Ante el incremento sucesivo del precio de los combustibles, la inflación podría terminar este año en 3,4%, de acuerdo con analistas privados.
Expertos de Bancolombia estiman que se presentará una aceleración de la inflación anual, como ya se vio con el resultado de 0,12% para agosto. “Los movimientos en los mercados internacionales han puesto una presión al alza en el tipo de cambio. Así, el efecto de la depreciación que se ha observado desde abril puede empezar a manifestarse en los transables. De otro lado, la baja base de comparación y un bajo régimen de lluvias pueden impulsar la inflación de alimentos”, dijeron.
Los economistas también sostienen que “el incremento del precio de los combustibles y la energía pueden dar un impulso adicional a los regulados. Como resultado de lo anterior, estimamos que al final de 2018 la inflación llegará a 3,4%”.
De otro lado y con estos resultados de inflación, los analistas consideran que “los desarrollos recientes a nivel global y las previsiones de inflación y actividad productiva, sustentan la actual postura de política monetaria. En sus últimas reuniones, la Junta Directiva del Banco de la República afirmó, pese a la convergencia que ha mostrado la inflación hacia la meta, que las expectativas se mantienen por encima de esta y los riesgos de los precios de los alimentos no son despreciables. Además, la economía está dando señales más claras de recuperación”.
Factores
Ante esta situación, el informe señala que “si a estos factores locales se suma que las condiciones externas se han tornado más retadoras, es de prever que en los próximos meses primará la estabilidad en la política monetaria. De hecho, esperamos que solo hasta el primer trimestre de 2019 se presente un aumento en la tasa de referencia”.
Referente a la inflación de agosto de 0,12%, los analistas dicen que “la lectura estuvo por encima de la contracción de julio (-0,13%), pero fue menor en 2 puntos básicos a la de hace un año. La variación en regulados fue especialmente pronunciada (0,45%), dada el alza en los servicios públicos. En conjunto, los costos relacionados con la vivienda jugaron un rol central en el resultado del mes. Por el contrario, los alimentos y los transables tuvieron lecturas bajas (0,03% cada uno), que permitieron que la inflación mensual fuera igual a su media histórica”.
Aseguran que en términos anuales, la inflación cedió terreno y se situó en 3,1% y en el acumulado entre enero y agosto fue de 2,46%. Se completaron así dos meses consecutivos de descensos en el indicador a 12 meses. Además, la cifra es la más cercana a la meta de mediano plazo del emisor (3%) en lo corrido del año. De hecho, tal diferencia (10 puntos) no se observaba desde agosto de 2014.
Manifiestan que “el último reporte del DANE ratificó que los bajos registros recientes se explican porque la variación anual del precio de los alimentos (1,33%) y los bienes transables (1,68%) es moderada, pero es improbable que estas condiciones se mantengan en el futuro cercano. Entre tanto, los servicios regulados (6,36%) y no transables (4,15%) muestran registros elevados que, de continuar, pueden desviar el curso de la inflación frente a su meta”.
Respecto a la inflación de regulados, dicen que “este rubro presentó una variación mensual de 0,45% y explicó la mayor parte del resultado total. Este resultado sorprendió al alza nuestra expectativa, que apuntaba a una lectura del orden de 0,3%. En este comportamiento fue importante el ajuste de la tarifa de los servicios públicos, que aportó 7 puntos a la variación total, y en el que sobresale la dinámica de la energía eléctrica (1,44%) y el gas (1,6%). En el caso de la energía eléctrica, la variación fue producto de una coyuntura en la producción del sector, que derivó en un incremento en la participación de la energía térmica, cuya generación resulta más costosa”.