Las expectativas del partido se desinflaron con el flojo desempeño de Millos que una vez más dejó escapar puntos en condición de local. Van tres fechas y los dirigidos por Miguel Ángel Russo no han conseguido la primera victoria de la temporada en casa por la Liga Águila durante el semestre Clausura.
A pesar de la buena asistencia y de un gran ambiente que acompañó a los albiazules en el duelo, el resultado no se dio y los delanteros de la escuadra no lograron marcar. El mediocampo presentó problemas para entregar el balón y la presión comienza a aumentar, pues se está descuidando la Liga, como ocurrió la campaña anterior, donde no clasificaron a los ocho.
En la primera parte del encuentro el Deportivo Cali inició presionando en la salida a los centrales de Millonarios. Andrés Felipe Cadavid y Matías De Los Santos tuvieron problemas para entregar el balón pues los centrocampistas estaban marcados por jugadores del conjunto rival.
Gerardo Pelusso, director técnico de los visitantes, organizó un sistema que se basó en la capacidad física, lo que por momentos comenzó a perder vigor en parte por la altura. Asimismo, la opción más clara de los 90’ la tuvo Cesar Carrillo quien lanzó un tiro certero que terminó en el poste del arco protegido por el experimentado Camilo Vargas.
Millonarios entró al campo confundido, pues a diferencia de otros encuentros el Deportivo Cali estaba manejando la pelota con Matías Cabrera y Nicolás Benedetti repartiendo con calma el balón. De forma temprana, Felipe Banguero se llevó la amarilla, mientras que por el visitante Juan Camilo Angulo recibió amonestación por una fuerte entrada a un contrincante.
En el ataque de los albiazules el más destacado fue Ayron Del Valle, que con sus movimientos confundió en más de una ocasión a la defensa azucarera. Dos atajadas de Camilo Vargas evitaron que Millos se fuera en ventaja, aunque fue mejor el cierre del primer tiempo que el inicio para los bogotanos. Por otra parte, John Duque estaba jugando un gran encuentro, pero salió de cambio en el segundo tiempo por Juan Guillermo Domínguez.
La plantilla de Millonarios se evidenció incómoda en el desarrollo del partido, porque el Deportivo Cali en más de un tramo del cruce manejó el balón. Con todo, David Macalister Silva, Juan Guillermo Domínguez y Christian Marrugo se mostraron acelerados para brindarle la pelota a los delanteros que contaron con pocas alternativas para anotar.
Los cambios de Russo no funcionaron y ahora los capitalinos deben salir al Pascual Guerro y buscar el resultado contra el América. A diferencia de otros instantes en los que se lo vio flojo de forma, Wuilker Faríñez respondió de acuerdo a lo esperado y salvó a su club de la derrota. Entretanto, el equipo cierra la semana en la posición número 11 de la tabla con tan solo 6 puntos de 15, mala racha en el inicio de la campaña.
El escenario para Millos no es positivo pues aún no ha conseguido sumar en casa y en la próxima fecha debe visitar al América en Cali. Es cierto que los escarlatas se quedaron sin entrenador en el transcurso de la semana, sin embargo preocupa la irregularidad de los capitalinos, que en el Campín suman dos empates y una derrota frente al Independiente Medellín.
Entre semana, los bogotanos reciben a Boyacá Chicó por los octavos de la Copa Águila. Es cierto que este torneo es de menor envergadura, pues la prioridad es la Suramericana y la Liga, no obstante, brinda cupo a la Suramericana 2019 por lo cual debe ser prioridad para el conjunto aunque existe la opción de que el entrenador rote un poco la nómina para darle descanso a los titulares y evitar lesiones.
Puede que el equipo muestre actitud, pero si no define los resultados se re-encuentra con los fantasmas que estuvieron de su lado la temporada pasada. De igual manera, el partido por los octavos de Suramericana será con Independiente Santa Fe y al parecer los de Russo están confiados de su rendimiento, pero un clásico es diferente y no puede enfrentar a los cardenales con el desempeño que han mostrado en los últimos duelos del campeonato local. Millos no puede seguir dormido en los laureles y olvidar que ganar la estrella número 16 es una obligación.