El contralor general, Carlos Hernán Rodríguez, manifestó que, de acuerdo con análisis realizados, el comportamiento de las finanzas del Gobierno central en 2024 se caracterizó por un menor dinamismo de los ingresos tributarios, ubicándose muy por debajo de las metas de recaudo con las cuales se preparó el Presupuesto General de la Nación y se realizó la programación financiera para esa vigencia y, por otro lado, por el menor ritmo de ejecución del presupuesto de gastos.
Dentro de los desafíos se evidenció que para 2024 la ejecución presupuestal del país alcanzó el 83,1 %, con preocupantes rezagos en sectores claves. Mientras que los gastos de funcionamiento (89,7 %) y el servicio de la deuda (87,7 %) mostraron cifras aceptables, la inversión solo llegó al 57 %, marcando su nivel más bajo en la historia.
Sectores como Deporte (36 %), Presidencia (28 %) e Igualdad (6 %) presentaron ejecuciones críticas, y áreas estratégicas como Transporte y Agricultura, que en 2023 superaron el 70 %, cayeron a 48 % y 39 %, respectivamente.
Este panorama se ve agravado por un déficit tributario: el recaudo efectivo fue de $245,37 billones, apenas el 85,4 % de la meta ajustada, reflejando una caída de 11 puntos porcentuales frente a 2023 y poniendo en riesgo la financiación del gasto público.
Sobre el presupuesto de 2025, el contralor consideró que debe ser lo más acorde a la realidad, “para no vernos sometidos a otros recortes”. “Hoy en día, frente a la realidad que tenemos y que evidenciamos, estamos hablando de un recorte de 12 billones de pesos, pero podríamos vernos abocados a un nuevo recorte, como lo advertimos durante el año inmediatamente anterior”, afirmó.
Habló también del endeudamiento del Gobierno nacional central, que subió a $962,32 billones (57 % del PIB), lo que representa un incremento de $136,79 billones respecto a 2023, debido en gran parte a la baja tributación.