Perspectiva. La bonanza papera que no llenó los bolsillos | El Nuevo Siglo
Uno vive de la agricultura, y cuando hay un precio malo usted no recibe un peso y queda endeudado con los insumos y en el banco: Carlos González.
AFP
Sábado, 7 de Mayo de 2022
Redacción Economía

“Una carga de papa, de no venderse en $250 a $300 mil, ya es pérdida, porque son muchos los gastos. El abono, las curaciones y los arriendos son caros”. Así lo aseguró Carlos González, un campesino que se dedica a sembrar papa en el municipio de Choachí, en el oriente de Cundinamarca, a una hora de la capital del país. Irónicamente, González no llenó sus bolsillos con el alto precio de la papa porque al mismo tiempo se le encarecieron los insumos con que produce.

Este agricultor le contó a EL NUEVO SIGLO cómo es vivir del campo en Colombia y no desfallecer en el intento. Carlos, quien actualmente tiene 41 años, desde siempre se ha dedicado a labrar la tierra. La agricultura es lo que le ha permitido sostener a su familia. Entre tanto, su trabajo le ha enseñado a no desfallecer ante las adversidades que puede tener cualquier cultivador en el país, llámense clima, costos o deudas.

Él sabe muy bien qué rol juegan los campesinos en el país, sabe que su labor como agricultor es indispensable, pero asegura que el Gobierno aún no le da la importancia y el valor que merece el campo colombiano y todos aquellos que viven en la ruralidad que hacen posible que productos infaltables en la mesa, como la papa, estén en la despensa de los hogares.

Mientras Carlos se dirigía a Bogotá con 110 bultos de papa para venderlos en la central de alimentos más grande del país (Corabastos Bogotá), empieza a relatar todo lo que debe trabajar y pagar para lograr una buena cosecha. “En el mes pasado la carga (equivalente a dos bultos de papa de 50 kilos cada uno) de papa criolla estuvo desde $220 mil hasta $250 mil y la superior desde $270 mil hasta $300 mil y esta semana un viaje que llevé me quedó en $140 mil. En una semana la papa se bajó $100 mil”.

Los costos

Continuó: “Dos bultos de abono pueden valer en este momento $600 mil. Cuando yo comencé a sembrar en noviembre del año pasado se compró el abono a $185 mil y ahorita el bulto del mismo fertilizante cuesta $280 mil. Se subió $100 mil en cuatro meses”.

Esta es la historia que han contado miles de agricultores alrededor del país. Esta crisis es una realidad en Colombia, que se intensifica con factores como la invasión rusa de Ucrania, la ola invernal y, en su momento, la pandemia por cuenta del covid.

“La sacada de una carga de papa puede valer entre $16 mil y $25 mil y si uno se pone a hacer cuentas: la llevada de una carga vale $6.000, los costales valen $3.000, entonces el viaje por carga de papa hasta Corabastos sale por $9.000, pero adicionalmente al jornalero se le paga $10.000 por cada bulto que saque”.

Mientras continuó su relato dijo que, por sacar un bulto de papa criolla, él paga entre $8.000 y $10.000, y al final del día el jornalero saca aproximadamente entre seis y siete bultos de papa, lo que significa que Carlos tendrá que pagar entre $60 mil y $70 mil, además de la alimentación que se les da a quienes lo ayudan en su labor.

Sin embargo, nos aclaró que hay personas que pagan el día de trabajo en $50 mil, sin importar la cantidad de bultos, más la alimentación.

Ola invernal

En el verano se ahorran fertilizantes, pero en el invierno hay que duplicar la dosis, para que la cosecha salga bien y se pueda vender. “Si en verano se gastan cuatro millones de pesos en fertilizantes, en invierno podría gastar un aproximado de siete millones de pesos”, aseguró el agricultor.

“Si en verano se fumiga cada nueve o 10 días, en invierno hay que hacerlo cada seis días. A una caneca de curación se le echa un kilo de Manzate y una bolsa de Fitoraz, entonces se duplica la dosis: dos kilos de Manzate y dos bolsas de Fitoraz (ambos fungicidas que evitan enfermedades en las plantas)”, explicó González.

“La verdad si el campo sigue así tiende a desaparecer, porque las personas que se dedican a la agricultura ya no pueden trabajar y el Gobierno quiere que la comida esté barata”, sostuvo Carlos.

En este punto recordó con indignación las pérdidas que tuvieron los productores de papa en Ventaquemada el año pasado. Al respecto dijo: “Mucho fue lo que perdieron los agricultores colombianos cuando se tuvo que regalar el bulto de papa a $10 mil o $15 mil en Ventaquemada. Por eso la papa se subió tanto, porque los pequeños agricultores dejaron de sembrar. Con esos precios uno se va a pérdidas y queda endeudado con los bancos”.

Transporte

De acuerdo con Carlos, “el transporte está normal, es lo único que no ha subido”. En cuanto al flete dice que "el bulto puesto en Corabastos tiene un precio de $3.000, mientras que no haya que usar tractor para acercar la papa al camión, de lo contrario serían otros $1.500 por bulto”. Un total de $4.500 desde la vereda hasta la central de alimentos.

Intermediarios

“Los intermediaros hacen más plata que el que cultiva, porque ellos no se embarran, no se mojan, no se trasnochan, no se untan de curación. Ellos solo esperan a que uno llegue con la carga y se ganan mínimo $5.000 por bulto, o sea, que en una carga de 200 bultos se ganarían 1 millón de pesos, trabajando una hora”. Ellos esperan a quienes llegan a comprar la papa para llevarla a tiendas o supermercados, agregó.



El costo del arriendo

Para este campesino de Cundinamarca, la situación es un poco más difícil porque la tierra en la que cultiva no le pertenece, entonces debe pagar un arriendo. “Donde yo cultivo, la fanegada de tierra está a $800 mil por el siembro, dure cinco o seis meses”.

“Pero aquí hay que tomar el arriendo por unos 15 meses para poder hacer dos cosechas, porque por el invierno no se puede sembrar seguido. En junio, julio y agosto hay que dejar la tierra quieta, no se puede trabajar en esos meses, porque el invierno no deja y uno contra el clima no puede hacer nada. Se puede sembrar, pero si no deja de llover no se puede fumigar y entonces la siembra se pierde”, añadió.