Su preocupación por el riesgo de una recesión en Colombia tras conocerse la contracción del -0,3% en la economía durante el tercer trimestre, expresó ayer el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
Durante la clausura del Congreso Nacional de Infraestructura, agregó que existe la posibilidad de un segundo trimestre con tasa negativa, subrayando la importancia de seguir de cerca el avance de las obras civiles para evitar escenarios adversos.

Hay que tener en cuenta que, para que un país entre en recesión económica, tiene que acumular dos trimestres consecutivos de caídas en el crecimiento de su producto interno bruto (PIB) y Colombia ya cumple con uno de esos dos (tercer trimestre 2023).

Según el funcionario, para evitar que Colombia entre en recesión se necesita que a las obras civiles que están en marcha el Gobierno les haga seguimiento de que sí están trabajando y que los investigadores del DANE identifiquen que sí hay avance de obra para que el dato se revierta.

Sostuvo que “en vivienda lo que hemos encontrado es que los subsidios están sirviendo para reducir inventarios y que por ahora hay lentitud en hacer nuevos lanzamientos de obra y la pregunta es: ¿qué es lo que está mirando el DANE? No está mirando ventas sino iniciaciones de obra, necesitamos que el DANE mire efectivamente por dónde está para que tenga un indicador distinto el cuarto trimestre”.

Además, Bonilla reiteró que el ajuste de peajes se llevará a cabo, como estaba programado, en la primera quincena de enero de 2024 y la segunda para el 1 de julio.

Destacó la necesidad de cuidar que este ajuste no desencadene un aumento descontrolado de la inflación, enfatizando la importancia de monitorear las obras en curso y asegurando que los investigadores del DANE identifiquen el progreso de las mismas.

Asimismo, reveló que desde el Banco de la República se está evaluando la conveniencia de reducir las tasas de interés, pero la mayoría considera que no es el momento oportuno. Sobre la gasolina, explicó que el ajuste de precios contribuyó a reducir la inflación en 200 puntos, evitando que alcanzara niveles más altos. Sin embargo, señaló que el cierre de la brecha en gasolina generó un déficit en el Fepc de $20 billones, distribuidos entre $14 billones por gasolina y $6 billones por diésel.

En cuanto a la meta de inflación del Banco de la República, Bonilla indicó que alcanzar el 3% no será posible en 2024 y se proyecta lograrlo en 2025. Anticipó que la inflación para 2024 podría cerrar entre el 4% y el 5%, destacando la necesidad de ajustar aún el precio del diésel para alcanzar la meta propuesta.

De la misma manera, Bonilla anunció que quedan dos alzas más en el precio de la gasolina. Sin embargo, afirmó que después de esos incrementos se cierra finalmente el déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).

Según Bonilla, la inflación pudo haber bajado más en 2023 si no se hubiera tenido que ajustarse el precio de la gasolina e incluso se hubiera ubicado en 7 % u 8 %.

"Pero todavía nos queda por ajustar el diésel. La buena noticia es el que ajuste de la gasolina ya está prácticamente cerrado, nos quedan uno o dos ajustes y se acabó, queda la del precio de la gasolina a precio internacional y a partir de entonces rotando, los ajustes a partir de entonces serán mínimos”, agregó.

Destacó el ministro, además, que con ese cierre de la brecha en gasolina el déficit del FEPC, que en el 2022 fue 37 billones de pesos, este año termina en 20 billones de pesos. “Cuadro billones en gasolina y 16 billones en diésel, ese no lo hemos tocado y lleva 4 años congelado”, dijo.