PESE A que el comportamiento de la inflación siguió descendiendo en febrero de este año, siguen evidentes los riesgos por el impacto del fenómeno de El Niño en algunos sectores claves de la economía.
Un análisis del centro de pensamiento ANIF, señala que existen riesgos en los precios de divisiones como alimentos y energía. Adicionalmente, otro de los factores que generan incertidumbre es que el Instituto de Estudios Medio Ambientales (Ideam), espera que el fenómeno se mantenga hasta mediados de mayo, por lo que la gestión eficiente del agua se vuelve aún más crítica.
Actualmente, según datos de XM, los caudales fluviales están cerca de un 44% por debajo de su promedio estacional y las reservas hídricas continúan disminuyendo y se encuentran alrededor del 40,8%. No obstante, recientemente la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), informó sobre la implementación de la resolución de flexibilización de contratos que establece la comercialización de energía a precios inferiores a los que se cobrarían en la bolsa.
Siendo así, desde inicios del mes, esta medida permitirá reducir la exposición por parte de los usuarios regulados a la alta volatilidad que se presenta en el mercado diario de energía.
Precios
De igual manera, es importante tener en cuenta que desde el 2022 el Gobierno viene haciendo incrementos paulatinos al precio de la gasolina para equilibrar su precio al internacional y, de esta manera, cubrir el déficit financiero que afectaba al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).
El Ministerio de Hacienda ha mencionado que los ajustes de la gasolina terminaron y es el turno del ACPM, que hasta el momento se ha mantenido en cerca de $9.065 por galón. Las conversaciones con los principales gremios de transporte se retomarán desde el próximo 13 de marzo y se especula que el cierre total de la brecha en el ACPM tardará entre 18 y 24 meses.
Indica el centro de pensamiento en su informe que “la corrección en los precios de los alimentos y su relación con la disminución del IPC también influyó en que la inflación anual para los hogares de ingresos bajos se ubicara 1,82% por debajo de los hogares con ingresos altos, esto, ya que la división de alimentos y bebidas no alcohólicas genera un mayor peso en el cálculo del IPC para los hogares más pobres (15,6% más). Sin embargo, la inflación mensual de ingresos bajos se ubicó en 0,85%, 0,42% más alta en comparación al mes anterior, producto del aumento en los precios de los arriendos. En ese sentido, como es habitual, la indexación en esta línea podría persistir particularmente en la primera parte del año generando presiones sobre la inflación total”.
Política monetaria
Sostiene el informe de ANIF que “con los datos reportados en febrero se evidencia que el manejo de la política monetaria contractiva ha logrado mantener la senda de decrecimiento de la inflación. No obstante, el dato de crecimiento de 0,6% de 2023 da cuenta de que la economía ha resentido los efectos de la postura del emisor. Por tanto, la convergencia inflacionaria y la caída en las expectativas de inflación sugieren que el Banco Central puede tener espacio para realizar recortes más decididos en las próximas reuniones”.
Por último, el informe manifiesta que “desde ANIF prevemos una inflación de 5,4% para el cierre de 2024 y esperamos que la senda decreciente se extienda hacia el 2025, alcanzando una variación anual de 3,0% a cierre de ese año, dato que se ubicaría dentro del rango objetivo del Banco de la República”.