El déficit de cuenta corriente de Colombia en el cuarto trimestre de 2021 fue equivalente a 7% del PIB. Esta cifra es resultado de un desbalance de US$6.136 millones, bastante por encima de la expectativa que tenía la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia de US$4.200 millones.
Esta diferencia se sustentó, en buena medida, por el incremento de los egresos netos por la renta de los factores y la moderación de las transferencias corrientes.
Es necesario resaltar que el Banco de la República revisó a la baja el desbalance de la cuenta corriente de los primeros tres trimestres del año. En efecto, este pasó de US$12.594 millones a US$11.689 millones. Con esto, el deterioro del cuarto trimestre de 2021 respecto al tercero del mismo año fue de 0,9 puntos porcentuales (pp), consecuencia del aumento en dólares del déficit corriente (1,6 pp) y por el efecto de la depreciación del peso frente al dólar en la medición del PIB nominal en dólares (0,1 pp), que se vio compensado por el crecimiento del PIB nominal (0,7 pp).
Esta fuerte profundización del déficit de cuenta corriente vino acompañada de una ampliación notable de la vulnerabilidad externa. El indicador de déficit de cuenta corriente neto de la inversión extranjera directa neta alcanzó el 5,8% del PIB, un registro solo superado en la última década en el tercer trimestre de 2015.
Entre tanto, la mayor porción de la financiación fue originada en el segmento de “otra inversión” que estuvo explicado principalmente por movimientos del Gobierno Central, tanto en la desacumulación de activos en el exterior, como la adquisición de deuda que estaría relacionada con la asignación de los DEG el año pasado por el FMI.
- Le puede interesar:Compras de industria retrocedió en febrero
La cuenta corriente
Frente al tercer trimestre del 2021, el incremento del déficit corriente total se explicó principalmente por el balance negativo de la renta factorial. En relación al PIB, el desbalance total se amplió en 1 pp frente al trimestre previo, donde la salida neta de factores aportó en 0,7 pp del PIB, por una reducción en 0,2 pp del PIB en los ingresos de los colombianos por factores en el exterior y un incremento en 0,5 pp del PIB de los egresos por factores dentro del país que son posesión de extranjeros.
En el caso del comercio de bienes, como se mencionó previamente con la publicación del PIB del último semestre del 2021, el déficit mostró una estabilización frente al periodo previo. Las exportaciones de los bienes tradicionales como el carbón, petróleo y café ganaron tracción gracias a los mejores precios internacionales y la mejor dinámica de producción interna de carbón, principalmente, sumado al favorable comportamiento de la demanda desde el exterior para los bienes no tradicionales en todo el año, sobrepusieron el incremento de las importaciones.
Entre tanto, los persistentes problemas del transporte del comercio global y la alta tasa de cambio llevaron a que el rubro de servicios exhibiera una estabilidad frente al tercer trimestre del año pasado. Los dos rubros que más impulsaron las importaciones al alza continuaron siendo: el costo de los fletes del transporte internacional de carga y los viajes personales de colombianos al exterior ante la depreciación cambiaria.
Por su parte, el superávit en transferencias, después de alcanzar un máximo como porcentaje del PIB desde que tenemos registros comparables (2005) en el segundo trimestre, mostró una ligera reducción en la participación en el último trimestre. En concreto, si bien el valor del superávit fue superior en US$120 millones frente al tercer trimestre, su participación se redujo en 0,2 pp del PIB. A pesar de esto, las remesas siguieron explicando la mayor parte de la dinámica en el resultado del rubro, pues estas alcanzaron un máximo trimestral en su nivel en dólares y mantendrían una dinámica buena en 2022, según lo vienen adelantando las últimas cifras.