Antes de comenzar el campeonato muchos pronosticaban que Leo Messi le llevaría a Argentina el anhelado trofeo. De igual manera, en Brasil esperaban que Neymar fuera el hombre que les brindaría el sexto Mundial. Por su parte, Cristiano Ronaldo quería repetir la hazaña de la Eurocopa 2016 y sacar a Portugal campeona en Rusia. La realidad es diferente, ninguna de las máximas figuras del fútbol sigue con vida en Rusia.
Empezamos con Lionel Messi, quien tras el fracaso de Argentina en la Copa América ante Chile, decidió volver a vestir los colores de la albiceleste. Los hinchas de este plantel, tenían la esperanza de ver un título luego de más de 20 años sin lograr un trofeo.
La suerte no estuvo de la mano de los sudamericanos, que una vez más, volvieron hacer un papelón. El tema que más molestia causó en el país, fue el bajo desempeño de Jorge Sampaoli, quien fue nombrado a última hora tras la destitución de Edgardo Bauza.
Precisamente, con Neymar se da una historia parecida a la del argentino, con una diferencia la edad, este brasileño aún tiene cuerda como para dos mundiales más, pero la falta de seriedad, pues en lugar de generar juego, buscaba las infracciones y en esta ocasión los árbitros no le prestaron la atención debida.
Neymar prefirió las simulaciones en el área, a realmente procurar que los rivales se preocuparan por su habilidad, que se mostró en un bajo rendimiento en parte por la delicada lesión que sufrió en la Ligue 1 con el Paris Saint Germain.
Para cerrar el ciclo de los internacionales, hay que mencionar a Cristiano Ronaldo, jugador ha ganado todos los títulos con su equipo, el Real Madrid, en donde se rumorea que el portugués fichará por la Juventus luego de nueve años en las filas del Santiago Bernabéu.
Ahora, Cristiano a diferencia de Messi y Neymar arrancó con fuerza el Mundial, anotando hat trick ante España. No obstante, ante Uruguay en los octavos de final no logró derrotar el férreo muro celeste, y fue un fantasma en el duelo.
Para finalizar y hablar de los de casa, en Colombia, la gran expectativa eran James Rodríguez y Falcao García. El primero llegó con molestias en el sóleo que no le permitieron participar en el cruce ante Senegal, por la fase de grupos, y en el partido frente a Inglaterra de los octavos.
En otro orden de ideas, Falcao lucho durante cuatro años para asistir a un mundial y dejar hasta el último sudor en la cancha.
En Rusia 2018 logró su cometido, fue defensa, volante, delantero y consiguió una anotación pero no fue suficiente para que Colombia pasara de los octavos de final.
Paradójicamente, vinimos al mundial a ver estas dos figuras y terminamos aplaudiendo a un humilde hombre de Guachené, Yerry Mina, un jugador que hasta no hace mucho el Barcelona había dicho que lo retiraría del plantel porque no había campo para este defensor central por la presencia de Piqué, Umtitti, Lenglent y Vermalen en la última línea. Vinimos a ver a Falcao y a James, pero resultamos aplaudiendo a Yerry Mina.