EN SU tercera reunión del año, la Junta Directiva del Banco de la República decidió por mayoría reducir en 50 puntos básicos (pbs) la tasa de interés de política monetaria a 11,75 % y abaratar más el costo del dinero que la entidad presta al sistema financiero, tal como lo preveía EL NUEVO SIGLO.
En la decisión, cinco directores votaron a favor de esta decisión, uno votó por una reducción de 75 pbs y otro lo hizo por un recorte de 100 pbs. En su discusión de política, la Junta Directiva tuvo en cuenta que la inflación total en marzo se ubicó en 7,4 % y la inflación sin alimentos ni regulados en 6,8 %.
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“Estos registros consolidan la tendencia descendente de la variación de precios observada en 2023. Las canastas de bienes y de alimentos son las que más han contribuido a esta reducción de la inflación anual”, señalaron los directivos.
Indicaron que las expectativas de inflación de los analistas encuestados mensualmente por el Banco se mantuvieron estables en 4,6 % y 3,5 % a uno y dos años en la mediana de la muestra, mientras que aquellas derivadas de los mercados de deuda pública en su mayoría disminuyeron, aunque sus niveles permanecen por encima de la meta.
Por otra parte, el equipo técnico revisó su proyección de crecimiento económico a 1,4 % para 2024 y a 3,2 % para 2025. Esta revisión incorpora el desempeño positivo de algunas actividades de los sectores primario y terciario (servicios) durante los primeros meses del año, según lo señalaron los datos recientes del Indicador de Seguimiento Económico (ISE).
Impacto externo
Los directivos manifestaron que “el contexto externo se ha visto afectado por las circunstancias económicas en los Estados Unidos que muestran una inflación básica persistente y todavía por encima de la meta, un mercado laboral apretado y revisiones al alza en el crecimiento económico. Esto ha aumentado las tasas de interés de mediano y largo plazo en los mercados globales”.
“Con la decisión adoptada el día de hoy la Junta prosigue con los recortes de la tasa de interés de política que impulsen el crecimiento, al tiempo que mantiene una postura de política acorde con el objetivo de conducir la inflación a su meta a mediados de 2025. La Junta Directiva reitera que las futuras decisiones dependerán de la nueva información disponible”, argumentan los directivos.
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo: “La decisión no es unánime, pero hay unanimidad respecto a seguir la senda de reducir las tasas. No hemos logrado unanimidad en mirar en profundidad las necesidades de recuperación económica y por eso no logramos una decisión conjunta”. La baja en las tasas era ampliamente esperada por los analistas.
Las expectativas
Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research para Colombia, sobre la decisión de tasas de interés, mencionó que: “Está en línea con las expectativas de analistas, mercados y de BBVA Research en particular. En parte, la gradualidad en las reducciones de tasas se sustenta en factores tales como los riesgos de corto plazo sobre la inflación, un entorno externo más complejo y una reciente, aunque acotada, depreciación del tipo de cambio”.
Señaló el investigador que “destacamos la relevancia que la Junta puso en el comunicado y en la discusión al entorno externo. En nuestra visión, la incertidumbre sobre la senda de reducciones de tasas en los Estados Unidos está afectando de manera directa el comportamiento de varias autoridades monetarias a nivel global. Con los más recientes datos y discursos desde la FED, no se descartan reducciones de tasas en 2024, pero quizás de forma más tardía y menos pronunciada”.
Reyes sostuvo que “es importante resaltar que la economía colombiana no solo enfrenta retos en el frente inflacionario. Las cifras más recientes de actividad apuntan a un débil comportamiento en el primer semestre del año, en especial en lo que concierne a la inversión”.
Indicó el economista que “con la publicación del dato del mercado laboral para marzo, mostrando un fuerte debilitamiento en la creación de empleo y alza en la tasa de desempleo, sumado a un débil registro esperado para el crecimiento del PIB del primer trimestre, a publicarse a mediados de mayo, esperamos que el Banco de la República pueda lograr una reducción más marcada de tasas en sus próximas reuniones, aunque esto estará contingente a cómo evolucione el entorno externo”.
Cautela
En su análisis de la dirección de investigaciones económicas del Bancolombia a cargo de Laura Clavijo, señalaron que “prevemos que el ciclo de normalización monetaria proseguirá de manera cautelosa, ante el balance de riesgos inflacionarios y financieros. El ciclo de recortes en la tasa de política monetaria continúa soportado en el descenso de la inflación y la buena evolución de sus expectativas. Si bien ha sido paulatino y la inflación anual se mantiene muy superior al rango de tolerancia, la Junta resaltó que el proceso de desinflación ha continuado, evidente en el registro más reciente de 7,36 % anual en marzo. De igual forma, en la expectativa mediana de los analistas se espera que continúe la normalización: se prevé un 5,6 % para cierre de este año y 3,8 % para diciembre de 2025”.
Consideran los investigadores que “a estos argumentos se suman la moderación de los desbalances externos y el cierre de la brecha del producto. El déficit en la balanza de pagos y el desbalance comercial se ha moderado hacia registros más sostenibles. De igual forma, el Emisor señaló que la brecha del producto se encontraría en terreno ligeramente negativo, lo que evidencia cómo la postura contractiva de la política monetaria ha hecho frente al exceso de demanda”.
Resaltan que, además, “el Emisor señaló la importancia de las condiciones financieras internacionales. Enfatizó en la cautela que demanda el cambio reciente que ha tenido la perspectiva de recortes de la tasa de interés de política en Estados Unidos, debido a los potenciales efectos financieros e inflacionarios adversos”.
En cuanto a la revisión que hizo el Emisor del crecimiento económico, los analistas dijeron que “esta revisión del crecimiento, hasta 1,4 %, fue resultado de las sorpresas alcistas en el Indicador de Seguimiento a la Economía durante el inicio del año, algo que además representa un argumento en favor de la cautela en la toma de las próximas decisiones. Sin embargo, el panorama de fuerte deterioro en la inversión permanece como una fuente de presión para una mayor reducción en las tasas”.
Manifiestan que “consistente con conducir la inflación al rango de tolerancia, la postura de política monetaria continúa en terreno claramente contractivo. A pesar de este nuevo recorte, la tasa de interés real ex post (tasa de política - inflación observada) se mantiene en registros superiores al 4 %. La tasa real ex ante (que descuenta las expectativas de inflación) permanece superior al 6,8 %. Al respecto, se reiteró el todavía elevado nivel de la inflación y los riegos inflacionarios y financieros internacionales”.
Por último, indican que “consideramos que la decisión va en línea con nuestro escenario de proyección vigente. Las presiones alcistas en la inflación provenientes de la indexación, el fenómeno de El Niño, los potenciales ajustes en el ACPM y el contexto financiero internacional conducen a la Junta a avanzar paulatinamente en el proceso de recortes. En este sentido, prevemos que la tasa de política monetaria cierre el 2024 en 8,75 %”.
Efecto por inflación
El descenso que empezó el Banco en diciembre del año pasado refleja, a su vez, el camino que ha ido tomando la inflación en Colombia, que para este punto acumula un año de descensos consecutivos, lo que permite hablar de una tendencia clara hacia la baja, no solo actualmente, sino hacia el futuro más inmediato.
Las recientes movidas de la Junta Directiva del Banco reflejan un poco eso: una inflación que pareciera bajo un control estructural y, con ello, un relajamiento. Luego de llegar a su punto más alto, en marzo de 2023 (13,34 %), el IPC bajó en el mismo mes de este año a 7,36 % en su variación anual.