Los 'skaters' se domestican para alcanzar el sueño olímpico | El Nuevo Siglo
AFP
Martes, 9 de Julio de 2019
Agence France Presse

Reyes del deporte urbano, adalides de la libertad y la rebeldía sobre ruedas, los 'skaters' domestican su estilo de vida y se preparan como deportistas de alto nivel con el sueño de conquistar el oro olímpico en Tokio 2020.

"Ahora somos atletas, entre comillas, atletas urbanos", bromea Danny León.

Con vaqueros, camiseta ancha oscura y una gorra pegada a su cabeza incluso realizando sus piruetas a varios metros de altura, este joven español de melena estilo surfero es claro aspirante a viajar el próximo verano a Japón.

"Antes era bajar a la calle y patinar. Ahora entrenamos: hacemos ejercicios y estiramientos antes y después para recuperarnos bien, cuidamos más el cuerpo, comemos mejor, nada de hamburguesas y pizza", explica a la AFP durante los World Roller Games, una competición que aúna estos días en Barcelona a patinadores de todas las modalidades.

"Estoy haciendo mucho gimnasio para mejorar mi resistencia y luego entreno unas cuatro horas al día, repitiendo trucos todo el rato", coincide el portugués Gustavo Ribeiro, una de las estrellas mundiales a sus 18 años.

Número dos del ránking mundial en la categoría 'street', es firme candidato al podio olímpico. "Es loco pensar que puedo conseguir una medalla de oro representando a mi país".

 

- Vagos y fumones -

Su ilusión contrasta con los recelos que el colectivo mostró al conocerse la noticia en 2016, criticando que los Juegos laminarían la esencia de este fenómeno entre el deporte y la filosofía de vida.

"Si quieres hacerlo por diversión, puedes ir a la calle, hacer tus trucos, pasarlo bien y tomar unas cervezas. Pero yo quiero tomármelo en serio", tercia el argentino Matias dell Olio.

"Me levanto temprano, voy al gimnasio a entrenar, voy al spa, estiro, como mejor. Patino desde que tengo seis años y es mi estilo de vida. Pero también es mi trabajo".

En el caso del peruano Angelo Caro, sorprendente ganador de la prueba de Barcelona, la inclusión olímpica le abrió las puertas al centro de alto rendimiento para deportistas de su país.

Con su menudo cuerpo lleno de moratones y cicatrices fruto de las múltiples caídas con el monopatín, Caro confía en que Tokio 2020 sirva también para desmontar ciertos estigmas sobre los 'skaters'.

"La gente que nos ve como unos vagos o unos fumones podrá ver que es realmente un deporte muy bonito, con mucho talento y mucho esfuerzo. Todos los días nos caemos, nos golpeamos, es sacrificado", asegura.

También será una gran oportunidad para el movimiento olímpico, afirma el presidente de la federación internacional de patinaje World Skate, Sabatino Aracu.

"El skate es sangre joven, aire fresco para los Juegos", dice a la AFP.

 

- "¿Cómo tendremos que ir vestidos?" -

El camino hacia Tokio no fue sencillo para ellos: tuvieron que homogeneizar las reglas de puntuación, establecer un sistema clasificatorio y adoptar un programa antidopaje hasta ahora inédito en la disciplina.

En total habrá 80 'skaters' en competición, 20 por categoría ('street' y 'park', masculino y femenino) con un máximo de tres representantes por país en cada prueba.

Para asignar las plazas, la federación estableció un sistema de puntaje en base a los resultados obtenidos en las principales competiciones del circuito internacional.

Este sistema, reconocen los deportistas, les hace ser más conservadores: si antes arriesgaban con trucos espectaculares, ahora prefieren asegurar los puntos.

"Vamos con la calculadora. Hay trucos que valen 8 y 9 puntos, pero si te queda una ronda y necesitas solo siete, haces un 'trick' más fácil para asegurarte el podio", dice Dell Olio.

"Hay muchas estrategia", dice Danny León.

Sentado entre otros competidores con indiscutible estilo urbano --gorras, camisetas y camisas holgadas, vaqueros, zapatillas anchas...--, algo que inquieta al 'skater' español de cara a Tokio.

"¿Cómo tendremos que ir vestidos? No me imagino con el chándal. Patinamos todos con vaqueros, con la gorra, espero que nos dejen ir como queramos", dice en un último arrebato de rebeldía.