TAL COMO sucedió en 2023, para este año los analistas de mercado consideran que el peso seguirá siendo una de las monedas con mayor apreciación respecto al dólar entre las economías emergentes.
Ante este comportamiento, el balance de riesgos apunta a la persistencia de la volatilidad, con lo que se prevé un tipo de cambio cercano a $ 4.150-$4.200 para el cierre de este año.
El año pasado, el peso presentó una revaluación en respuesta a factores como un importante ajuste relativo frente a monedas de economías comparables, una moderación en la incertidumbre política interna que redujo considerablemente la prima por riesgo, una importante repatriación de flujos de los fondos de pensiones, altas devaluaciones implícitas asociadas a tensiones en el mercado monetario local registradas durante buena parte del año, y un ajuste en las cuentas externas del país.
De acuerdo con los analistas de Corficolombiana, el ajuste en el déficit de Cuenta Corriente (DCC) que comenzó en el primer trimestre continuó en el tercero, alcanzando un déficit del 1,7% del PIB trimestral (-5,7% en comparación con el año anterior).
Con este resultado, el déficit fue de 2,7% del PIB en los nueve primeros meses del 2023, 3,6% por debajo de la cifra observada en el mismo periodo del 2022 (6,3%). El ajuste fue impulsado por una fuerte reducción de las importaciones y menores utilidades de compañías con inversión extranjera.
Balanza de Pagos
Respecto a la balanza de la renta de factores, ésta también contribuyó a la mejora del DCC, mientras que las entradas de inversión extranjera directa se mantuvieron sólidas.
“Recordemos que, con estos resultados, recortamos fuertemente nuestra previsión de DCC del 3,8% al 3,0% del PIB para 2023 y del 4,1% al 3,3% del PIB para 2024, reflejando así un notable ajuste respecto al déficit del 6,2% del PIB en 2022. Consideramos que esto último seguirá jugando un rol importante en la dinámica del mercado cambiario local, principalmente en este primer trimestre”, sostienen los investigadores.
Señalan que parte del mercado considera que el desempeño observado en la tasa de cambio en 2023 se extendería este año por el inicio de un ciclo acomodaticio por parte de la FED. De la mano de la perspectiva predominante en el mundo sobre el desempeño esperado del valor relativo del dólar, el comportamiento del peso al inicio de este año parece reflejar la expectativa del ingreso de importantes flujos de inversión de portafolio que, en el marco de un contexto relativamente favorable en materia de términos de intercambio, facilitaría una mayor apreciación del peso en los próximos meses.
Los retos
De acuerdo con los economistas de la entidad financiera, “en general, aunque la economía del país sigue enfrentando retos estructurales, los cuales serán más evidentes en el segundo semestre, no se pueden nuevos descartar episodios temporales de apreciación de la tasa de cambio. Nuestra mesa no descarta que en los próximos meses se puedan observar retrocesos que tendrían como soporte el rango entre $ 3.750 y $ 3.800. Lo anterior podría ser el resultado tanto de inversiones de portafolio como algunos flujos estacionales en el mercado cambiario local. En todo caso, esto constituiría una oportunidad de compra en nuestra opinión, en medio de factores de incertidumbre que siguen presentes”.