La recuperación de la economía continúa a buen ritmo. Desde que se inició en agosto de 2020 la reactivación de los sectores productivos del país, permitiendo mayor libertad de movilidad y la ampliación de las actividades que podían operar con cierto grado de presencialidad, el incremento de producción, comercio y demanda en el consumo reflejan que el país está en plena marcha.

De acuerdo con una investigación de ANIF, los datos del Indicador de Seguimiento de la Economía para el mes de agosto, aunque positivos, traen matices que vale la pena analizar. La variación anual del indicador se ubicó en 13,2% frente a una caída de 9,8% en el mismo mes de 2020, mientras que, en la senda de año corrido, el crecimiento fue de 9,9%.

La mayor contribución al resultado anual vino de las actividades terciarias con 10,7%, seguido por las secundarias (2,2%). Sin lugar a duda, el resultado de agosto es positivo, en la medida que evidencia que la recuperación de la economía continúa.

Señala el informe que “no obstante, es importante diferenciar los efectos estadísticos de base favorables de la generación de nuevo valor agregado más allá del rebote estadístico. Como veremos, las cifras más recientes dan cuenta de que el ritmo de recuperación se modera, lo que no necesariamente es una mala noticia”.

Servicios

Las actividades terciarias, que comprenden al sector de los servicios y el comercio, fueron las de mejor desempeño, con una variación anual de 15,4% (frente a -8,8% un año atrás). Al interior de la rama, se observa la variación más alta en el grupo de comercio, transporte y alojamiento de comida (42,9% contra -26,2%), seguido por el de información y comunicaciones con 12,9% y las actividades empresariales con una variación anual de 11,1%. Lo anterior lleva a una variación en el año corrido de 10,9%, superior en 1% al resultado del ISE.

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Además, si se miran las cifras en términos bienales (frente a agosto de 2019 en la serie corregida por efectos estacionales y de calendario), se observa una variación de 5,7%, señalando que el buen comportamiento de la rama obedece a más que efectos estadísticos de base.

Le siguen las actividades secundarias de industria y construcción, cuya variación anual fue de 12,5% frente a -13,7% un año atrás. Mientras que el componente de manufactura continúa mostrando un comportamiento favorable, la construcción sigue relativamente rezagada. El desempeño negativo de la construcción se relaciona con las variaciones negativas en el componente de obras civiles y en las edificaciones no residenciales.

Variaciones

En la senda de año corrido la variación de este rubro fue de 13,3%, mientras que la variación bienal fue de -2,5%. Respecto a las actividades primarias (agricultura y minería) crecieron 2,2% en agosto y 0,5% en el año corrido. Con lo anterior, la contribución de la rama al resultado total fue de apenas 0,3%.

Al interior de este segmento, las actividades de agricultura, ganadería, caza, pesca y silvicultura registraron un comportamiento positivo, mientras que la explotación de minas y canteras registra una caída de 0,1%. Aun así, esa variación significa una corrección importante frente a la contracción de 18,2% vista un año atrás.

El comportamiento de ese componente responde a buenos resultados en la extracción de carbón (2,7%) y de petróleo (1,1%) y a la caída en la explotación de minerales metalíferos (-15,1%), que a su vez se relaciona con una menor demanda mundial por oro.

Señala del gremio financiero que “el impulso de la recuperación se ralentiza en el mes de agosto, algo que no necesariamente debe ser fuente de preocupación. La variación intermensual del Indicador estimada a partir de la serie corregida por efectos estacionales y de calendario en agosto fue de -1,9%, lo que muestra una desaceleración frente a los resultados de julio”.