Con un menor incremento en las tasas de interés de 0,25 % la semana pasada para dejarlas en 13,25 %, los mercados comienzan a preguntarse si a partir de ahora se acabará el ciclo de incrementos en el costo del dinero.

Carolina Monzón Urrego, investigadora del Banco Itaú, compartió que “es probable que el ciclo de endurecimiento haya terminado, en línea con nuestra opinión de que el IPC tocó techo en marzo. No obstante, teniendo en cuenta que las decisiones dependerán de los datos, se mantiene el riesgo de subidas adicionales a corto plazo. La volatilidad del mercado debido a la renovada incertidumbre política también podría desempeñar un papel clave. La probabilidad de que haya recortes este año está disminuyendo (nuestra previsión actual es de tasas de 12 % a finales de año)”.

Por su parte, en un análisis sobre la tasa de referencia del Banco de la República, Laura Clavijo Muñoz, directora de investigaciones del Bancolombia, señala que “la votación dividida de los codirectores, la incertidumbre sobre la posible persistencia inflacionaria en ciertos rubros y la no materialización de una desaceleración económica clara hacen ver que el Emisor seguirá tomando decisiones en función de la evolución del conjunto de variables. Así, la inflación y sus expectativas tendrían que mostrar una clara tendencia bajista de aquí a la próxima sesión a finales de junio para una decisión de estabilidad. De lo contrario, no descartamos nuevos incrementos cercanos a 25 puntos”.

Pese a esto, asegura que “sin embargo, teniendo en cuenta nuestra perspectiva de un declive de la inflación total a partir de abril y del componente básico a más tardar julio, consideramos que el nivel de 13,25 % sería el nivel terminal de este ciclo. Igualmente, esperamos que este nivel perdure hasta por lo menos el tercer trimestre, donde la fuerte desaceleración económica llevaría al inicio de recortes por parte de la Junta del Emisor hasta llevar la tasa a cierre de año a un nivel cercano a 11,5 %”.

Expectativas

En este sentido, para el Emisor, las expectativas de inflación siguen ubicándose muy por encima de la meta. En relación a la sesión de marzo, las expectativas mostraron una ligera reducción; mientras la métrica doce meses adelante pasó de 7,2 % a 7,0 % entre marzo y abril, la de finales de 2024 se mantuvo en 5,0 %. Por lo tanto, con el fin de mantener el anclaje en las expectativas, cinco de los siete integrantes de la Junta optaron por nuevo ascenso en la tasa repo.

Señala el Bancolombia, que “en este sentido, la tendencia bajista de inflación explicada únicamente por el componente de alimentos no debería ser un factor suficiente para optar por la estabilidad en tasas. Por lo tanto, con un aumento de 25 puntos básicos, la Junta Directiva del Emisor podría evaluar la pertinencia de dar fin a este ciclo de subidas con la información suministrada hasta su siguiente reunión, que será a finales de junio, momento donde prevemos que la caída de la inflación anual se explicaría tanto por el rubro de alimentos como por el comportamiento de la inflación básica”.

Así mismo, según la última actualización de la información del mercado crediticio por parte del Banco de la República, en marzo se registró una ligera caída de las tasas de interés para los segmentos de vivienda, consumo, microcrédito y comercial, coherente con una también ligera aceleración de los desembolsos.

En especial, la tasa de cada rubro se redujo mes a mes en 10 puntos, 38 puntos, 213 puntos y 64 puntos, respectivamente, permitiendo ‒en cierta medida‒ el avance mensual de 27,5 % de las nuevas colocaciones de crédito. Lo anterior, estaría ligado con las menores tasas de captaciones y las políticas tomadas por algunos bancos comerciales, lo que también justificaría un nuevo incremento de tasa por parte del Emisor.

Por otra parte, y aunque el Banco de la República volvió a incrementar la tasa de referencia, en la banca comercial los usuarios de créditos empezarán a ver los primeros alivios.

Tasa de usura

En efecto, la Superintendencia Financiera certificó la tasa de usura que regirá para mayor, la cual se ubica en 45,41 %, lo que implica que a ningún colombiano podrán cobrarle intereses por arriba de esa cifra. Con ello, la tasa de usura certificada por la Superfinanciera es 1,68 % interior a la que venía aplicándose hasta ahora.

De acuerdo con Superfinanciera, el interés para el crédito de consumo y ordinario que estará vigente entre el 1 y el 31 de mayo de 2023, será de 30,27 %, lo cual representa una disminución de 1,12 % en relación con la anterior certificación, que fue de 31,39 %.

Entre tanto, los intereses remuneratorio y moratorio no podrán exceder 1,5 veces el Interés Bancario Corriente (IBC), que fue fijado en 45,41 % efectivo anual, también para la modalidad de crédito de consumo y ordinario.

De todos modos, los colombianos venían desacelerando el endeudamiento. Desde febrero, el indicador de percepción de la demanda de crédito se había ubicado en terreno negativo, situación que no se presentaba desde septiembre de 2020.

Consumo y vivienda

Así las cosas, los créditos que menos quieren tomar los colombianos son los de consumo y vivienda. Los primeros, por las altas tasas de interés que se venían aplicando, y, si se tomaban a largo plazo, el impacto en el bolsillo podría ser monumental. También se avivó el temor por los créditos de vivienda, pese a que tienen tasas menos onerosas.

Sin embargo, frente a esta ola de aumentos, en marzo se presentó una buena noticia para los usuarios y es que varias entidades financieras comenzaron a bajar los intereses.

Esto ante la preocupación porque los usuarios estaban frenando su disposición a tomar créditos por los altos intereses. En la primera semana de marzo, Bancolombia abrió la ruta, al anunciar descuesto del 25 % en el costo de intereses por compras de cerca del 50 % de sus tarjetas de crédito. Otras entidades financieras hicieron lo mismo, en medio de la competencia por los clientes.

De ahí la importancia de que la tasa de usura y el interés bancario corriente empiecen a bajar, lo que le da un margen de alivio a los colombianos que, necesariamente, requieren tomar dinero en préstamo.

De acuerdo con esta situación, el presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, (Asobancaria), Jonathan Malagón, aseguró que la banca refrenda su compromiso con los más vulnerables con la reducción clara de la tasa de interés a los segmentos más necesitados.

Agregó que Asobancaria también se suscribe a las metas del Gobierno nacional en términos de financiamiento de la economía popular, en línea con lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo.

Para el presidente de Anif, Mauricio Santa María, que “es importante anotar que la Junta reafirmó su objetivo de llevar la inflación a su meta del 3 %. Además, las decisiones sucesivas dependerán de los datos disponibles, tanto internos (como el desempeño del índice de precios al productor y la transferencia de la oferta a la demanda), como externos (como la tasa de cambio y su impacto en la inflación)”.

El comportamiento del dólar

El dólar en Colombia rompió ayer el nivel de los $4.700 e inició la semana con una fuerte subida. De acuerdo con la Bolsa de Valores de Colombia, la moneda estadounidense presentó un precio promedio de $4.712, con un aumento de $46 frente a la TRM de ayer de $4.669. Por su parte, el precio mínimo se ubica en $4.693 y el máximo llega a $4.735.

El temor generalizado del mercado por el relevo de varios ministros del Gobierno Petro, especialmente por la incertidumbre sobre la salida de José Antonio Ocampo del Ministerio de Hacienda llevó la semana pasada a que el peso colombiano se devaluara frente al dólar, tendencia que aún se mantiene.

Sin embargo, luego del puente festivo con aparente tranquilidad, el dólar arrancó mayo reaccionando a las últimas decisiones que ha tomado el presidente Gustavo Petro.

La última vez que el dólar superó la barrera de los $4.700 fue el pasado 24 de marzo de 2023. En esa jornada, la moneda se ubicó en los $4.737 pesos, después de varios días con tendencia al alza en ese momento, en los que alcanzó incluso los $4.800.