De tener un superávit en 2012 de US$8.244 millones, Colombia tiene un déficit comercial de US$607 millones con la nación del norte. Sin embargo, el acuerdo ha generado empleo y desarrollo económico en el país
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Si nos atuviéramos a las cifras, el efecto del Tratado del Libre Comercial con Estados Unidos, dejaría mal parado al país. Sin embargo, como dicen los expertos, esos números con como arbustos que no dejan ver el panorama completo del acuerdo, que sin duda han proporcionado desarrollo económico a Colombia.
Varios hechos inciden en que hoy la balanza comercial haya pasado de US$8.244 millones en 2012 cuando se firmó la carta y beneficiaria a Colombia, a un déficit hoy de US$607 millones.
Uno de los principales es que el valor ha estado sometido a los vaivenes de la tasa de cambio, con el comportamiento del dólar desfavorable para el país, encareciendo las importaciones, pero a la vez no incrementando en igual medida las ventas externas debido a los compromisos preestablecidos y a futuro.
Valga decir que en muchos ocasiones, los productos se negocian a una tasa establecida de antemano, lo que da garantías tanto al vendedor como al comprador en caso de oscilaciones fuertes de la moneda o de hechos alternos como el de una sobre oferta de productos.
Otro elemento que sin duda ha marcado el rumbo del comercio entre los dos país, especialmente en los dos últimos años, es la política desarrollada por la Administración Trump, de impulsar más las ventas de sus empresas y disminuir las compras, hecho que se evidencia también en las cifras.
En efecto, Colombia perdió más del 50% del valor exportado hacia ese país durante 2012- 2019, pasando de picos de US$23.000 millones a solo unos US$11.000 millones. Todo ello ha implicado pasar de superávits comerciales (bilaterales) del orden del +2% del PIB a persistentes déficits del -0.6% del PIB durante dicho período.
Más productos
La directora de la Cámara Colombo Americana, María Claudia Lacouture, dijo que el TLC “ha dado una estabilidad a las empresas colombianas para tener negocios a largo plazo con uno de los mercados más importantes del mundo como lo es el de Estados Unidos”.
La ejecutiva también mencionó como ventaja el hecho de que se haya logrado reducir la dependencia de las exportaciones del sector minero energético, diversificando los productos.
Desde el año anterior, con ocasión de la guerra comercial y con la actual emergencia sanitaria, como consecuencia del Covid-19, que han originado cambios en las cadenas globales de valor, Colombia adelanta un trabajo para identificar productos intermedios, finales y materias primas que puedan suplir parte de la demanda de Estados Unidos y así ganar participación como proveedor de ese país.
Se han identificado oportunidades para que Colombia aproveche, fortalezca y desarrolle una cadena de suministro para sectores como electrodomésticos, autopartes y repuestos, al igual que materiales de construcción.
El ministro de Comercio, José Manuel Restrepo, dijo que “tenemos un camino recorrido, pues veníamos identificando cuáles productos podríamos proveer y reemplazar, de alguna manera, parte de la proveeduría china que se hace menos competitiva, no solo por la distancia, que se hizo evidente con el Covid-19, sino por los
Por su parte la viceministra de Comercio Exterior, Laura Valdivieso Jiménez, destacó que existen factores en Colombia que juegan a su favor para repotenciar la inserción del país en la cadena de suministro hacia los Estados Unidos. Uno de ellos es el hecho de tener una relación estable con dicho país, también ser miembro de la OCDE, así como beneficiarse del Acuerdo de Promoción Comercial con EE.UU.
Por su parte, el exministro de comercio, Carlos Ronderos, dijo que “tener un Tratado de Libre Comercio nos da una especie de estándar, de certificación internacional, como lo es estar en la OCDE. Quiere decir que cumplimos con unas normas de comercio, aduanas y demás aspectos en los que estamos comprometidos. Eso pone al país en un nivel de seriedad y reconocimiento internacional”.
Las tareas
En ocho años de su entrada en vigencia la Administración Duque tiene el desafío de apretar el paso en reformas estructurales clave que permitan reducir el “Costo Colombia”, destacándose: i) mayor dotación de infraestructura-logística, donde la buena tarea que viene haciendo el gobierno en destrabar las obras de concesiones 4G debe complementarse con la finalización de los Corredores Prioritarios de Comercio Exterior; y ii) mayores esfuerzos de flexibilización del mercado laboral. En la actualidad, el mercado nacional cuenta con admisibilidad sanitaria para 99 productos agrícolas, entre los cuales se cuentan el aguacate hass, la uchuva, el cacao y el limón tahití, así como acceso a 52 líneas de productos procesados, dentro de los que se destacan la tilapia, la trucha y la confitería, entre otros.
Sin duda las exportaciones de bienes no minero energéticos han ganado participación en el total de las ventas a ese mercado, pues pasaron de representar el 15,6% en el 2012 al 37,2% el año pasado y el 43,6% en el primer trimestre del año.
Si bien esto obedece en parte a la menor dinámica de los productos minero energéticos, los productos agropecuarios, agroindustriales e industriales han aumentado sus ventas y se han diversificado.
El análisis del Ministerio de Comercio evidencia que de las ventas de esa clase de bienes hacia la principal economía del mundo, el 69,1%, en promedio, entre 2012 y 2019, correspondió a productos agropecuarios y agroindustriales.
El agro
El principal producto agropecuario de exportación a ese destino es el de las flores, seguido de café, bananos, filetes de pescado, plantas, pescado fresco, hasta especies como jengibre, azafrán, cúrcuma y tomillo. En el 2019, se vendieron 564 bienes que en el 2011, un año antes de entrada en vigencia del Acuerdo, no se vendían a ese mercado.
Entre los nuevos bienes se destacan transformadores eléctricos, que de no exportar nada en 2011 (un año antes del TLC), en 2019 los exportadores nacionales posicionaron en ese mercado US$8,2 millones. Además, están las napas tramadas para neumáticos, de las cuales el año anterior se facturó a ese socio comercial US$6,6 millones; vidrieras aislantes con ventas por US$1,5 millones; filetes de trucha, de las cuales en 2019 los nacionales hicieron exportaciones por US$4,8 millones y aguacates, cuyas ventas sumaron US$3,5 millones el año anterior, entre otros.
El número de exportadores creció. Mientras que entre 2012 se reportaban 3.032 firmas vendiendo a ese destino, en el 2019 fueron 3.460.