EL CRECIMIENTO de apenas 0,3% de la economía en el segundo trimestre, con un acumulado semestral de 1,7% y un retroceso anual de 10,5%, despertó las alarmas entre el empresariado y los analistas.
Este panorama que no se presentaba desde hacía 14 años, despertó primero la reacción del gobierno buscando responsables de ese desplome, pero luego surgió la voz de los empresarios llamando a emprender políticas de choque para reactivar la economía.
Aunque la primera reacción del presidente Gustavo Petro fue señalar al Banco de la República de ese frenazo, lo cierto es que su reclamo no fue siquiera tenido en cuenta por el sector privado que comprende las acciones de política monetaria y la independencia del Emisor.
Concretamente, Petro lanzó pullas al Banco de la República, y le solicitó que baje las tasas de interés, al advertir que de no aplicarse este beneficio la economía real de los ciudadanos retrocede.
“La economía real retrocede básicamente por la elevada tasa de interés. Le solicito al Banco de la República, dado que hemos controlado la inflación, bajarla”, trinó el presidente Petro.
Al mismo tiempo reclamó parte de victoria: “el jalonador económico hoy por hoy ha resultado ser el gobierno y sobre todo su política social en salud y educación pública tan criticados por la oposición. Es lo que logra aún mantener la economía en positivo”.
Negativo
Señaló el mandatario que “casi todo lo demás va al terreno negativo. La economía real: la producción, que es la que genera la real riqueza de una sociedad, ha caído, sobre todo en la manufactura. El Gobierno, gracias a la reforma tributaria, que hace un mes se aprueba como adición presupuestal, puede mejorar la vivienda y las obras civiles, pero estamos fracasando como sociedad y como gobierno en el desarrollo de la agricultura y la industria”.
Sin embargo, a esta posición de reclamo, los empresarios respondieron con salidas concretas y esas tienen que ver con acuerdos.
La presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, dijo que “para que la economía no entre en recesión se requiere, de manera urgente, de un plan de choque articulado entre sector público y privado para reactivar sectores como de la construcción que tiene una marcada caída, de comercio y reparación de vehículos e industria manufacturera que están en terreno negativo. Al mismo tiempo, la inestabilidad en las actividades de minas y canteras está generando una influencia importante en el crecimiento económico, por lo que también es indispensable avanzar en una transición energética de forma responsable y paulatina”.
Sostuvo Lacouture que “desde AmCham Colombia reiteramos la disposición para trabajar en líneas estratégicas que presentamos al presidente Gustavo Petro para construir y poner en marcha el plan de reactivación económica, que dé viabilidad empresarial para generar empleo formal y sostenible, al tiempo que se sigue con el esquema de responsabilidad macroeconómica y fiscal acorde a los lineamientos del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF), control del gasto público, eficiencia en el uso de los recursos públicos y el fortalecimiento del recaudo tributario que, en su conjunto, esté alineado a una política de consensos que permita generar mayor contratación laboral”.
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Recuperar industria y comercio
Por su parte, el presidente de ANIF, Mauricio Santa María, dice que “la economía logró encontrar en las actividades de administración pública, salud y educación, las artísticas y de entretenimiento y en la minería, el principal motor de crecimiento. El fuerte desempeño de la administración pública obedece al pago del retroactivo salarial del 2023 que aumenta la generación de valor agregado. Por su parte, la actividad de salud registra un importante crecimiento por el aumento en los servicios prestados”.
Señaló que “con todo y si bien la economía evitó entrar en terreno negativo en el segundo trimestre, el corrido del año muestra una tímida variación de 1,7%. Sectores clave como la industria y el comercio, que son un importante termómetro de la demanda, vienen registrando decrecimientos y comprometen el desempeño promedio de la economía en el segundo semestre del año. Esos sectores hay que recuperarlos porque generan empleo e ingresos”.
De igual forma, el presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), Bruce Mac Master, dijo desde Cartagena donde se realiza el Congreso de los empresarios, que “no deja de ser alarmante la situación por la que pasa la economía colombiana, en donde sectores como el automotor ha tenido caída en sus ventas en más de un 50%”.
La agenda de crecimiento
Mencionó el dirigente gremial que entre las salidas a esta coyuntura está “desarrollar e impulsar una agenda de crecimiento económico sostenida en el tiempo, eso debe ser una prioridad para todos, pues solo promoviendo las condiciones correctas que motiven la creación de empresa y la inversión, se podrán generar más puestos de trabajo formal que permitan, a su vez, avanzar en términos de reducción de la pobreza en Colombia”.
Sostuvo Mac Master que "las proyecciones que tenemos de una desaceleración se van a cumplir. Es más, la gran desaceleración se presentará en el segundo semestre y la pregunta es si estas circunstancias nos llevarán a una situación peor. Por eso debemos monitorear con mucho cuidado lo que está sucediendo, sobre todo la desaceleración en infraestructura y la construcción, sectores en los cuales el Gobierno tiene toda la capacidad para que se aceleren o se desaceleren y lo que hasta ahora se ha hecho nos hace pensar que el futuro no será muy bueno”.
Por su parte, Daniel Velandia, jefe de investigaciones económicas en Credicorp Capital, dijo que “estamos ajustando nuestra proyección de crecimiento del PIB para 2023 a 1,3% (1,6% previo). Vale mencionar que la expectativa de crecimiento de 1,3% para este año, es la misma estimación que sostuvimos hasta finales de 2022. En general, seguimos considerando que, en medio del proceso de ajuste del consumo privado y debilidad de la inversión privada que se seguirá observando en los próximos trimestres, el gasto público seguirá teniendo un papel relevante en el crecimiento de este año. Para el 2024 mantenemos nuestro pronóstico de crecimiento en 2,2%”.
Las iniciativas de los comerciantes
El presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal Sanclemente, manifestó que “reiteramos la necesidad urgente de que el Gobierno Nacional, convoque al sector privado para construir en conjunto un plan de choque y activación, que mitigue el impacto de esta difícil coyuntura económica”.
El dirigente manifiesta que “se observa un duro contraste con el comportamiento de la economía en el segundo trimestre del año anterior. El clúster del comercio pasó de crecer 21,9% a sufrir un desplome de -3,2%”.
Dice Cabal Sanclemente que “cabe recordar que las dos jornadas del “Día sin IVA” del primer semestre del año pasado contribuyeron decididamente a dinamizar la economía, no solo el comercio, sino muchos renglones de la producción industrial”, agregó el vocero de los comerciantes.
El consumo de los hogares en el segundo trimestre apenas creció 0,7%. “Más grave aún es la estrepitosa caída de la inversión que registró -24%. Este pésimo resultado se explica no solo por las altas tasas de interés, sino por la incertidumbre que reina entre los empresarios y por la parálisis en las obras civiles”.
“Este un momento propicio para retomar la concertación entre empresas, trabajadores y Gobierno, alrededor de temas decisivos como la reactivación económica y las reformas que se discuten en el Congreso de la República”, concluyó Cabal Sanclemente.