Producto de la moderación de la economía, sobre todo en el segundo semestre del año pasado, el consumo apenas tuvo un aumento real del 1 %, cuando en el 2021 registró un crecimiento nominal del 24 % y real del 19 %.

Para el mercado financiero, la tendencia de los resultados de 2022 refleja un proceso de caída, donde octubre fue el punto de quiebre: comenzaron a registrarse variaciones negativas tanto nominales como reales.

De acuerdo con la investigación de Juan Pablo Espinosa, del Bancolombia, “con el panorama macroeconómico actual, esperamos que la tendencia de moderación del consumo continúe con mayor intensidad durante el primer semestre. De cara a la segunda mitad del año, esperamos ver mayor dinamismo, en la medida en que las tasas de interés y la inflación comiencen a disminuir paulatinamente”.

Un informe de esta entidad financiera recalca que “el índice de consumo con ajuste estacional refleja una disminución en la actividad de compras durante los meses recientes, llegando en diciembre de 2022 a un nivel ligeramente superior al promedio de 2019. Esta tendencia se debe, en gran parte, a una serie de elementos relevantes como, por ejemplo, un marco de comparación más alto a partir de junio de 2021, mes a partir del cual la gran mayoría de actividades regresaron a la normalidad”.

Por otra parte, hay una serie de cuestiones como la desaceleración de la economía colombiana y la existencia de presiones inflacionarias que, por el momento, persisten con sus respectivas implicaciones, como una menor capacidad de compra por parte de los hogares y los ajustes al alza en las tasas de interés, que en la actualidad registran máximos de los últimos 23 años.

Compras

El promedio mensual indica que se realizaron compras con tarjetas Bancolombia en cerca de 417.000 establecimientos de comercio, cifra que supera en un 25 % los registros de 2021 (332.858 establecimientos).

En 2022, Bogotá fue la ciudad con el mejor desempeño, registrando un crecimiento nominal del 10 % y real del 1 %. Para el caso de Medellín, en términos nominales el balance es positivo, con un crecimiento del 6 %; sin embargo, al tener en cuenta el componente inflacionario, hay una disminución del 3 % en el consumo.

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De otro lado, los resultados de las ciudades intermedias, como Armenia, Pasto, Santa Marta y Manizales, pueden interpretarse desde varias perspectivas: por un lado, estas ciudades presentaron un buen desempeño en 2021, es decir, tienen un marco de comparación más alto; por otra parte, debido a la vuelta a la normalidad, las personas que se desplazaron para resguardarse de la emergencia sanitaria han regresado a los grandes centros urbanos como Bogotá, Medellín y Cali.

Señala el informe que las ciudades con el mejor desempeño, en especial durante el segundo semestre, fueron Bogotá y Medellín, dinámica que se puede explicar en función del buen desempeño del mercado laboral en ambas ciudades y sus respectivas áreas metropolitanas.

Trimestre

Los datos del trimestre móvil septiembre-noviembre de 2022 frente a 2021 reflejan un balance positivo, en la medida en que la tasa de desempleo en Bogotá registró una disminución de 3,9 puntos porcentuales (pp) y la tasa de ocupación alcanzó una cifra del 61 % (+3,2 pp). Por su parte, Medellín arrojó resultados similares, con una disminución en la tasa de desempleo de 4,4 pp y una tasa de ocupación que alcanzó el 60,5 % (+7,9 pp).

Sostiene el análisis que, en 2022, las categorías con mejor desempeño fueron domicilios y pagos en línea, con un crecimiento real del 119 % y, en segundo lugar, las compras relacionadas con seguros, viajes y entretenimiento.

El año pasado las categorías que más incrementaron su participación frente a los años anteriores fueron las relacionadas con viajes, hospedaje y restaurantes. En contraste, llama la atención que hipermercados y tiendas por departamento y hogar y tecnología, sean las categorías que mayor terreno ceden, dado el alto crecimiento en los precios de los alimentos (28 % aproximadamente) y de los bienes importados.

Lo anterior evidencia una mayor intención de los consumidores en contener el gasto en compras de mercado y productos importados, de modo que se pueda contar con recursos suficientes para gastar en categorías asociadas a entretenimiento y experiencias.