Según el Comité Consultivo de la Regla Fiscal, el incremento está contemplado en el gasto contracíclico para atender la actual emergencia económica a raíz del Covid-19
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Si el Gobierno lo quiere, este año podría gastar $17 billones de recursos adicionales como política contracíclica, que representa 1,7% del Producto Interno Bruto (PIB) para llegar a un déficit central de 4,9% que ahora se tiene previsto, de acuerdo con el Comité Consultivo de la Regla Fiscal y ante la actual emergencia económica y de salud a raíz del Covid-19.
Sin embargo, en ese gasto el Comité señala que el nivel de déficit se explica por el gasto contracíclico (1,7% del PIB) ya mencionado y por otros cuatro componentes adicionales, como el ciclo económico de -1,3% del PIB, el ciclo petrolero con el 0% del PIB, el efecto temporal de la migración venezolana con el 0,4% del PIB y el aumento del déficit estructural estimado en 1,5% del PIB.
La sostenibilidad
La Regla Fiscal de Colombia, establecida en la Ley 1473 de 2011, define y garantiza la sostenibilidad de las finanzas públicas del país y contempla los instrumentos para absorber choques de distinta índole, brindando un margen de maniobra para que la política fiscal responda, sin comprometer la solvencia del Estado. (Ver recuadro)
Tras consultar las estimaciones del Gobierno, que reflejan una caída de 1,6% en el PIB de 2020, el Comité quiere volver a analizar los distintos escenarios.
Aunque el Comité Consultivo para la Regla Fiscal indicó, de manera unánime, su apoyo al Gobierno nacional para hacer uso de la cláusula de gasto contracíclico, solicitó al Ministerio de Hacienda realizar una nueva reunión en la que se haga un análisis de sensibilidad de la trayectoria de las variables fiscales. Lo anterior, con el objetivo de llevar a cabo una evaluación más detallada que permita dilucidar los posibles efectos de la coyuntura actual sobre los resultados fiscales del país.
A pesar de eso, algunos de los miembros del Comité mostraron dudas frente a las cuentas del Gobierno, ya que cabe la posibilidad de que el crecimiento económico sea aún menor a -1,6% (las estimaciones del FMI hablan de un crecimiento de menos de -2%), por lo que habría necesidad de un déficit fiscal aún mayor.
Además, explicaron que en este momento los pronósticos sobre el desarrollo de la economía nacional y mundial tienen un margen de error muy alto, por lo que aún es incierto el nivel de déficit que será necesario.
El Gobierno ha adoptado una serie de medidas de miles de millones de dólares para suministrar asistencia social a los pobres y garantizar el financiamiento a trabajadores independientes y empresas, en busca de evitar una hecatombe en la economía y una masacre laboral por las medidas de aislamiento obligatorio para frenar la propagación del Covid-19.
Las calificadoras
Asimismo, en los mercados se contempla que el desplome fiscal podría ser significativamente mayor, lo cual implicaría una brecha más amplia y, en consecuencia, una posible mayor meta de déficit fiscal.
El ministerio de Hacienda, Alberto Carrasquilla, admitió que el país tendrá que incrementar su nivel de endeudamiento para atender el gasto requerido relacionado con la pandemia, al tiempo que los ingresos tributarios caerán cerca de $10 billones (US$2.550 millones) este año.
De otro lado, las firmas calificadoras de la deuda soberana de Colombia tienen los ojos puestos en el manejo de las finanzas para cambiar su nota, como comenzaron a hacer a finales de marzo.
El esperado impacto de la emergencia por el virus en las finanzas públicas y en la actividad productiva llevó a que Fitch Ratings rebajara la calificación de riesgo del país a BBB- desde BBB y a Standard and Poor´s a revisar la perspectiva crediticia de la Nación andina, a negativo desde estable.
El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, proyectó que la economía colombiana se contraerá entre un 1,5% y 2% este año, muy lejos de la expansión de 3,7% que tenía el Gobierno como meta, aunque un comportamiento mejor comparado con el que tendría la región, la cual se contraería en promedio un 5,2% según proyecciones del FMI.
A comienzos del aislamiento en marzo, la calificadora de riesgo internacional Moody’s Investors Service publicó un documento en el cual aseguraba que Colombia no iba a cumplir la proyección de crecimiento económico de 3,3% en 2020 que estimaba la firma.
“La cuarentena en todo el territorio nacional pesará sobre el consumo privado y la inversión a corto plazo. Además, el entorno externo se ha vuelto más adverso como resultado de la fuerte caída de los precios del petróleo y la desaceleración económica en socios comerciales clave como Estados Unidos y China, lo que genera una importante presión a la baja en nuestro pronóstico de crecimiento del PIB previo al coronavirus”, dijo Moody’s.
Indicó que, si bien, las medidas anunciadas por el Gobierno nacional no aumentarán la carga de la deuda, los precios más bajos del petróleo y la depreciación del tipo de cambio agregan presiones fiscales significativas.
“Además, las medidas anunciadas hasta ahora para contener la propagación del coronavirus pesarán significativamente en el consumo de los hogares y las perspectivas de inversión en el segundo trimestre, ejerciendo una importante presión a la baja sobre el crecimiento económico en 2020”, dijo la calificadora.
Ya en esa oportunidad, Moody’s creía que el Comité Consultivo de la Regla Fiscal podía ampliar el techo del déficit recomendado para 2020 teniendo en cuenta las necesidades monetarias del país por el coronavirus.
Moody´s confía en que el Gobierno modificará las proyecciones macroeconómicas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo que será presentado en junio.
“Si bien las medidas anunciadas en respuesta al coronavirus no se sumarán al saldo de la deuda del Gobierno, esperamos que las métricas de deuda de Colombia se deterioren en 2020 en relación con nuestro pronóstico de referencia previo al coronavirus, que asumía que la deuda del Gobierno general permanecería estable al 53% del PIB en 2020”, finalizó.
Lo que permite la Regla Fiscal
Artículo 6°. Gasto Contracíclico. El Gobierno nacional podrá llevar a cabo programas de gasto, como política contracíclica, cuando se proyecte que en un año particular la tasa de crecimiento económico real estará dos puntos porcentuales o más, por debajo de la tasa de crecimiento económico real de largo plazo, siempre y cuando, se proyecte igualmente una brecha negativa del producto. Este gasto contracíclico no puede ser superior a un 20% de dicha brecha estimada. Este gasto será transitorio y se desmontará completamente en un periodo de dos años, siendo requisito que en el primer año de dicho periodo la economía debe registrar una tasa de crecimiento económico real, igual o superior a su crecimiento económico real de largo plazo. El Confis definirá la metodología de cálculo de la brecha del producto, el monto del gasto contracíclico y la trayectoria de su desmonte, considerando la evolución de la brecha del producto y de la situación económica en general.