Osada Venezuela desafía a una Argentina bajo presión | El Nuevo Siglo
AFP
Viernes, 28 de Junio de 2019

Dirigida por Rafael Dudamel, demostró solidez defensiva, mientras que los de Lionel Scaloni llegan muy cuestionados

La Argentina de Lionel Messi, un equipo que vive en un constante tobogán de emociones, tendrá hoy una nueva prueba que superar en su duelo de cuartos de final de la Copa América con Venezuela, la otrora ‘cenicienta’ que se le ha rebelado en sus últimos tres choques.

La Albiceleste, la selección de un país que vive el fútbol como una religión, tiene dos Mundiales y 14 Copas de América en su vitrinas. La Vinotinto, de un país donde el béisbol es el rey, nunca ha ido a un Mundial y no ha ganado ningún torneo continental, aunque su buen desempeño en los últimos años está despertando la afición por el fútbol a los venezolanos.

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Esta vez las cosas escapan a la lógica y el duelo del Maracaná a las 16H00 (19H00 GMT) está cargado de emoción. El ganador se las verá en semifinales con Brasil o Paraguay.

Argentina llega por los pelos a cuartos, tras perder por Colombia 2-0, empatar con Paraguay 1-1 (el portero Franco Armani evitó la derrota al atajar un penal) y ganar a Catar.

Pero su rendimiento en el torneo, y el de Messi, lejos del nivel que ofrecen en Barcelona, dejó más dudas que buenos augurios: le sobró ‘Messidependencia’ y le faltó juego de equipo y contundencia en defensa.

“Tenemos que estar marcando, estar bien atentos (...) para no llevarnos ninguna sorpresa”, dijo el portero de River tras entrenar con su equipo en Rio de Janeiro.

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“Arrancamos de menor a mayor en esta Copa, partido tras partido hemos ido ganando confianza, hemos ido ganando el funcionamiento que el equipo necesita, y llegamos muy bien a este partido de cuartos de final”, explicó el portero.

En el entrenamiento celebrado el miércoles en las instalaciones del Fluminense, el técnico Lionel Scaloni, consciente de la debilidad de Argentina en defensa, probó con Juan Foyth en el lateral derecho, lo que dejaría a Renzo Saravia en el banco.

En el centro del campo, muchos ven en Marcos Acuña, del Sporting de Lisboa, un buen recambio de Giovani Lo Celso, del español Betis.

La Vinotinto es una selección joven, todavía en formación, muy sólida en defensa -sabe sufrir para aguantar un resultado- y juega mucho al contragolpe, sobre todo por las bandas, en busca del punta Salomón Rondón, una de las estrellas, del Newcastle inglés.

En los últimos tres partidos contra Argentina, la Vinotinto ha sido una pesadilla para la Albiceleste. En los dos primeros se firmaron las tablas. En el último, un amistoso en Madrid en marzo, perdió 3-1, el día que volvía Messi, tras un paréntesis con la selección después del Mundial de Rusia-2018.

En las idílicas instalaciones de la Escuela de Educación Física del Ejército, a la sombra del imponente Pao de Açúcar de Rio de Janeiro, los pupilos de Rafael Dudamel llevan toda la semana entrenando con la mira puesta en su objetivo: repetir, como mínimo, el cuarto puesto de la Copa América-2011.

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Y no esconden su esperanza y se refieren al partido de hoy como una “linda oportunidad para dar un golpe sobre la mesa”, en palabras de Rondón.

“Hace rato se dejó de ganar con la historia, con los nombres. Hoy en día importa mucho el funcionamiento colectivo, el qué eres como equipo. Les respetamos a todos, pero a ninguno le tememos”, advirtió de su lado el capitán Tomás Rincón.

A saldar deudas

Rondón, Rincón y Luis Miguel Seijas fueron víctimas de Argentina en cuartos de final de la Copa América Centenario-2016.

En ese partido disputado en el Gillette Stadium, en Foxborough (Massachusetts), los argentinos demostraron su superioridad histórica y de talentos y terminaron arrollando a los caribeños con un 4-1 inapelable.

“Esta es otra generación, otro momento, y hoy en día hay una transición, que es un poco también lo que vive Argentina, que tenía en la época un grupo muy estructurado pero ahora llega con otros jugadores”, explicó Seijas.

Ahora el azar ha querido que la Albiceleste y la Vinotinto se enfrenten también en cuartos de la Copa América, en el majestuoso estadio Maracaná de Rio de Janeiro.

Pero esta vez pueden saltar chispas, y la emoción está asegurada. Argentina no es lo que era en esa época -terminaría perdiendo la final contra Chile por penales, igual que un año antes en la Copa de 2015-, y tampoco Venezuela es vulnerable como antaño.

La Albiceleste llega por los pelos a cuartos, tras perder por Colombia 2-0, empatar con Paraguay 1-1 (el portero Franco Armani evitó la derrota al atajar un penal) y ganar a Catar por 2-0.

Los de Dudamel, en sus dos empates sin goles contra Perú y Brasil y el 3-1 a Bolivia en la primera fase, han mostrado una solidez defensiva, capacidad de sufrir para aguantar un resultado y rapidez en el contragolpe, algo que puede ser letal para la debilitada defensa argentina.

“Tenemos ese clavo porque es la misma situación y la misma instancia, así que esperamos que sea un lindo día y creo que no hay mejor escenario como un estadio tan emblemático para el mundo del fútbol como el Maracaná para cambiar la historia”.

Tras los resultados de los últimos tres partidos contra Argentina: dos empates, en eliminatorias para el Mundial de Rusia-2018, y una victoria en un amistoso en Madrid en marzo por 3-1, el día que volvía Messi (tras un paréntesis con la selección después de Rusia-2018), los venezolanos se sienten más tranquilos.

“El partido va a cambiar completamente (en relación al de Madrid), por el escenario y el tipo de torneo. Pero nos dejó unas buenas sensaciones, por cómo se hicieron las cosas”, agregó Seijas./AFP