Contener la inflación, principal escollo global este año | El Nuevo Siglo
LA CRISIS en las cadenas de suministros ha sido uno de los factores fundamentales para el encarecimiento de los productos. /AFP
Domingo, 2 de Enero de 2022
Redacción Economía

Pese a que se presagiaban más cataclismos económicos en el 2021 como producto de la pandemia, esto no sucedió. Por el contrario, las principales economías del globo optaron por la resiliencia para recuperarse del golpe del 2020.

Pero en el camino surgió uno de los principales problemas que se deberán afrontar para el 2022: la inflación.

En noviembre, la inflación de los Estados Unidos trepó a un impresionante 6,8% interanual, la mayor alza desde 1982. Paradójicamente, el presidente Joe Biden dijo que la subida de precios -que está impactando negativamente en sus índices de popularidad- se estaba desacelerando, aunque reconoció que no al ritmo que esperaba.

Pero Estados Unidos no es el único que está teniendo problemas: en México la inflación interanual es de 7,3%, récord en 21 años; en Brasil, de casi 11 puntos, la más alta en 18 años. En Colombia podría cerrar el año en 5,3%. En Chile escaló a 6,7%, récord desde 2008; y en Perú la tasa llegó a 5,8% en octubre (la más alta desde 2009), para retroceder levemente a 5,6% en noviembre.

La tendencia también se replica en Europa. Por ahora, la única excepción son los países del este de Asia, China y Japón fundamentalmente, pero incluso allí se observa una pequeña subida de los precios.

Suministros

Hay varios factores que explican este fenómeno. Las disrupciones en la cadena de suministro derivadas de la pandemia que todavía no se resolvieron y la escasez de chips, son un ejemplo. A esto se suma el aumento de los precios de la energía y de las commodities, especialmente los alimentos.

Otro motivo es la elevada demanda, gracias a los billonarios estímulos fiscales que repartieron los gobiernos; y los cambios en los hábitos de consumo, vinculados a mayor compra de bienes (atados a los problemas de producción y logística) sobre los servicios, debido a las restricciones por la pandemia, en medio de la resiliencia

Según la encuesta FT-IGM, que realiza el Financial Times con la Universidad de Chicago, dos tercios de los economistas (de Harvard, MIT y Princeton, entre otras universidades) creían que al final de 2023, la inflación en Estados Unidos todavía seguiría por arriba de la meta del 2% que había fijado la Reserva Federal (FED).

La mayoría de los economistas y consultoras empezaron a admitir que la alta inflación se mantendrá hasta bien entrado el 2022, por lo menos.

El FMI

Uno de los comparte este pronóstico es el FMI: aunque el organismo dijo que en la mayoría de los países las expectativas inflacionarias estarían cerca de las metas oficiales a mediano y largo plazo, se esperaba que la tasa siga alta en 2022.

"Esperamos que el desajuste de la oferta y la demanda se atenúe con el tiempo, reduciendo algunas presiones sobre los precios en los países. Según el escenario de base, los retrasos en los envíos, las entregas y la escasez de semiconductores mejorarán probablemente en la segunda mitad de 2022. La demanda agregada debería atenuarse a medida que las medidas fiscales vayan desapareciendo en 2022", escribieron Gita Gopinath, subdirectora gerente del FMI, y Tobías Adrien.



Los intereses

En el otro costado del pulso económico, están las tasas de interés. El despegue de la FED podría significar un aterrizaje forzoso para los mercados emergentes. Las tasas más altas de Estados Unidos generalmente impulsan el dólar y desencadenan salidas de capital, y en ocasiones crisis monetarias, en las economías en desarrollo como la colombiana.

Algunos son más vulnerables que otros. En 2013 y 2018 fueron Argentina, Sudáfrica y Turquía los que más sufrieron. Agregue a Brasil y Egipto, llámelos ‘bestias’, para obtener la lista de cinco economías en riesgo en 2022, según una variedad de medidas compiladas por Bloomberg Economics.

Arabia Saudita, Rusia y Taiwán, con poca deuda y fuertes saldos en cuenta corriente, parecen menos expuestos a la fuga de capitales en el mundo emergente.

¿Y China?

En el tercer trimestre de 2021, la economía de China se detuvo. El peso acumulado de la recesión inmobiliaria de Evergrande, los repetidos bloqueos por covid y la escasez de energía arrastraron el crecimiento económico anualizado hasta el 0,8%, muy por debajo del ritmo del 6% al que el mundo se ha acostumbrado.

Si bien la crisis energética debería disminuir en 2022, es posible que los otros dos problemas no lo hagan. La estrategia de covid cero de Beijing podría significar bloqueos de ómicron. Y con una demanda débil y una financiación limitada, la construcción de propiedades, que impulsa alrededor del 25% de la economía de China, puede tener que seguir cayendo.

El escenario base de Bloomberg Economics es que China crecerá un 5,7% en 2022. Una desaceleración al 3% generaría ondas en todo el mundo, dejando a los exportadores de materias primas sin compradores y posiblemente descarrilando los planes de la FED, tal como lo hizo la caída de las acciones chinas en 2015.

En su más reciente actualización de proyecciones, el FMI mejoró su perspectiva para los exportadores de materias primas, dado el marcado incremento de sus cotizaciones. Este año se tiene contemplado un crecimiento global de 4,9%, el cual superaría en más de 1% el observado en la década precedente (3,7%).

La mayor preocupación sobre la recuperación económica global es la alta divergencia en el desempeño de las economías avanzadas y las emergentes. Esta heterogeneidad responde a las diferencias en el manejo de la pandemia, en particular en la cobertura de la vacunación, así como en el monto y la efectividad de los apoyos fiscales y monetarios entre países.

Mientras que casi el 60% de la población en los países desarrollados ha completado su esquema de vacunación, alrededor del 96% de la población en economías de bajos ingresos aún no lo ha logrado. Por lo anterior, se espera que los niveles de actividad económica superen los niveles prepandemia durante el 2022 en el mundo desarrollado, mientras que para las economías en desarrollo este cierre se lograría solo hasta 2025.



Los precios del petróleo

Los acontecimientos de los últimos meses han permitido que los precios del petróleo continúen al alza. La recuperación de la actividad global ha fomentado un aumento de la movilidad y el transporte, y por ende un incremento en la demanda por combustibles.

A esto se suma la demanda creciente por bienes energéticos fósiles en el hemisferio norte al comienzo del periodo invernal, particularmente en Europa. Además de estos factores de demanda, la oferta de crudo se ha mantenido restringida.

En consecuencia, la expectativa para este año es de US$68 a US$71.  De acuerdo con los analistas del Bancolombia, en 2022 “creemos que el mercado experimentará dos tendencias diferenciadas. Durante el primer semestre prevemos que el desbalance entre oferta y demanda global de crudo continuará, aunque en una magnitud inferior a la observada en 2021. A partir de la mitad del año prevemos que el mercado se orientará hacia un nivel de precios acorde con su tendencia de largo plazo, lo que supondrá una corrección. De esta manera, la cotización promedio del Brent en 2022 sería de US$71”.