El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este jueves aranceles de 10% a 300.000 millones de importaciones chinas a partir del 1 de septiembre, en una nueva escalada en las tensiones entre las dos grandes economías del mundo.
No obstante, el mandatario precisó que las negociaciones comerciales, que fueron retomadas esta semana en Shanghái, seguirán adelante.
"Esperamos continuar con nuestro diálogo positivo con China para un acuerdo comercial cabal y sentir que el futuro entre nuestros dos países será muy brillante", dijo Trump.
En una serie de mensajes en Twitter, el presidente aseguró que China "había accedido a comprar productos agrícolas de Estados Unidos en gran cantidad pero no lo hizo".
"Adicionalmente, mi amigo el presidente Xi dijo que iba a detener la venta de fentanilo a Estados Unidos. ¡Esto nunca ocurrió, los estadounidenses siguen muriendo!", dijo Trump, en referencia su homólogo chino Xi Jinping.
El anuncio cayó como un balde de agua fría sobre los mercados. El petróleo caía 6% en Nueva York y los principales indicadores de Wall Street operaban con pérdidas.
Las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos habían sido retomadas esta semana en Shanghái y ambas partes informaron que los diálogos fueron "productivos" para intentar poner fin a una guerra comercial desatada hace un poco más de un año por el presidente estadounidense para forzar a China a negociar.
Según el calendario de las conversaciones, está previsto un nuevo ciclo de contactos el mes próximo en Washington.