Millonarios, que desde la llegada de Alberto Gamero al banco técnico se ilusiona con estampar la estrella 16 en su escudo, sigue desprendiéndose de sus florecientes figuras, ¿por qué?

El plan 2021-2025 diseñado por los directivos contempla los objetivos claros. Así, para el año pasado la meta era generar US$2 millones en venta de jugadores, meta que se cumplió con la sola transferencia de Emerson “Rivaldito” Rodríguez a la MLS.

Otro de los propósitos era clasificar a los cuadrangulares finales y se cumplió, así como el de disputar “al menos una final”. Los azules fueron campeones de la Copa BetPlay y de paso cumplieron otro objetivo, el de disputar un torneo internacional, en este caso la fase dos de la Copa Libertadores que está por comenzar.

Las metas para este año son disputar, al menos, la fase de grupos de la Copa Libertadores, clasificar a las instancias finales de los torneos Apertura y Finalización, jugar mínimo dos fases de la Copa Suramericana y generar US$2 millones con la venta de jugadores.

Con el traspaso de Carlos Andrés Gómez al fútbol de Estados Unidos, se superó con creces el objetivo de recaudar los US$2 millones. Es ahí donde surge el interrogante: ¿por qué se sale de otra de las figuras, en este caso Daniel Ruiz?

Para la afición, desprenderse de dos jugadores claves en el funcionamiento del equipo dirigidos por Gamero, resulta inexplicable y más cuando ya se habían hecho a la idea de que el único que se iría sería el extremo derecho.

Pero a la necesidad de los directivos de continuar fortaleciendo las arcas del club y abonando al alto pasivo que por años ha arrastrado, se agrega que, según se ha rumorado, se presentaron diferencias entre el jugador, quien quería marcharse para asegurarse un mejor futuro, y el técnico Gamero.

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Sea cual sea la razón de la partida de Ruiz hacia el Santos de Brasil, el negocio resulta muy rentable para Millonarios, que inicialmente lo cedió a préstamo por US$1 millón, con una opción de compra, que de hacerse efectiva, le reportará ingresos por unos US$4 millones, con una salvedad, los azules se reservan el 30% de los derechos.

Lo anterior quiere decir que en caso de que Ruiz sea traspasado a otro club, los celestes tendrán derecho a un 30% del valor de la transacción.

Sin embargo, para los aficionados no hay explicación válida porque, aunque el club ha venido cumpliendo los objetivos del plan 2021-2025, está pendiente la conquista de la estrella 16.

La ilusión había crecido con la contratación de los goleadores Fernando Uribe y, especialmente, de Leonardo Castro, pero ahora las dudas aumentan porque el equipo se desprendió de sus dos extremos.

Ahora bien, aunque se dice que los directivos trabajan en la búsqueda de un sustituto para Ruiz, que podría ser Andrei Estupiñán, hay quienes consideran que la posición puede ser ocupada por Yuver Quiñones, quien ha tenido buenas presentaciones últimamente o por Edgar Guerra, quien ha sido utilizado hasta de lateral derecho.

Otra alternativa es Oscar Cortés, actualmente en la Selección Colombia, que busca cupo al Mundial Sub-20 de Indonesia y quien también ha venido pidiendo pista en la formación titular.

No hay que olvidar que Millonarios, de ser un club comprador, que invertía millones de pesos en las divisiones interiores pero no promovía jugadores, pasó a ser vendedor y a explotar los elementos que se forman en la cantera.

Aun así, queda la pregunta: ¿vale la pena desmantelar el equipo apenas iniciando el torneo y teniendo Copa Libertadores a la vuelta de la esquina?