El aumento del salario mínimo en un 9,54% marca un inicio de año con retos inflacionarios. Los datos de inflación de enero y febrero serán cruciales para evaluar cómo esta medida afecta sectores intensivos en mano de obra, como alojamiento, restaurantes y servicios generales.
De acuerdo con la economista principal de Scotiabank Colpatria, Jackeline Piraján, “aunque en febrero se prevé una reducción gradual de la inflación, alcanzar el rango meta del Banco Central sigue siendo un desafío. Estos indicadores influirán en las decisiones de política monetaria, determinando si se mantienen o si se aceleran los recortes de tasas de interés durante el año”.
Por otra parte, referente a que el próximo 17 de febrero, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), publicará los datos oficiales sobre el crecimiento de la economía en 2024, la economista señala que “durante el año pasado, sectores como agricultura, Administración pública, educación, salud y entretenimiento lideraron el desempeño económico. Sin embargo, su impacto en la generación de empleo formal y crecimiento sostenible ha sido limitado. Hacia finales de 2024, se observó una recuperación del consumo interno, lo que benefició al comercio minorista y mayorista. Para 2025, se proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,6%, impulsado por una recuperación más homogénea en los 13 sectores de la economía, con expectativas de mayor dinamismo en la producción industrial y efectos positivos en otros sectores”.
Respecto a las cuentas fiscales del gobierno, asegura que “la liquidez del Gobierno nacional sigue siendo un tema crítico. Aunque se mantiene el compromiso con los mercados financieros, se han registrado retrasos en pagos a proveedores, contratistas y subsidios del sector energético. Las emisiones de deuda pública en enero han tenido una recepción moderada. El esperado anuncio del plan financiero para 2025 será fundamental para evaluar la sostenibilidad fiscal y restaurar la confianza en los mercados”.