LA ECONOMÍA global se encuentra ante una “coyuntura delicada” que requiere que los bancos centrales mantengan los estímulos y que los gobiernos resuelvan rápido las disputas comerciales, advirtió ayer la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.
“La prioridad inmediata es resolver las actuales tensiones comerciales”, dijo Lagarde en una entrada en el blog de la entidad destinada a los ministros de Finanzas del G20 y a los bancos centrales, antes de la reunión que se celebrará en Japón la próxima semana.
El mensaje para el G20 titulado “Cómo ayudar, no entorpecer el crecimiento mundial” indicó que los bancos centrales deben mantener los estímulos hasta que la inflación se confirme y que deberían estar listos para hacer más, en el caso de que el crecimiento se desacelere.
Lagarde dijo que el intercambio de aranceles entre Estados Unidos y China, las mayores economías del mundo, frenará el crecimiento para ambos y también recortará algunos puntos para la economía global.
“Estas heridas autoinfligidas deben evitarse”, dijo, afirmando que la fórmula para hacerlo es retirar las barreras comerciales erigidas recientemente y evitar instaurar nuevas.
Los altos funcionarios se reúnen pocas semanas después de que Estados Unidos y China, miembros del G20, chocaran en sus querellas comerciales, en medio de acusaciones mutuas de que el otro había roto sus promesas, lanzando otra ronda de aranceles punitivos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado con extender los aranceles para todas las importaciones chinas. Además la semana pasada anunció que impondrá aranceles a los productos de México hasta que ese país ayude a Estados Unidos a parar el flujo de migrantes ilegales centroamericanos.
Retirar los obstáculos
Lagarde urgió a los gobiernos a “ayudar a reducir las tensiones comerciales y retirar otros obstáculos que están en el camino para volver a un crecimiento mayor y más sostenible”.
“El objetivo tiene que ser ayudar, no obstaculizar el camino del crecimiento global”, dijo Lagarde.
En sus declaraciones antes de la reunión, el FMI dijo que otros conflictos comerciales como el Brexit implican que “persisten dudas sobre la fortaleza de la recuperación”, que requiere de políticas para continuar impulsando el crecimiento.
“Con la economía global que sigue en una coyuntura delicada, la mezcla de políticas debe ser calibrada con cuidado”, dijo el FMI.
Para Lagarde, en un momento en que la inflación sigue por debajo de las metas establecidas por muchos bancos centrales, el FMI insta a los responsables de las políticas a mantener los estímulos hasta que “los próximos datos confirmen que las presiones inflacionarias van hacia los objetivos”.
Lagarde recordó que en abril el FMI recortó sus previsiones de crecimiento global a un 3,3% para 2019 pero dijo que esperaban que la expansión se acelerara a 3,6% en 2020.
Sin embargo, Lagarde advirtió que el repunte "sigue siendo precario" que los aranceles entre Estados Unidos y China podría restar 0,5 puntos del PIB global el próximo año.
Como conclusión, Lagarde dijo que la cooperación no sólo es requerida en el caso de un potencial bache sino que es crítica porque todos los países siguen enfrentando un momento delicado.
Utilizando un proverbio japonés, para hacer homenaje al lugar donde se celebra la reunión, Lagarde dijo "Cruza un río poco profundo como si lo fuera" e insistió que para los países del G20 "cruzar el río" implica trabajar conjuntamente para ayudar y no entorpecer el esperado repunte del crecimiento.