LA SOLICITUD que hizo el Gobierno para la ampliación del cupo de endeudamiento a US$17.607 millones, no es una medida extraordinaria ni especial, sino que ya es una acción normal de las administraciones desde 1999.
Desde ese año hasta ahora, se han acumulado autorizaciones por US$70.000 millones hasta este año. La última vez que el Congreso aprobó una ampliación del cupo de endeudamiento fue durante la pandemia en 2020, en una suma de US$14.000 millones.
En la presentación del proyecto ante el Congreso, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, dijo que “cuando se tomó el crédito con el Fondo Monetario Internacional por US$5.377 millones (durante la pandemia) quedó por fuera del cupo de endeudamiento; ya pagamos la primera cuota de US$622,2 millones, pero al hacerlo no se amplía el cupo. O sea, no nos deja espacio para mirar otras opciones”. El funcionario dijo que el aumento del cupo de endeudamiento no tendría ningún impacto sobre la regla fiscal, porque lo que “estamos haciendo es manejar la deuda con operaciones de rollover”, es decir recurrir a bonos y mercados.
Otros años
En diciembre de 2020, el Congreso aprobó la ampliación del cupo de endeudamiento para la Nación en US$14.000 millones, con el fin de contar con recursos para hacerle frente a la pandemia. En dicho cupo de endeudamiento de la nación no se había ampliado desde la Ley 1771 de 2015. El ministro de Hacienda de ese año, Alberto Carrasquilla, dijo que se deriva de un esfuerzo por contar con provisiones suficientes para atender de manera oportuna las apropiaciones del Presupuesto General de la Nación, y disponer de un margen de financiación prudente para hacer frente a eventuales choques económicos que puedan presentarse por la pandemia.
Asimismo, el 18 de diciembre de 2015 aprobó US$13.000 millones en el cupo de endeudamiento. El ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas Santamaría, celebró el respaldo de los congresistas para sacar adelante esta iniciativa y destacó que los recursos establecidos en la nueva ley darán una salida importante al sector de la salud y servirá para apuntalar los propósitos el Plan de Desarrollo.
Antes, en 2023, también como ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, el Congreso aprobó un cupo de endeudamiento por US$10.000 millones, que permitiría al Gobierno nacional continuar con la diversificación de las fuentes de financiación. Cárdenas aclaró que el cupo de endeudamiento sería utilizado con moderación toda vez que no se monetizarán los recursos captados en el exterior, esto en concordancia con las políticas cambiarias del Gobierno nacional.
En igual forma, el 26 de noviembre de 2009 el Congreso de la República aprobó en US$4.500 millones el cupo de endeudamiento para el año 2010 y los primeros meses de 2011, por solicitud del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
El 6 de diciembre de 2002, el Legislativo aprobó un cupo de endeudamiento por US$16.500 millones. El ministro de Hacienda, Roberto Junguito, explicaba que la autorización del Congreso le permitirá al Gobierno cancelar vencimientos de deuda y financiar parte de la inversión pública que está prevista en el Plan Nacional de Desarrollo.
Algo normal
Al ser indagado por EL NUEVO SIGLO, sobre esta solicitud de cupo de endeudamiento, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA, dijo que “no ha gustado, pero en eso yo creo que hay que ser justo y respetuoso, sobre todo este es un procedimiento que realiza el Gobierno nacional con alguna regularidad y que lo que busca es que el Congreso de la República autorice la posibilidad de ir extendiendo créditos en dólares y con base eso sí, cumpliendo con el Marco Fiscal de Mediano Plazo”.
Sostiene Restrepo que “la última solicitud de cupo de endeudamiento se hizo con un proyecto de ley que fue presentado por el ministro Alberto Carrasquilla en el 2020, y ya han pasado cuatro años, pero se hace con alguna regularidad. Incluso este llegó con menos regularidad que los anteriores y es ligeramente más alto que el anterior, pero está dentro de los límites correspondientes. Es como tener un cupo y quien autoriza es la Comisión de Crédito. Pero para eso necesita el proyecto de ley, entonces es un procedimiento absolutamente normal y, además la Comisión de Crédito Público tiene que cumplir los montos aprobados con el marco Fiscal”.
Manifestó el experto que “creo que la preocupación no es esa ni debería ser, debería ser es por qué el nivel de deuda pública, después de tres años de ajuste fiscal de disminución, ahora aumentamos de 52% a 57% del PIB. Esta preocupación debe dar lugar a que hagamos una reflexión sobre por qué en el 2024 está aumentando tanto el gasto primario en relación al PIB, hasta convertirnos de nuevo este año en un país como si estuviéramos en pandemia y no lo estamos, entonces aquí sí debe haber una reflexión de fondo sobre la eficiencia del gasto y sobre cómo reducir tanta inversión innecesaria y gasto innecesario tanto derroche y tratar de disminuir de nuevo el nivel de deuda pública respecto del PIB. Ese tendría que ser el camino después de tres años de ajuste fiscal”.
Explicaciones
Por su parte, el presidente de ANIF, José Ignacio López, reveló en declaraciones a los medios que para que se logre aprobar el nuevo proyecto de ley que busca ampliar el cupo general de deuda de Colombia, el Gobierno deberá ser más claro con los propósitos que tiene para el mismo.
“Va a ser difícil, pues yo creo que al final el Legislativo va a entender que más allá de las discusiones estructurales y de las reformas, esta es una ley que, digo, mecánicamente lo que hace es permitir el manejo de las finanzas públicas”, dijo López.
Y agregó que “entonces, yo creo que, si el ministro y el Gobierno son más claros en los propósitos, no debería ser una ley difícil de aprobar. Obviamente, en medio de tantas discusiones económicas, pues el Gobierno va a tener que hacer un esfuerzo de explicación de las motivaciones. Este es un cupo que en este caso es para el endeudamiento externo y lo otro que hay que aclarar es que el gobierno, pues está pagando un endeudamiento que es con el Fondo Monetario Internacional, que es la línea de crédito flexible, pero parte de eso va a tener que hacer un rollover de la deuda. Es decir, tiene que recurrir a bonos y a mercados con las multilaterales para refinanciar, si se quiere, esa deuda externa”.
De acuerdo con la información entregada por el presidente de ANIF, esta ampliación del cupo de endeudamiento se da por el comportamiento de las cuentas fiscales del país para este año.
“Y en ese caso es que necesita ampliar ese cupo de endeudamiento externo. Entonces, en últimas, lo que muestra es que la situación fiscal del país estructuralmente ha generado una mayor presión por el lado de deuda”, dijo López.
Precisiones sobre el proyecto
El Ministerio de Hacienda precisó que el límite de cupo de endeudamiento seguirá funcionando como un cupo rotativo, los nuevos desembolsos van ocupando el espacio disponible en el límite de cupo de endeudamiento autorizado por el Congreso. Por su parte, las amortizaciones que se hagan liberan espacio y generan espacio disponible para nuevo endeudamiento.
La cartera recordó que, durante la emergencia económica y social, mediante el Decreto 519 de 2020, se autorizó a que el Gobierno nacional pudiera efectuar operaciones de crédito público sin que se afectará el cupo de endeudamiento vigente a ese momento.
Bajo esta excepción se firmaron varios créditos con organismos multilaterales y gobiernos, entre los que se destaca el crédito de línea flexible del Fondo Monetario. Lo anterior implica que los pagos de las amortizaciones de las vigencias 2024 y 2025 no liberen cupo para la contratación de la deuda programada en el Plan Financiero, acelerando la presentación de este nuevo proyecto de ley.