La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair vivirá una nueva jornada de huelga del personal de cabina el 28 de septiembre en 5 países europeos, entre ellos España, en reclamo de mejores condiciones laborales.
La huelga en España, Portugal, Italia, Bélgica y Holanda es una ocasión para presionar a la dirección, tras un verano de negociaciones en el que "nada cambió", indicó este jueves Didier Lebbe, del sindicato CNE/LBC, a la prensa en Bruselas.
"Ryanair continúa sin respetar las leyes locales y las leyes europeas", agregó el representante sindical, para quien con el nuevo paro de 24 horas mantienen lo que prometieron, es decir, "una huelga al mes".
En agosto, la compañía dirigida por Michael O'Leary se vio obligada a anular 400 vuelos en pleno período de vacaciones por una huelga en Alemania, Bélgica, Suecia, Irlanda y Holanda, que dejó a 55.000 pasajeros en tierra.
El reclamo principal de los trabajadores es que sus contratos estén basados en la ley de sus respectivos países de residencia y no en Irlanda, como ocurre actualmente y donde tiene su sede Ryanair.
Los sindicatos convocantes de la acción del 28 de septiembre (CNE en Bélgica, Ultrasporti y Filt-CGIL en Italia, SITCPLA y USO en España, SNPVAC en Portugal y FNV en Holanda) ya dieron a entender la semana pasada que esta será la más grande en la historia de la aerolínea.
Con su habitual retórica, la compañía aseguró, antes de la rueda de prensa, que el paro sería un "fracaso" y que sólo prevén "un pequeño número de anulaciones de vuelos", según su director de marketing, Kenny Jacobs.
El jueves por la noche, los sindicatos de personal de cabina de Ryanair en Italia dijeron haber llegado a un acuerdo preliminar para permitir a los trabajadores migrar a contratos italianos.
- Reclaman mediación europea -
Pese a las sucesivas huelgas, la dirección mantiene el pulso con los trabajadores. El paro del personal de cabina y de pilotos vivido el miércoles en Alemania, que obligó a anular 150 vuelos, es una muestra.
Los trabajadores en la primera economía europea reclaman también mejores salarios, la creación de un salario mínimo y que se tengan en cuenta todas las horas trabajadas, además del reclamo generalizado de un contrato local.
O'Leary dijo ese mismo día que no cederá ante los sindicatos. "No queremos huelgas pero estamos dispuestos a aguantarlas si eso significa defender nuestros costes y nuestra capacidad para ofrecer precios bajos", agregó.
El grupo enfrenta una inédita contestación social desde hace un año. Tras negarse a reconocer los sindicatos durante sus tres primeras décadas, dio un giro de 180 grados el pasado diciembre reconociéndolos.
Desde entonces, la dirección cerró acuerdos en varios países, pero tiene dificultadas para entenderse con los representantes del personal en varios países europeos, como Alemania, Bélgica, España, Italia, Holanda o Portugal.
Los representantes del personal de cabina, que aspiran a que los pilotos se sumen también a la huelga del 28 de septiembre, tienen previsto llevar el caso a la Comisión Europea, donde fueron recibidos este jueves.
"Vamos a pedir la conciliación de un mediador europeo independiente para que podamos negociar todos juntos con Ryanair para que los trabajadores puedan hacer sus derechos", indicó Lebbe.
La compañía irlandesa registró un crecimiento considerable, con un beneficio previsto en 2018 por encima de los 1.250 millones de euros.