EN MOMENTOS en que las nuevas tendencias colocan al talento en el centro de las estrategias de las empresas, la evaluación de desempeño es, a su vez, uno de los factores clave en el manejo de los recursos humanos, con lo cual adquiere en esta etapa un mayor protagonismo por partida doble.
“Hoy las compañías están migrando hacia modelos orientados realmente al desarrollo del empleado, mucho más abiertos e interactivos, y es aquí donde los proveedores de tecnología tenemos que jugar un rol fundamental para facilitar esos procesos y disminuir en la medida de lo posible la carga administrativa”, asegura Maribel Cano Fernández, Latin America Marketing Manager de Meta4, líder mundial de soluciones tecnológicas para la gestión y desarrollo del capital humano.
En los modelos tradicionales, más estáticos, se evaluaba a la gente una o dos veces al año, midiendo una serie de competencias para luego obtener ratios, elaborar rankings y a partir de ello determinar promociones y otras medidas. Había gran foco en el proceso en sí mismo, poniendo especial énfasis en que todo estuviera escrito y documentado.
A partir de las nuevas estrategias centradas en el factor humano, hay dos cuestiones fundamentales hacia donde las empresas deben apuntar: la comunicación constante con el empleado para gestionar sus expectativas y la transparencia. El hecho de que el sistema de evaluación sea totalmente transparente asegura que luego no vaya a haber ningún tipo de frustración. En ese sentido, el rol de la tecnología también es crucial.
Otra necesidad que la plataforma tecnológica debe favorecer es la adaptación del sistema de evaluación a las distintas culturas y particularidades que debe contemplar en cada territorio una compañía global. Hay países y regiones donde los procesos de autoevaluación y de feedback permanente pueden ser más viables y otros donde deberán explorarse metodologías mixtas para ir avanzando con mayor cautela.
Pero en todos los casos es indispensable que la tecnología acompañe y sea capaz de dar soporte en el día a día a los valores de calidad, creatividad e inmediatez que las organizaciones adoptan y buscan extender a todos sus integrantes.