El primer ministro chino Li Keqiang fustigó al "unilateralismo", que amenaza al libre comercio mundial, tras una escalada del conflicto comercial entre Pekín y Washington, en tanto aseguró que China "nunca" devaluará su moneda para poder mantener su flujo de exportaciones.
"Es esencial apoyar los principios básicos del multilateralismo y el libre comercio", dijo Li durante el Foro Económico Mundial que se celebra en la ciudad de Tianjin, en el este de China.
Tras el anuncio, este miércoles, de nuevos aranceles aduaneros estadounidenses a las importaciones desde China, el primer ministro también negó vigorosamente que Pekín haya devaluado al yuan deliberadamente para apoyar a sus exportadores y moderar el impacto de las tensiones comerciales, como afirma el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El yuan ha caído frente al dólar en los últimos meses, efectivamente, pero "no existe ninguna evidencia" de manipulación. "China nunca encarará una depreciación del yuan para estimular sus exportaciones, porque (esto) le provocaría más daños que beneficios", afirmó.
Un repliegue persistente (del yuan) podría desestabilizar al sistema financiero y precipitar la fuga de capitales fuera del país, la gran obsesión de Pekín.
El yuan ha perdido alrededor del 8% ante el dólar desde abril, pero los expertos lo interpretan sobre todo a causa de la presión de las tensiones comerciales, en tanto el Banco central chino se esfuerza en mantener la cotización de la divisa nacional.
"Todos los problemas existentes tienen que resolverse a través de negociaciones", añadió, insistiendo en que el "unilateralismo" no ofrece soluciones.
La administración Trump anunció esta semana aranceles del 10% a productos chinos importados por valor de 200.000 millones de dólares anuales, que se añaden a los aranceles que ya estaban en vigor sobre 50.000 millones de dólares en productos chinos.
China replicó con aranceles a productos estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares. En total China aplica ahora aranceles a 110.000 millones de dólares en productos procedentes de Estados Unidos.
Frente a las políticas proteccionistas de Washington, Pekín se presenta como el principal defensor del libre comercio, a pesar de que las empresas occidentales siguen criticando las barreras para acceder al mercado chino.