Arranca el pulso pensional | El Nuevo Siglo
Martes, 13 de Junio de 2023

* Urge más concertación de la reforma

* Garantizar viabilidad y funcionalidad

 

La necesidad de una reforma al sistema de pensiones en Colombia nadie la discute. Gobierno, partidos, gremios, sindicatos y múltiples instancias políticas, económicas, sociales e institucionales coinciden en que los niveles de cotización y cobertura del actual esquema de jubilación son muy bajos, hay una gran cantidad de adultos mayores desprotegidos, al tiempo que la interacción entre un régimen de prima media y otro de ahorro individual, si bien ha demostrado ser funcional, necesita ajustes.

La discusión, entonces, está alrededor de qué tipo de reforma es la más adecuada. El Gobierno, como se sabe, presentó en febrero pasado un proyecto al respecto que, cuatro meses después y tras una controversia muy amplia sobre su contenido e implicaciones, apenas si estaba a punto de superar ayer su primer debate en la Comisión Séptima de Senado.

Como se sabe, a lo largo de este tiempo han surgido múltiples conceptos técnicos y especializados que alertan en torno al riesgo de inviabilidad del nuevo sistema de pilares que la citada iniciativa contempla así como de otros cambios en cuanto al manejo de los recursos de las cotizaciones, garantías de sostenibilidad financiera de ambos regímenes y creación de fondos para financiar la asistencia a los adultos mayores que no alcanzan a una mesada normal, entre otros temas neurálgicos. Si bien el Gobierno ha insistido en que la reingeniería al sistema de jubilación fue ampliamente discutida y consensuada, los partidos políticos de centro y centroderecha replican que no hubo concertación real, en tanto que el gremio que reúne a los fondos privados de pensiones ha reiterado que el Ministerio de Trabajo y los ponentes de la iniciativa en la Comisión Séptima no atendieron sus conceptos y alarmas tempranas, que finalmente no se incluyeron en el articulado inicial como tampoco en la ponencia para primer debate, radicada días atrás.

Ayer, tras una polémica por el trámite de una serie de recusaciones, que incluso obligó a los senadores conservadores y uribistas a salirse de la sesión, advirtiendo que no debía procederse a la apertura del debate hasta que se conociera el concepto de la Comisión de Ética (que solo hoy se pronunciará), el resto de la Comisión Séptima, con la anuencia del Gobierno, decidió seguir adelante.

Fue así como se aprobó en un solo envión un paquete de más de 55 artículos que no tenían mayor discusión ni proposiciones sustitutivas. Tras ello se empezaron a analizar las propuestas más complejas. Se abrió paso, por ejemplo, la del sistema de pilares, quedando establecido que habrá cuatro: solidario, semicontributivo, contributivo y de ahorro individual. La mayor controversia estaba sobre el segundo, ya que establece que todos los aportes de los trabajadores que devenguen hasta tres salarios mínimos mensuales irán exclusivamente a Colpensiones y de allí en adelante se dirigirán a los fondos privados. Aunque gremios, empresarios y otros sectores insistieron en bajar ese umbral a dos o incluso un salario, no hubo eco alguno. En cuanto al solidario, consistirá en una renta mensual de $223.800 a cerca de tres millones de adultos mayores (mujeres de más 60 años y hombres de 65 en adelante) que no cumplen los requisitos para acceder a una mesada. Igualmente, se le dio visto bueno a que en ningún caso los aportes y cotizaciones de los afiliados y los rendimientos financieros podrán ser utilizados para financiación de planes de gobierno, pago de deuda pública o privada. Asimismo, se aprobó la creación del Fondo de Solidaridad Pensional, la modalidad de Pensión Especial de Vejez a cualquier edad, la Pensión Anticipada de Vejez, los beneficios en cotización para madres y el nuevo Sistema Nacional de Protección Social Integral para la Vejez, entre otros asuntos.

Como se ve, el debate de fondo a la reforma pensional por fin arrancó en su parte sustancial. Ayer, al cierre de esta edición, todavía faltaban dos decenas de artículos por aprobar en la Comisión Séptima. Restando seis días para que terminen las sesiones ordinarias y por más que se convoque a las extraordinarias, el proyecto no alcanzará a ser aprobado en esta legislatura, más aún con los reparos de los partidos independientes, de oposición y de los mismos liberales, que sumados son mayoría en comisiones y plenarias, frente al bloque gobiernista de centroizquierda.

Lo importante, en todo caso, es entender que todavía falta el grueso de la discusión. Es allí en donde habrá más margen de acción para analizar a fondo los alcances de la reforma, ajustar el texto así como erradicar los sesgos ideológicos y enfoques retardatarios. Una concertación que debe tener un solo norte: garantizar un sistema de jubilación equilibrado, funcional, viable y de alta cobertura para todos los colombianos.