EN LA economía colombiana, los micronegocios desempeñan un papel fundamental, representando el 95,3% del tejido empresarial del país. En el año 2022, a nivel nacional, cinco millones de pequeñas y medianas empresas contribuyeron un total de $ 56,5 billones en valor agregado.
A pesar del creciente proceso de digitalización en el ámbito financiero, el uso del dinero en efectivo continúa siendo predominante en Colombia. Según el reciente estudio "Dinámica del gasto en Colombia" realizado por Raddar, el 86% de las transacciones, aún se efectúan en efectivo, mientras que los métodos digitales, como las tarjetas de débito y las billeteras electrónicas, representan tan solo el 4% del total. En los canales de venta preferidos por las personas, como tiendas de barrio o vendedores ambulantes, el efectivo se utiliza en el 99% de las transacciones.
Este escenario se explica por varias razones. En primer lugar, el dinero físico es una forma de pago universal y accesible para todos los estratos sociales, independientemente de su nivel de ingresos o acceso a servicios financieros. Esto es especialmente relevante en un país caracterizado por su diversidad económica.
La inmediatez es otra ventaja del efectivo. Los pagos por esta vía proporcionan una rapidez invaluable para los pequeños negocios, sin las demoras asociadas a la autorización, liquidación o procesamiento de pagos electrónicos. Esto resulta esencial en situaciones donde la liquidez es vital para la supervivencia y el crecimiento del negocio.
Además, en áreas con acceso limitado a servicios bancarios, el dinero físico es la opción más viable tanto para comerciantes como para clientes. La simplicidad y la libertad que brinda el dinero en efectivo se ajusta a la realidad de pequeños negocios que aún no cuentan con la infraestructura digital necesaria para aceptar pagos electrónicos.
Si bien en Colombia se han tomado medidas para impulsar los pagos electrónicos, como la eliminación de comisiones por transacciones con tarjetas de crédito y débito, tanto el dinero en efectivo como las transacciones electrónicas son complementarias e importantes para el crecimiento de las microempresas en el país.