BAJO SEVERO escrutinio de la Casa Blanca, la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos abrió ayer una reunión de política monetaria de dos días para decidir el rumbo de las tasas de interés.
Mercados y analistas creen que el comité de política monetaria de la FED (FOMC) no alterará las tasas pero lo que anuncie hoy será analizado en busca de pistas sobre si se encamina a decidir lo que el presidente Donald Trump tanto reclama: reducirlas para dar un envión a la economía.
El enlentecimiento económico mundial y las guerras comerciales de Trump se están haciendo sentir en Estados Unidos, cuya economía está a un mes cumplir 10 años de crecimiento ininterrumpido; el ciclo más extenso de la historia estadounidense.
Empero en las últimas semanas el presidente de la FED, Jerome Powell, y otros miembros de la entidad manejaron la posibilidad de aflojar la política monetaria para evitar daños al crecimiento económico.
En los mercados de futuros, la abrumadora mayoría de los pronósticos apunta a que las tasas serán rebajadas en la reunión que sostendrá la FED el mes próximo.
Economistas dicen esperar que en el comunicado que se librará hoy haya indicios de un cambio de rumbo. Hasta ahora la FED viene subiendo las tasas pero en los últimos meses se ha declarado “paciente” a la espera de nuevos datos económicos.
Los indicadores de la mayor economía mundial dieron señales mezcladas: la menor creación de puestos de trabajo, la débil actividad manufacturera y la quietud del sector de la construcción se contraponen a un saludable gasto de los consumidores y una baja inflación.
Pero el temor a una recesión, al menor crecimiento en Europa y Asia o al aumento de las tensiones, genera en los inversores un clamor por apoyo de la FED.
“Lo que tienen que hacer primero que nada es darnos nuevos pronósticos. Sospecho que esos pronósticos eliminarán cualquier señal de aumento de tasas en el próximo año y medio”, dijo a la AFP John Ryding, de la firma RDQ Economics.
Sin promesas
No obstante, Ryding y otros economistas dicen que la FED no osará insinuar una promesa de recorte de las tasas porque generaría una conmoción en los mercados. En cambio, estiman, aplazará la decisión hasta el mes que viene.
En los últimos tres años, la FED subió nueve veces las tasas de interés que hasta tanto eran casi nulas para sostener a la economía desde la crisis de 2008/2009.
Reiteradamente, miembros de la FED han dicho que esperan que Estados Unidos siga creciendo pero también advierten que las prácticas arancelarias de Trump, especialmente con China, han dañado la confianza de los agentes económicos.
James Bullard, presidente de la FED de St. Louis, fue el primero en advertirlo públicamente cuando a comienzos de mes dijo que “pronto” podría necesitarse un recorte de tasas.
Pocos días después, el propio Powell abrió la puerta a ese recorte al afirmar que la FED está dispuesta a hacer todo lo necesario “para sostener la expansión” económica.
Luego el vicepresidente de la FED, Richard Clarida, habló de rebajar las tasas como medida de prevención en caso de que las perspectivas de la economía empiecen a dar señales de deterioro.
Choque Trump-BCE
De otro lado, ayer el presidente del Banco Central Europeo (BCE) rechazó las acusaciones de Trump de manipular las tasas cambiarias a favor de la zona euro, tras indicar que podría bajar de nuevo las tasas de interés para estimular su economía.
“Nuestro mandato es la estabilidad de los precios (...) y no tenemos objetivo de tasa de cambio”, explicó Mario Draghi en reacción a las críticas del Presidente estadounidense.
Draghi señaló la disposición de la entidad a bajar sus tasas de interés tras tres años de estancamiento.
Si bien esta posibilidad ya había sido mencionada a principios de junio, sus declaraciones fueron percibidas por Trump como una maniobra para hacer bajar la tasa de cambio del euro respecto al dólar e impulsar así las exportaciones europeas.
“Mario Draghi acaba de anunciar que podrían darse más estímulos, lo que inmediatamente hizo caer al euro ante el dólar, haciéndolo injustamente más fácil para ellos competir con Estados Unidos”, denunció Trump en Twitter.
Los europeos “lo hacen impunemente desde hace años, como China y otros”, agregó Trump, acusando una vez más a sus socios internacionales de manipular sus tasas cambiarias.
Por su lado, los mercados europeos reaccionaron con fuertes alzas de hasta 2,20% en el caso de París o 2,03% en Fráncfort. Por su parte el euro perdía 0,30% frente al billete verde, hasta 1,12 dólares.