La moneda argentina paró su caída y mostró signos de recuperación este viernes con una apreciación de 0,68% en la apertura del mercado, a un tipo de cambio de 39,60 pesos por dólar, tras acumular en dos días casi 20% de depreciación.
El mercado reaccionó tras un jueves negro en que el Banco Central subió a 60% las tasas de interés, que ya estaban en 45%, una de las más altas del mundo, y aumentó los encajes de los bancos para contener la caída del peso.
El presidente Mauricio Macri analiza este viernes la situación política y económica con sus colaboradores y ministros, a los que convocó a la residencia oficial de Olivos, en la periferia norte de Buenos Aires.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, viajará el lunes a Washington para "seguir avanzando en los entendimientos técnicos con el FMI para desembolsos adicionales en 2019", anunció la noche del jueves.
Se esperan además para la próxima semana nuevas medidas fiscales, mientras analistas estiman que modificaciones en la integración del gabinete podrían dar aire al gobierno en el marco de la corrida cambiaria.
En el año, la moneda se depreció más de 52%, lo que traccionó el alza de precios de tarifas, combustible y productos alimenticios, entre otros, atados al dólar.
El gobierno abandonó la previsión de 15% de inflación en el año y admite que superará el 30%. El índice ya acumuló entre enero y julio 19,6%.
Además, el gobierno ha tenido que modificar su meta de crecimiento y proyecta ahora que la economía tendrá una caída de 1% en 2018.