancha y que cuando quería llegar siempre se encontró con una muralla a la que no pudo superar excepto cuando se dio el autogol de Sergey Ignashevvich, quien atacó una pelota que fue a parar al fondo de la red de su propio arco.
Después de ahí, los rusos se pararon en su línea y contraatacaron de tal manera que en un balón de derecha Pique, siempre Pique, le metió la mano al balón y el árbitro de Holanda Bjom Kuipers, que estaba muy cerca de la acción pitó el penal, que convirtió Artem Dyzyuba, quien lleva marcados tres goles en cuatro juegos.
El partido entró en un marasmo absoluto hasta finalizar los 45 minutos iniciales.
Todos creíamos que la cosa para la parte complementaria sería diferente, pero nada cambió, pese a que Fernando Hierro hizo todo lo posible por darle mayor volumen de ataque, su equipo no respondió y el Rey de España que se encontraba en la tribuna de honor prendió más de un tabaco para procurar calmar los nervios que este tipo de situaciones se presentaban en el terreno de juego.
España no descifró de ninguna manera cómo romper el bloque defensivo que le montó Rusia, jamás creyeron que incluso cuando iban en ventaja los locales se mantuvieran fuertes. Los 1.135 pases que hicieron los ibéricos a lo largo del partido dicen muy a las claras de que fue este concierto donde la orquesta toco y el cantante no llego. El Amo de los juegos es el gol y las opciones solo aparecieron en dos oportunidades durante el partido, que llegó al límite del reglamento y los españoles no se prepararon de ello, porque Iago Aspas y Koke se los comió el miedo escénico, se asustaron con la presión que se tenía desde la tribuna y desperdiciaron las opciones.
Los españoles, campeones en Sudáfrica, creyeron que de solo camiseta y títulos se podía superar a los del viejo CCCP y eso en estas épocas ya no vale, por eso se han ido Argentina, Alemania, Portugal y ahora la ‘Roja’ que dejó el torneo a media marcha.
Lo que le acaba de ocurrir a los españoles es justamente por la desorganización que vive a la interna el fútbol ibérico, porque tienen si no la mejor liga profesional del mundo, es una de las mejores, con jugadores de altísimas condiciones, pero no han hecho nada por las divisiones inferiores y sus jugadores son desplazados por profesionales de otras partes del Mundo.
Es increíble que apenas comenzaba el Mundial y España tuvo que cambiar de técnico porque el que traía, lo contrató el todo poderoso Real Madrid. Le importó muy poco a don Florentino presidente del club merengue, anunciar la nueva contratación, sin darse cuenta que le iba hacer un mal a su selección.
Fernando Hierro, al término de partido lamentó la eliminación de su equipo y dijo que sus jugadores lo habían dejado todo en el campo, que aquí no había culpables de nada, solo que dolía mucho irse del Mundial sin ser mucho más protagonista.
Este fue el Mundial de las despedidas. Se van de la selección Pique, Sergio Busquets, Jordi Alba, Sergio Ramos, Diego Costa David Silva, Andrés Iniesta, Pepe Reina, Iago Aspas, Nacho Moreal, casi medio equipo titular y unos cuantos suplentes, todos rayan con los 31 y más años.
Adiós España, esta noche festejo con vocka y cerveza, el buen viento y buena mar de los que se van a reunir con los alemanes, quienes tampoco lograron defender el título. Será hasta el 2022 en Qatar.