Baja de alimentos quebró alza de inflación | El Nuevo Siglo
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Viernes, 6 de Septiembre de 2019
Redacción Economía

Un ligero respiro al incremento de la inflación se registró en los resultados de agosto, cuando apenas se presentó un aumento de 0,09%. Este comportamiento se debe principalmente por la disminución en las presiones al alza en el costo de los alimentos que permitieron “quebrar” dicha tendencia.

Además, esta cifra y el rumbo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), será tenido en cuenta por la Junta Directiva del Banco de la República cuando se reúna a finales de mes para determinar la política monetaria y las tasas de interés de intervención, que al parecer continuarán estables en 4,25% durante este año.

Pero así mismo, permite establecer que la inflación para final de año podría estar levemente por encima de la meta promedio de 3% dentro del rango de 2% y 4% establecido por el Emisor.

Para los investigadores de Bancolombia “permanecen vigentes los argumentos para sostener la tasa de intervención en los niveles actuales en lo que resta del año. Uno de los más importantes y que ha fundamentado que la política monetaria del país no haya seguido la tendencia de reducciones observada en otras geografías, es que la inflación se encuentra por encima de la meta de largo plazo (3%). Esto implica que, pese a que los determinantes detrás de esta evolución son choques de naturaleza transitoria, no es propicio reducir la tasa, debido a que puede fomentar presiones por el lado de la demanda. Pero, por otra parte, este escenario de incrementos en precios jalonados por la oferta también implica que un incremento en las tasas de interés sería poco acertado”.

 

Comportamiento

De acuerdo con los analistas que esperaban un resultado mayor y cercano a 0,1% en el mes, lo más importante por resaltar del resultado es que, contrario a lo que ocurrió en los últimos meses, en esta oportunidad la inflación de los alimentos (0,04%) no fue protagonista en el avance de los precios, gracias a una contracción de 0,13% en los productos para consumo dentro del hogar.

Por el contrario, el determinante principal del avance mensual del IPC fue la inflación básica (0,1%), jalonada por los gastos en vivienda. En todo caso, la cifra de esta partida también fue inferior a la prevista, lo que pudo ser, parcialmente, gracias a que la depreciación del tipo de cambio sigue sin manifestarse en los precios al consumidor como se esperaba.

La inflación anual disminuyó y se ubicó en 3,75%. De este modo se interrumpió la tendencia alcista que ya acumulaba cinco meses, algo sumamente propicio para las autoridades económicas, dada la cercanía del indicador al límite superior del rango de tolerancia 2%-4%.

El retroceso de la lectura respecto al 3,79% observado en julio se explicó por una moderación considerable en el rubro de regulados (4,73%), que por primera vez desde marzo de 2017 se situó por debajo del 5%. Por su parte, los de no transables (3,52%) y transables (1,5%) manifestaron una leve aceleración, mientras que la inflación de los alimentos (incluyendo restaurantes) se mantuvo relativamente estable, pero en niveles elevados (5,83%).

No obstante, la sorpresa más pronunciada provino del ajuste en la tarifa de restaurantes (0,33%), que en neto hizo que el resultado de la canasta fuera positivo. Por su parte, la inflación anual de alimentos alcanzó 5,82%. Así pues, este rubro se mantuvo como el más lejano, por segundo mes consecutivo, de la meta del Emisor de 3%.

Este nivel es consecuencia de la inflación de los productos para consumo dentro del hogar (6,45%) y, en menor medida, del ajuste anual en los precios de los restaurantes, inferior al 4%.

Sin embargo, todavía no se descarta un cambio en la tendencia en los próximos meses. Sostienen los analistas de Bancolombia que “lo ocurrido en el último mes plantea que existen algunos elementos, como la corrección en el precio de los alimentos y en el precio de la energía, que pueden configurar un panorama menos inflacionario al finalizar el año”.